Ayer ETA, hoy Putin: la misma basura para apoyar que se ceda ante unos criminales

Llevo 20 años escribiendo este blog, por lo que seguramente muchos de sus actuales lectores eran unos niños hace 15 años.

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Una negociación secreta entre los socialistas y ETA

Por aquel entonces, uno de los temas de la actualidad española era la negociación política entre el gobierno socialista de Zapatero y los terroristas de ETA. Los contactos entre esa banda criminal y los socialistas empezaron en 2002, cuando el PSOE estaba en la oposición, según el diario socialista El País reveló en junio de 2007.

El gobierno de Zapatero mintió una y otra vez sobre esos contactos, que finalmente culminaron en octubre de 2011 en un anuncio de ETA diciendo que dejaba de matar. Un anuncio que muchos presentaron como un éxito, pero que tuvo como concesión previa la legalización de Bildu, cuya concurrencia a las elecciones fue prohibida por el Tribunal Supremo en mayo de 2011 por ser una formación "auspiciada por la misma ETA". Una ilegalización tumbada en 2012 por el Tribunal Constitucional, entonces controlado por los socialistas.

A día de hoy, las actas de la negociación entre el gobierno de Zapatero y ETA aún no han sido publicadas. No las publicó ese gobierno, ni el de Mariano Rajoy (del Partido Popular) ni tampoco el gobierno de Pedro Sánchez. ¿Qué hay que ocultar? ¿Qué es tan deshonroso para que se nos impida saber en qué se cedió ante ETA?

ETA pudo rentabilizar haber echado de su tierra a 180.000 vascos

El precio por abandonar el terrorismo no cuesta mucho imaginarlo: el brazo político de ETA fue legalizado sin tener que condenar el terrorismo. De hecho, todavía hoy sigue llamando "presos políticos" a los terroristas de ETA que están en prisión, a los que les organiza homenajes como si fuesen héroes, una humillación a las víctimas consentida por el gobierno de Sánchez. Gracias a aquella negociación entre los socialistas y ETA, hoy en día el brazo político de la banda terrorista tiene más poder que nunca y ya sueña con controlar la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra. Es, además, uno de los aliados del gobierno de Sánchez, que baila al son que le marcan los herederos de ETA.

Mientras tanto, 180.000 vascos que tuvieron que irse de su tierra por culpa del terrorismo de ETA nunca volvieron, dando lugar a un censo electoral que favorece a los partidos separatistas, otorgándoles más representación de la que tendrían si todos esos exiliados siguiesen viviendo en su tierra. Es un éxito para ETA, una forma de hacer rentables sus crímenes, que incluyen el asesinato de 853 personas (entre ellas 22 niños), más de 2.600 personas heridas y mutiladas y casi 90 personas secuestradas, además de miles de extorsionados.

Las infamias que la izquierda lanzó contra los que rechazamos esa negociación

Durante los años de aquella perversa negociación, entre la izquierda española fueron habituales las acusaciones más infames contra los que rechazábamos toda cesión ante el terrorismo. Una de esas acusaciones afirmaba que queríamos que ETA siguiese matando, con lo cual trasladaba la responsabilidad sobre esos crímenes de los terroristas a quienes nos oponíamos a ellos. Otra mentira muy habitual fue afirmar que era imposible derrotar a ETA por medios policiales, ya que siempre que se detenía a algún terrorista, otro pasaba a ocupar su lugar.

Utilizaron esas mentiras para que el Estado de Derecho se plegara ante unos criminales, pagando el enorme precio de la humillación a las víctimas. Todavía hoy hay 379 crímenes de ETA sin resolver, porque tras ese anuncio de la banda criminal en 2011, la izquierda perdió todo interés en seguir persiguiendo a ETA para que pagase por sus crímenes. Una muestra de esa actitud y de las infamias utilizadas por la izquierda en aquellos años la vimos en 2022, cuando Sánchez criticó que se siga hablando del terrorismo de ETA en una respuesta a Inés Arrimadas en la que utilizó estas palabras:

"Desapareció. ETA ya no existe, señoría. Tengo una mala noticia que decirle a usted y a la bancada de la derecha: ETA ya no existe".

En esa bancada estaban sentadas varias víctimas de ETA, y Sánchez les estaba acusando de desear que esa banda criminal existiese. Unas palabras propias de un político sin escrúpulos y sin ninguna vergüenza.

Las mismas infamias contra quienes rechazamos que invadir Ucrania sea rentable para Putin

Para mí ha sido una triste sorpresa ver que hoy, ante otra negociación con otro criminal, Vladimir Putin, vuelven a repetirse esas infamias, en las que se nos acusa a quienes apoyamos a Ucrania de querer que siga muriendo gente por rechazar que la invasión le salga rentable al invasor y por pedir ayuda militar para los invadidos, que desean seguir luchando por la independencia y la libertad de su Patria.

Una vez más, el derecho es pisoteado para sustituirlo por la ley del más fuerte, para entablar una negociación con una pistola sobre la mesa y en la que las víctimas ni siquiera han sido invitadas, igual que ocurrió hace 15 años en España. Una vez más, se pretende compensar en cierta forma a los criminales por haber cometido crímenes, una compensación a costa de las víctimas y que significa lanzar el peligroso mensaje de que el crimen resulta rentable para el que lo comete.

La gran novedad de lo que vemos hoy es que algunos que hace años rechazaron esa claudicación ante ETA, que la denunciaron como una intolerable cesión de un país democrático ante una banda de asesinos totalitarios, hoy están utilizando las mismas infamias que nos lanzó entonces la izquierda, para justificar que se ceda ante Putin, simplemente porque algunos ven con buenos ojos a Putin. Nunca me imaginé que vería algo así. Si me hubiesen dicho hace 15 años que ocurriría esto, sería incapaz de creérmelo. ¿Cómo hemos llegado a esto?

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Foto: Mikhail Svetlov.