Deme un carnet de católico, por favor

 

Supongo que esto ocurre en todos los sitios, pero yo he tenido ocasión de conocer los casos que han coincidido con los ámbitos en los que me he movido. Por eso quería dedicarle un artículo a los expertos en repartir carnets de católico. Les he tenido que soportar unas cuantas veces, así que considero justo prestarles un poco de atención en este rinconcito estrellado de la red.

He tenido la desgracia de conocer a personas que invocaban la caridad con la misma facilidad con que se sumergían en las cloacas de la murmuración, la difamación y la calumnia para conseguir tumbar a otro católico que no cumplía sus estrictas expectativas. La denegación del carnet, según su criterio, no sólo te invalidaba como buen católico, sino también como buena persona. Incluso a veces llevaba consigo la pérdida de la propia concidión de individuo cuerdo y hasta de hijo legítimo. Eso sí, todo con mucha caridad.

Incapaces de admitir determinadas críticas al Gobierno, que consideraban radicales o faltas de tacto, e incluso remisos a todo lo que suene a política (como si fuese algo pecaminoso), les he visto poner a caldo a quien habla o escribe sin atender a su dictado (alguna emisora, por ejemplo), colgándole los calificativos más variados y acusándole de falta de caridad, hasta el punto de reclamar la censura y el despido para el acusado, mientras los expendedores de los carnets de católico presumían de sí mismos como modelos de tolerancia y de respeto por la libertad ajena. Y por supuesto, como ejemplos de caridad, eso que nunca falte.

Después de conocerles, puedo considerarme afortunado de no haber caído en la tentación de detestar aquello que dicen defender. Acertadamente, Pío Moa, en su artículo El moralismo español, hace tres años, advertía que el moralismo "halaga la vanidad de cada individuo de sentirse el juez de los demás". En fin, al borde de los 31, estoy ya cansado de determinados jueces de la moral y de las costumbres ajenas, que te hablan de lo bonita que es la caridad mientras te clavan un puñal por la espalda.

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Comentarios:

  1. Olimpia

    Espero, al menos, que el carné de católico no sea por puntos, porque TODOS nos quedaríamos sin él antes de que el gallo cantara tres veces.

  2. eos

    Que razón tienes. Yo tambien estoy ya cansada de determinados jueces de la moral y de las costumbres ajenas.
    Pero ahora lo que hago es pasar de ellos y procurar no caer en la tentción de hacer lo mismo.

  3. Nadie, don Elfo, es bueno si no acepta a sus amigos tal como son; si los juzga y discrimina en función de si piensan igual o distinto a ellos. Independientemente de la fe que confiesen.

    Y los puñales…ésos sí que no tienen dueño propio. Pueden venir de cualquiera con mal corazón. 🙄

  4. Yo esto que dices, Chesk, lo tengo clarísimo. La mayoría de mis mejores amigos de Vigo son más o menos de izquierdas y no creyentes, y eso me da igual. Es más, me han ayudado a comprender otros puntos de vista, aunque yo siga teniendo los míos.

    Afortunadamente nunca me ha pasado nada de lo que planteo aquí con nadie a quien considerase amigo mío.

  5. No se puede ser de izquierdas y no creyente cuando precisamente los de izquierdas son los que demuestran más fe creyendo en lo que nadie puede ver xD

  6. No se puede añadir nada más a este mensaje. Lo dice todo.
    También me he tropezado con algunos así. Son de los que acaban hundiendo cualquier proyecto.

    Cerrajero, me he reído un montón con tu mensaje 😆

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