Gallardón sigue aplazando y sigue sin dar nuevos detalles sobre su Ley del Aborto

Hoy La Razón publica una noticia a la que dedica nueve párrafos, algo del todo innecesario si tenemos en cuenta que todo ese texto sólo aporta una novedad, la misma que se señala el titular: "La nueva ley del aborto estará lista antes de tres meses".

Aborto: ¿prepara Gallardón otro coladero?
Un año perdido y más de 100.000 vidas humanas tiradas al cubo de la basura

Y es que la noticia de La Razón abunda en lo que ya había anunciado el Ministro de Justicia: que la nueva Ley del Aborto será de supuestos de despenalización y que excluirá el aborto eugenésico, algo que ya se anunció en julio de 2012. Gallardón se niega a dar más detalles sobre la nueva ley, como apunta el citado diario:

"Respecto a las principales modificaciones de la nueva ley, el ministro explica que hay que esperar a que el Gobierno apruebe el proyecto «antes que desde el ministerio avancemos más su contenido»."

En septiembre Gallardón ya sugirió una copia del 'coladero' abortista de 1985

Aunque Gallardón se niegue a concretar, sí que podemos hacernos una idea de como será su reforma, a la vista de las declaraciones hechas hasta ahora por el Ministro. Sin ir más lejos, el 3 de septiembre en una entrevista concedida a Abc Punto Radio, Gallardón consideró amparables para abortar los supuestos de "peligro cierto para la salud física de la mujer o la salud psíquica de la mujer". Ese supuesto de la salud psíquica se convirtió, durante la vigencia de la Ley del Aborto de 1985, en "un coladero", como denunció la doctora Gádor Joya ese mismo día. La portavoz de Derecho a Vivir recordó a Gallardón que "no hay ninguna patología psiquiátrica que contraindique que una mujer lleve a término su embarazo", y advirtió que "si Gallardón cree que es comparable cualquier trastorno de depresión o ansiedad en la mujer con eliminar la vida del hijo, aquello que decía de proteger la vida del no nacido va a quedar en agua de borrajas".

El Ministro habló de volver al 'consenso' de 1985, un consenso que no existió

Pero indiferente a los datos científicos, el 25 de septiembre, esta vez desde los micrófonos de la Cadena SER, Gallardón habló de volver al "consenso" abortista de 1985, un consenso inexistente si tenemos en cuenta que entonces Alianza Popular -predecesora del PP- votó contra esa ley, y varias docenas de diputados de AP y UCD la recurrieron al Tribunal Constitucional. Un recurso, por cierto, encabezado por el padre del actual Ministro de Justicia. Don José María Ruiz-Gallardón pronunció entonces una declaración muy clara y que ya me gustaría escucharle a su hijo: "No somos partidarios de la despenalización del aborto en ningún supuesto". A esto, a la abolición de la lacra del aborto, es a lo que debería dirigir sus esfuerzos el hoy Ministro, pues estamos hablando de vidas inocentes y de leyes abortistas que -en mayor o menor medida- autorizan a matar a los miembros más débiles de nuestra sociedad: algo monstruoso.

El de hoy ya es el tercer plazo que da Gallardón para esta reforma

Tema aparte es el de los plazos. Repasemos las hemerotecas. En marzo Gallardón dijo que la ley vería la luz en otoño. Al otoño ya no le faltaban más que nueve días para acabarse cuando el 12 de diciembre Gallardón dijo que presentaría el proyecto "en un periodo de tiempo breve". El Ministro de Justicia debe tener un concepto de la brevedad muy peculiar, porque ha pasado más de un mes desde ese último anuncio y ahora habla de "este trimestre", es decir, que podríamos llegar a marzo sin que se hubiese presentado aún el proyecto. De ser así, habría pasado un año desde el primer anuncio de Gallardón sobre esta reforma. Según los últimos datos disponibles, relativos al año 2011, en España se mata a 118.359 niños y niñas no nacidos al año al amparo de la actual Ley del Aborto de 2010. Ése es el precio que tiene en vidas humanas la tranquilidad con la que el gobierno de Rajoy se ha tomado esta reforma, un asunto que -a pesar de costar tantas vidas- el PP no considera urgente, como señaló el 28 agosto la diputada Dolors Montserrat.