La viñeta provida de los Peanuts que hizo reflexionar a Ronald Reagan sobre el aborto

Los Peanuts son una serie de tiras cómicas del dibujante estadounidentse Charles M. Schulz que popularizaton a Charlie Brown y al simpático perro Snoopy.

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El error que Reagan cometió en 1967 siendo gobernador de California

Hace muchos años que soy aficionado a los Peanuts. En 2015 ya os hablé de la película que se estrenó entonces sobre los Peanuts como una buena muestra de cine de valores. Acabo de conocer una historia relacionada con esos personajes que me ha llamado la atención. La publicó Time.com el martes, junto con una carta enviada a Schulz por el entonces gobernador de California, Ronald Reagan.

En aquel momento Reagan se veía atormentado por una decisión política que había tomado en 1967, a los pocos meses de llegar al cargo: la legalización del aborto en California en ciertos supuestos. Se hizo mediante una norma denominada "Ley de Aborto Terapéutico", que permitía matar a niños por nacer hasta la semana 21 de gestación en caso de que el embarazo fuese fruto de violación o incesto o pusiera en peligro la salud física o mental de la madre. Reagan pecó de ingenuo, pensando que esa ley reduciría los abortos -especialmente los clandestinos-, pero lo que hizo fue disparar el número de abortos, ya que el supuesto de salud mental de la madre se convirtió en un coladero legal.

La pregunta de Linus en una tira cómica de los Peanuts en 1970

El 20 de julio de 1970 se publicó una tira cómica de Schulz que precisamente hablaba sobre la vida. Sus protagonistas eran Lucy y su hermano Linus (el dibujante reconoció en varias ocasiones que su lado más espiritual se plasmaba a menudo en las palabras de este niño). En la segunda viñeta de la tira, Linus hacía una reflexión muy profunda sobre un niño por nacer.

"Tengo una pregunta", le decía Linus a su hermana, y añadía: "¿Qué pasaría si hubiese un niño hermoso y muy inteligente en el cielo esperando nacer, y sus padres decidieran que los dos hijos que ya tuvieron son suficientes?" Lucy contestaba: "Tu ignorancia sobre teología y medicina es espantosa". A lo que Linus respondía: "Sigo pensando que es una buena pregunta..."

La carta que escribió Reagan a Schulz sobre esa viñeta

Diez días después, en su carta al dibujante, Reagan escribía a Schulz hablándole sobre "mi héroe Snoopy", pero a continuación añadía: "Sin embargo, escribo particularmente sobre una de tus tiras... que sigue atormentándome de una manera muy agradable". A continuación, Reagan confesaba a Schulz lo que pasó con aquella ley abortista californiana: "El autor de la ley quería llegar hasta el final y simplemente convertirla en una cuestión de elección personal y abierta. Probablemente estudié más sobre ese tema en ese momento que sobre cualquier otra cosa antes o después y finalmente tuve que decirle que vetaría ese proyecto de ley".

Reagan afirmaba que sólo concebía legalizar el aborto en defensa de la vida de la madre, y añadía: "Ha sido mi sentimiento que nuestra religión justifica el hecho de tomar una vida en defensa propia. No puedo aceptar que simplemente por capricho una madre tenga derecho a quitarle la vida a su hijo por nacer simplemente porque cree que el niño no nacerá perfecto o porque simplemente no quiere que la molesten. Bueno, el proyecto de ley fue enmendado para satisfacer mis demandas y lo promulgué. Ahora, sin embargo, he descubierto que algunos de nuestros psiquiatras están particularmente dispuestos a declarar que una "futura madre soltera" tiene tendencias suicidas, y lo hacen con un diagnóstico de cinco minutos. El resultado es que nuestro programa médico financiará más de cincuenta mil abortos de madres solteras en el próximo año con un diagnóstico tan endeble."

Tras esta confesión, el entonces gobernador de California terminaba su carta al dibujante escribiendo: "Bueno, no era mi intención dejarte entrar en todos mis problemas, sino simplemente darte el trasfondo de por qué tocaste un nervio con tu tira el otro día. Muchas gracias".

Reagan acabó abrazando la causa provida y la impulsó desde la presidencia

Reagan y Schulz tenían tres cosas en común: ambos eran cristianos, conservadores y republicanos. Aquella no fue la última carta que le escribió Reagan el famoso dibujante. Tras error cometido con la ley abortista de California y el pesar que eso le provocó, Reagan abrazó la causa provida y fue uno de los presidentes de Estados Unidos que más trabajó por promover la cultura de la vida y combatir el aborto, aprobando en 1984 la llamada política de Ciudad de Méjico, con la que prohibió la financiación con fondos federales de organizaciones que se dedican a promover el aborto. Una política recuperada en 2001 por George W. Bush y en 2017 por Donald Trump.

«No podemos sobrevivir como nación libre cuando algunos hombres deciden que otros no son aptos para vivir y deben ser abandonados al aborto o al infanticidio»

En 1983, en el décimo aniversario de la sentencia del caso Roe vs Wade con la que el Tribunal Supremo legalizó el aborto en EEUU, Reagan publicó un ensayo titulado "El aborto y la conciencia de una nación", en el que escribió lo siguiente: "Abraham Lincoln reconoció que no podríamos sobrevivir como una tierra libre cuando algunos hombres podían decidir que otros no eran aptos para ser libres y, por lo tanto, deberían ser esclavos. Del mismo modo, no podemos sobrevivir como nación libre cuando algunos hombres deciden que otros no son aptos para vivir y deben ser abandonados al aborto o al infanticidio. No hay causa más importante para preservar esa libertad que afirmar el derecho trascendente a la vida de todos los seres humanos, derecho sin el cual ningún otro derecho tiene sentido".

Es curioso pensar que una serie de viñetas de un cómic tan apreciado por millones de personas en todo el mundo pudo servir de inspiración a un gran político como Reagan para dar un paso adelante en la defensa de la vida. Esto sirve para recordanos que hasta nuestros más pequeños gestos y decisiones pueden acabar conmoviendo a otros y animándoles a hacer lo correcto. Es una responsabilidad que debemos tener presente todos los días de nuestras vidas.