Tengo 49 años. Hace casi tres décadas, en mi pandilla de amigos podríamos hacer una clara línea divisoria en materia de vocaciones.
Básicamente, la mayoría de los chicos eligieron carreras de ingeniería (sólo una chica estaba en una de estas carreras, y no precisamente fácil). Así mismo, la mayoría de las chicas optaron por biología o bellas artes (sólo había un chico que eligió Biología). No estamos hablando de unos tiempos en los que las mujeres careciesen de libertad: hablamos de la segunda mitad de la década de 1990, había plena igualdad y ya llevábamos casi dos décadas de democracia.
Al igual que ocurrió con los chicos, las chicas de mi pandilla eligieron las carreras que más les gustaban. No recuerdo nunca escuchar a ninguna de ellas quejarse de haber sufrido presiones de su familia, de la sociedad o del "machismo" para elegir su profesión. Curiosamente, si nos atenemos a los mensajes de la izquierda actual, mis amigas no eran libres, estaban oprimidas y tomaron sus decisiones presionadas por "estereotipos de género", simplemente porque no eligieron las mismas carreras universitarias que los chicos.
Esto es lo que podemos deducir de un mensaje publicado ayer por el socialista Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, en el que afirma lo siguiente: "Rompamos estereotipos de género y fomentemos las vocaciones científicas de niñas y jóvenes".
Así pues, por lo que parece, Sánchez debe pensar que mis amigas estaban "estereotipadas" y que por eso no eligieron lo mismo que los chicos. Por lo visto, elegir una ingeniería es menos respetable desde la óptica socialista que elegir biología o bellas artes, simplemente porque en estas dos carreras hay una clara mayoría de mujeres y en las ingenierías hay mayoría de hombres. Socialistas como Sánchez desprecian las preferencias profesionales de la mayoría de las mujeres y pretenden corregirlas, como si hubiesen elegido mal.
Ésa es la gran diferencia entre los demócratas y los partidarios de la ingeniería social, que parece ser lo que más abunda entre los socialistas de distintos partidos (también los hay en abundancia en el PP). Desde un punto de vista democrático, lo que debe hacer un gobernante es respetar que las chicas elijan la carrera que quieran, aunque la tendencia mayoritaria entre ellas le parezca algo incorrecto, que por lo visto es el caso de Sánchez. Para los ingenieros sociales, las mujeres deben elegir no lo que más les motiva, sino lo que satisface a una mentalidad colectivista que pone al individuo por debajo del grupo.
Obviamente, una sociedad verdaderamente libre e igualitaria es aquella en la que cada persona puede elegir la profesión que quiera, aunque el resultado de la elección indique que las preferencias de la mayoría de los hombres no coinciden con las preferencias de la mayoría de las mujeres. De hecho, las estadísticas muestran reiteradamente que en los países democráticos esas tendencias resultan ser dispares, una clara demostración de que las mujeres valoran en su mayoría cosas distintas que los hombres a la hora de decidir su futuro profesional.
Por el contrario, el socialismo no busca esa igualdad de oportunidades, sino una igualdad de resultados, lo que implica que las decisiones personales queden supeditadas a ciertas necesidades colectivas. Paradójicamente, el viejo paternalismo tan desnostado por la izquierda, que consistía en presionar a los hijos para que eligiesen las carreras que preferían sus padres, es ahora reemplazado por un paternalismo socialista que pretende que las chicas sean tratadas como meras estadísticas, supeditando su vocación personal a la erradicación de supuestos "estereotipos de género" que oprimen a las mujeres.
Viendo la experiencia que han tenido los chicos y chicas de mi pandilla en la elección de sus carreras profesionales, a todas las chicas que están pensando qué carrera elegir les digo lo mismo que a los chicos: elegid la profesión que os haga felices, aquello a lo que os gustaría dedicar vuestra vida, aunque otras personas no lo valoren. Es vuestra vida. No tenéis ninguna obligación de complacer a ningún político, no tenéis el deber de romper ningún estereotipo ni ningún techo imaginario. Lo único que os debe importar es dedicar vuestra vida a una profesión que os guste, porque no hay cosa más lametable que darte cuenta de que estás trabajando en algo que no te gusta simplemente porque intentabas complacer a otros cuanto tomaste tu decisión.
Ninguna de mis amigas se equivocó al elegir su carrera universitaria. Con independencia de que después la desarrollasen profesionalmente o no (desde luego, la mayoría de las chicas sí se han dedicado a sus carreras; con los chicos ocurrió justo lo contrario), lo que importa es que estudiaron lo que les gustaba. Hoy, todas ellas son madres de familia. La mayoría de ellas trabajan. Y ningún político socialista me va a convencer de que esas chicas están "oprimidas", simplemente porque no han seguido el manual de consignas de la izquierda.
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Foto: PSOE.
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Comentarios:
AlbertoAG
Por supuesto que hay diferencias naturales entre hombres y mujeres. Este empeño de algunos en imponer el igualitarismo al conjunto de la sociedad solo lleva hacia el desastre.
Además, la vocación es la razón principal por la que se escoge una carrera, por mucho que haya quién diga que es la posibilidad de éxito económico.
Asimismo, querer presionar desde las instituciones para que ciertos grupos sociales se decanten por determinadas carreras hará que otras muchas carreras universitarias se infravaloren, lo cual es un problema, pues lo que necesitamos es fomentar que la gente haga la carrera que le guste para que sean los mejores en ello, y así contribuir de la mejor manera al crecimiento de la sociedad.
