Soy admirador de J.R.R. Tolkien desde hace años y "El Señor de los Anillos" es la obra literaria que más me gusta de las muchas que he leído.
El creador de la Tierra Media nació en 1892 en Bloemfontein, en lo que entonces era el Estado Libre de Orange, en la actual Sudáfrica. Además de ser un gran escritor, fue uno de los mejores filólogos de su tiempo y trabajó como profesor de anglosajón en la Universidad de Oxford. Cuando tenía tres años, Tolkien se trasladó junto a su madre a Inglaterra, donde pasó la mayor parte de su vida (sus inmediatos antepasados eran de Londres y Birmingham, aunque la familia tenía su origen en Prusia).
Tolkien desarrolló gran parte de su actividad en Oxford (a 57 kilómetros al oeste de Londres), aunque su mujer y él pasaban habitualmente el verano en Bournemouth, en la costa sur de Inglaterra.
Fue allí, en Bournemouth, donde falleció su esposa, con nombre de soltera Edith Mary Bratt, el 29 de noviembre de 1971. Tras su muerte, sus restos fueron enterrados en una tumba en el cementerio de la parroquia de Wolvercote, en Oxford. En su lápida, su marido ordenó inscribir su nombre y junto a él la palabra "Lúthien", el nombre de una princesa élfica de su obra que acabó casándose con un hombre, Beren, en la más impresionante y conmovedora historia de amor, de peligro y de muerte de todas las que se han escrito sobre la Tierra Media.
Tolkien falleció el 2 de septiembre de 1973 en Bournemouth, y sus restos fueron enterrados en la tumba de su esposa. En su lápida (sobre estas líneas), junto a su nombre y debajo del nombre de Edith, fue inscrito el nombre de "Beren". Hoy en día, las tumbas de ambos pueden ser visitadas en la sección católica del cementerio de Wolvercote, inaugurado en 1889.
Este cementerio contiene los restos de más de 15.000 personas de distintas confesiones religiosas: cristianos anglicanos, cristianos católicos ingleses y polacos, cristianos ortodoxos griegos y rusos, cristianos cuáqueros, judíos, musulmanes y bahaítas. Además, el cementerio tiene una sección para bebés fallecidos antes de nacer, algo poco habitual y que me parece digno de elogio.
En este cementerio están las tumbas de muchos profesores y eruditos de la Universidad de Oxford. Entre sus moradores están Ernest Bennett, académico, político, escritor, explorador y veterano de la Segunda Guerra de los Bóers; el famoso psicólogo social Michael Argyle, que también fue profesor de la Universidad de Oxford; el famoso filósofo e historiador letón Isaiah Berlin; el escritor y biógrafo Humphrey Carpenter, natural de Oxford y que fue el autor de una biografía sobre J.R.R. Tolkien; y el matemático inglés Edward Maitland Wright, entre otras eminencias.
Entre los difuntos de Wolvercote que merecen una mención especial hay 45 soldados de distintos países de la Mancomunidad Británica de Naciones, veteranos de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial. En la imagen sobre estas líneas, a la derecha, podéis ver la lápida de un Teniente de la Real Fuerza Aérea británica (RAF).
El cementerio incluye una capilla funeraria, construida en piedra. Podéis ver aquí un vídeo publicado hace cinco años por Brad Beadel haciendo un recorrido por este cementerio:
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Fotos: Oxford City Council / Twooars / Commonwealth War Graves Commission.
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Comentarios:
wladimir
interesante….
11:11 | 18/11/24
AlbertoAG
Interesante artículo.
A mí lo que más me llama la atención es lo de la sección para bebés fallecidos antes de nacer. En relación a esto, me he acordado de que San Agustín menciona en su obra La Ciudad de Dios que aquellos fallecidos antes de nacer debían poder resucitar, en el sentido de poder ir al cielo, como el resto de los mortales.
12:06 | 18/11/24
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