Nachtvolk: el Pueblo de la Noche

En Suiza, Vorarlberg (Austria), Baviera (Alemania) y Liechtenstein hay leyendas que hablan de la existencia de seres aterradores que bajan de las montañas a las granjas en las noches de invierno. Se trata del Nachtvolk, el Pueblo de la Noche. Como la Compaña de Galicia, el Nachtvolk lo compone una reunión de espectros cuya aparición se anuncia con diversas sonidos: rugidos de bestias, alaridos humanos, relinchos de caballos y golpes de fustas.

En ocasiones, estos siniestros avisos dejan paso a voces celestiales, ruido de baile y sonido de flautas. Esto se debe, seguramente, a la habitual confusión de las tradiciones europeas que hablan de los elfos con los mitos sobre los fantasmas del Nachtvolk. Sin embargo, y como ocurre aquí, las leyendas del Pueblo de la Noche advierten de los peligros de esta procesión informe caracterizada por su terrible oscuridad: no deben ser vistas ni escuchadas, cualquiera que sea la circunstancia de su inminente aparición.

Las consecuencias de un encuentro con esa marcha diabólica pueden ser diversas: desde simples ataques a estados de éxtasis, hasta llegar al debilitamiento físico del afectado y la muerte.

En los Alpes se dice que esta procesión fantasmagórica se ceba especialmente en los incautos que abandonan los caminos, en las personas que se adentran en las montañas llevadas por la curiosidad y también en quienes osan hacer burla a los espectros.

En fin, espero que estas tradiciones mitológicas no estropeen la imagen idílica de cerveza y prados estilo Heidy que tuviera alguno sobre los Alpes. No es extraño encontrar leyendas como éstas en zonas montañosas de Europa. De hecho, están extendidas no sólo por Galicia, sino por toda la cornisa cantábrica. Claro que a diferencia de la Compaña gallega y de sus paisanas de Asturias y el País Vasco, en el caso del Nachtvolk no he encontrado forma alguna de escaparse o de evitar a la siniestra procesión...