8:43 | 11/02/25
jomeca
Es una solemne estupidez decir que la mujer no ha tenido, al menos en el período entre el 75 a la actualidad, las mismas oportunidades de acceso y especialización que los hombres. Una excepción temporal, que no llegaría hasta 1988, fue la posibilidad de ingreso de la mujer en las FFAA. Yo tengo 68 años, hice el segundo COU implementado a nivel nacional y ya en aquel momento esos cursos se hicieron mixtos hombre-mujer y doy fe que las chicas que cursaban sus estudios en esos cursos elegían libremente su orientación universitaria, de ciencias o letras, a través de un paquete de asignaturas opcional que elegían libremente. Particularmente, en mi caso, que fueron ciencias, estábamos (año 75) aproximadamente un 50-50 de hombres y mujeres.
Posteriormente cursé mis estudios superiores en la AGM de Zaragoza, y en el desempeño de mi profesión, y a partir de 1988, pude ser testigo y constatar que la integración de la mujer en las FFAA fue total y absoluta, pudiendo elegir su forma de ingreso (a través de los cuerpos comunes de defensa o haciéndolo desde las propias academias militares a través de los respectivos Cuerpos Generales de oficiales/suboficiales) y su especialidad. Posteriormente, en el año 97, y con la disolución del servicio militar, la mujer ya pudo acceder plenamente a la condición de militar profesional de tropa y marinería en todas sus especialidades.
En el caso de las FCSE, ya en el año 1979, ingresaron las primeras mujeres en el Cuerpo Superior de policía, hoy Policía Nacional. En la Guardia Civil lo hicieron en el año 1989.
Por lo tanto, en nuestra querida España, la mujer ha gozado de plena libertad de elección a la hora de cursar, o no, sus estudios y sus diferentes especialidades (con la dilación temporal que he comentado en los casos de FFAA y FCSE). Cosa aparte son los prejuicios culturales en aquella época (hablo sobre todo de los primeros años a partir del 75) que cada una podía tener al respecto (que los había, por supuesto) pero eso entra de lleno en el terreno de lo subjetivo y no de las posibilidades y capacidades que brindaba el sistema de educación y formación.
11:33 | 11/02/25
wladimir
no me sorprende
que el Regimen PSOE y sus secuaces digan… #Rompamos estereotipos de género y fomentemos las vocaciones científicas de niñas y jóvenes»….por supuesto siguiendo la Agenda 2030 y la tan cacareada «ideologia de Genero»…y como todo buen estado Social-Comunista…lo hacen por el bien de la mujer….
realmente los Social-Progres sabran que es lo que le conviene a la mujer? o es que quieren amoldar a la mujer a sus doctrinas y ezquemas ideologicos progresistas?…..como se dice esto es….el Progreso en Marcha….siguiendo las pautas progres de la UE y la Agenda 2030…..
11:59 | 11/02/25
Maria
Yo también estudié Biología o, como se llamaba entonces, Ciencias Biológicas, pero una década antes que tus amigas. Y quería comentar algunas cosillas.
No me voy a ir a la Prehistoria o a la Edad Media, como luego a luego nos van a llevar los sociocomunistas para justificar sus rollos. Hablo de las últimas décadas que es lo que todos los que estamos aquí hemos vivido.
En aquella época, en los 80, las mujeres podíamos estudiar lo que nos diera la gana, como hicimos todas. Pero también es verdad que determinadas carreras no nos atraían porque éramos conscientes de que, a la hora de encontrar trabajo, una mujer lo tenía mucho más difícil que un hombre. Hasta chirriaba un poco oír “arquitecta” o “ingeniera” y, a las doctoras, la gente no sabía si decir “mi médico” o “mi médica”. Por machismo, por prejuicios culturales, como ha apuntado alguien aquí, o por lo que sea. La realidad era esa, que las mujeres lo teníamos bastante más difícil que ahora, en todos los campos, pero sobre todo en los tradicionalmente asociados a los hombres. Por no mencionar a los trogloditas que, cuando el paro estaba por las nubes, decían que los hombres deberían tener preferencia en los trabajos frente a las mujeres y que nuestra incorporación al mercado laboral tenía la culpa de ello. Negar esto es tan absurdo como los que vienen ahora a decirnos que estudiemos Ciencias
14:19 | 11/02/25
Maria
Ya que has mencionado los estudios de Biología, no me resisto a comentar lo satisfactorio que ha sido en mi vida el haber elegido esa carrera. Más que a nivel profesional, me ha dado mucha vida (y nunca mejor dicho) a nivel personal. Probablemente sea la carrera más variopinta que exista. Estudiamos una variedad impresionante de disciplinas, desde Física hasta Fisiología, pasando por Geología, Estadística, Genética, etc.
En los 80 la gente tenía una idea muy vaga de lo que era la Biología y de la Ecología (lo que a mí más me atraía) ni os cuento. Pero a mí me cambió la vida porque me volvió más humilde y me abrió los ojos a apreciar más y mejor las maravillas que nos rodean y a la que somos nosotros mismos.
Y, por supuesto, puedo rebatir con soltura y conocimiento de causa, todos los argumentos estúpidos con los que me vienen los “enteraos” contra ser creyente en Dios, ser firmemente contraria al aborto y no doblegarme ante el tótem del cambio climático (aunque sí es verdad que estamos contaminando como locos y eso nos pasa factura). Además, soy ecologista y voto a Vox (aunque les daría algún que otro tirón de orejas).
14:20 | 11/02/25
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