Anteayer el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares reclamó la ilegalización de los grupos de ultraderecha que participaron la víspera en el asalto al Centro Cultural Blanquerna de Madrid. Es una petición que me parece del todo razonable, aunque me choca que la proponga este señor. Y es que el año pasado Llamazares defendió un violento asalto de comunistas andaluces a un supermercado calificándolo de "acto de desobediencia civil".
Es el colmo del sectarismo que una agresión se clasifique como motivo de ilegalización o como defendible acto de desobediencia en función de si los agresores son ultraderechistas o ultraizquierdistas. Contra lo que piensan algunos, el uso de la violencia con fines políticos es condenable siempre, lo haga quien lo haga. E igual que el asalto ultraderechista del miércoles debería dar lugar a acciones legales contra los grupos que lo llevaron a cabo, asaltos como los del sindicato comunista de Sánchez Gordillo deberían tener exactamente la misma respuesta por parte de las autoridades. En una democracia no se puede consentir que nadie se sienta legitimado a agredir a otros por sostener una determinada ideología.
Condenados cuatro terroristas de Resistencia Galega esta semana
A pesar del caso señalado, Izquierda Unida aún estaba por mostrarnos un ejemplo aún más desvergonzado de hasta donde puede llegar su sectarismo ideológico en lo relativo a la violencia. Ayer 4 miembros de Resistencia Galega fueron condenados a penas de entre 10 y 18 años de cárcel por delitos como participación en organización terrorista, falsificación de documento oficial y tenencia de explosivos. Entre ellos estaba un individuo que fue detenido cuando transportaba estas tres bombas listas para detonar:
¿Poner bombas es un derecho cívico y democrático?
En junio el socio gallego de IU, Xosé Manuel Beiras, dijo que "el único crimen que cometieron, a mi ver, es ejercer la indignación". Tras conocer la condena, y a pesar de los hechos, ayer Beiras se reafirmó en su posición enmarcando esa sentencia en "la política reaccionaria de involución a respecto de los derechos cívicos y democráticos que se viene practicando por los gobiernos del estado español". ¿Quiere decir Beiras que preparar, colocar y hacer estallar bombas es un derecho cívico y democrático? Porque a esos cuatro terroristas no se les ha condenado por lanzar proclamas independentistas, por montar un mitin o por excederse en el volumen con su megáfono, sino por formar parte de una banda criminal que se dedica a poner bombas.
A pesar de la evidencia, el BNG sigue negando que haya terrorismo en Galicia
Por si alguien piensa que Beiras ha lanzado esas declaraciones por algún tipo de desequilibrio mental, recomiendo leer este comunicado del BNG, que afirma que "en Galiza no existe ningún fenómeno terrorista" y acusa al PP de "crear alarma e implantar la falsa idea de que nuestro país tiene un problema de terrorismo". No es la primera vez que el BNG recurre a la pobre técnica de negar la evidencia para negarse a condenar a un grupo terrorista que usa el nacionalismo gallego como reclamo: recordemos que este verano el BNG se negó a condenar el terrorismo de Resistencia Galega en 58 ayuntamientos gallegos, en casi todos los casos utilizando la misma técnica de hacerse los suecos ante el terrorismo independentista.
Esquerda Unida emite un comunicado digno de Herri Batasuna
Pero los ejemplos de indolencia frente a esa violencia entre la ultraizquierda gallega no se acaban ahí. Volviendo a Izquierda Unida, ayer la federación gallega de IU lanzaba un esperpéntico comunicado que en nada tiene que envidiar a los disparates que lanza su socio Beiras. En esa nota, Esquerda Unida califica la sentencia de "delirante" y de "auténtico 'corta y pega' de la prensa de derechas del estado español en cuanto a calificar de grupo terrorista a RG". Acabáramos: ahora resulta que calificar de "terrorista" a un grupo de ultraizquierda que se dedica a poner bombas es un delirio que sólo se les ocurre a La Gaceta, el Abc o La Razón... Según EU, "el terrorismo realmente existente en nuestro país es el de extrema derecha", y menciona los ataques a sedes de IU y el asalto ultraderechista al Centro Cultural Blanquerna. Entonces, ¿esto es terrorismo y poner una bomba en una sede del PSOE o del PP no lo es?
Pero la sorprendente actitud de IU sobre Resistencia Galega aún va más allá: según esa formación, en la sentencia "se identifica de modo torticero a organizaciones legítimas de la expresión política del independentismo gallego con aparatos de soporte de actividades terroristas". ¿Quiere decir IU que Resistencia Galega es una organización legítima? Por si quedan dudas, el comunicado las aclara al afirmar que "bajo esta sentencia está la intencionalidad de criminalizar cualquier acción de protesta social en el país", acusando a la sentencia de seguir el juego de la "caverna mediática de la derecha". Alucinante. ¿IU incluye poner bombas entre las acciones de protesta social que no son dignas de ser llevadas a los tribunales? En fin, notas así las podría haber firmado Herri Batasuna en sus tiempos sin haber tocado ni una coma...
Resistencia Galega: 137 atentados desde 2005, 33 de ellos con bomba
Una vez vista la propaganda de la ultraizquierda gallega para tapar la realidad, vayamos a los hechos. Resistencia Galega hizo su aparición lanzando un manifiesto en julio de 2005, y haciendo estallar una potente bomba en Santiago tres días después. En septiembre de 2006 la Policía portuguesa encontró un zulo con 26 bombas junto a propaganda de Resistencia Galega en Vieira do Minho. Desde entonces, y sumando su primer atentado de 2005, esa la banda terrorista ha colocado 33 bombas, de las que han estallado 21:
Sumando las bombas, lanzamientos de cócteles molotov y otros ataques de esa banda mafiosa, Resistencia Galega ya lleva 137 atentados, que han provocado daños por valor de 3 millones de euros, según un estudio publicado hace dos semanas. La mayoría de los atentados de Resistencia Galega se han dirigido contra inmobiliarias, sedes del PSOE y del PP, sucursales bancarias, sedes de sindicatos e incluso domicilios particulares. ¿Dónde estaban IU, el BNG y Beiras como para no enterarse de todo esto? ¿O es que no se quieren enterar porque estamos, una vez más, ante una banda terrorista de ultraizquierda?
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(Foto: Miguel Muñiz - Abc)
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Comentarios:
Javier Soria Laso
Malditos sean los de la Resistencia Galega, perdón si he exagerado, pero como bien dices tú, estamos desgraciadamente ante una banda terrorista de ultraizquierda.
Permíteme decirte que las bandas terroristas de ultraizquierda son tan horribles como las de ultraderecha y ambas son peligrosas.
Los 137 atentados cometidos por la Resistencia Galega son iguales a los atentados de ETA.
Indignante lo de esos señores. Se nota que los de IU están de parte de los terroristas, porque como bien dices tú, para ellos un atentado de la Resistencia Galega y otro de la ETA no son una agresión, siento muchísimo decirlo.
Apoyo a las víctimas de esos atentados como apoyo a las de ETA y el 11-M.
Como siempre, buen artículo y muchas gracias.
21:26 | 14/09/13
Carmen
Hipocresía es sinónimo de progresía.
21:33 | 14/09/13
Eudoxo
Se ve que fabricar bombas (y hacerlas estallar cuando no les pillan antes) no merece castigo, pero darle un empujón a Sánchez Llibre o tirar bombas lacrimógenas en un salón sí lo es. Yo creo que todos los «de derechas» con algo de cerebro hemos condenado la aparición siniestra de esos ridículos clones de los nazis griegos dando empujones (como los griegos, que gustan de dan leches a sus contertullios en TV), pero la izquierda (plural o singular) duda y duda cartesianamente antes de condenar a los suyos. Leninismo puro. Gracias por poner eso de manifiesto una vez más.
22:19 | 14/09/13
El Tíol Bastón
Se me viene a la mente la paradoja del asno de Buridan, en la cual el asno es IU (ya parece un rebuzno el acrónimo, oigan) y los dos sacos de alfalfa son el terrorismo de la ultraizquierda y el de la ultraderecha. Lo que Buridan no calculó es que, aunque los sacos de alfalfa fueran perfectamente iguales y estuvieran perfectamente a la misma distancia, el burro siempre tiraría a comer del de la izquierda, desechando al de la derecha, porque la imperfección está en el animal y siempre tirará hacia aquel siniestro lado. Digo.
8:07 | 15/09/13
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