Poema de un soldado

El Ministerio de Defensa ha publicado hoy este vídeo en el que pone voz a un famoso poema anónimo. Lo pongo aquí en homenaje a todos los que sirven a su Patria con honor y lealtad en el oficio castrense.

Yo era lo que nadie más quería ser.
Yo fui donde nadie más quería ir.
Yo terminé lo que nadie más quería empezar.
Yo nunca pedí algo a los que nunca dan nada.
Yo miré al terror a la cara.
Yo sentí el escalofrío del temor.
Yo me regocigé en momentos de amor.
Yo lloré, sufrí y tuve esperanza.
Pero sobre todo, viví esos momentos que otros dicen es mejor olvidar.
Cuando llegue mi hora,
yo podré decir a los demás que estoy orgulloso de ser lo que he sido...
Un Soldado.

Este ejército que ves
Plegaria de un soldado

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Comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tanto el poema como el vídeo.

  2. Alejandra

    Emocionantes palabras de quien ha comprendido el vivir y el riesgo que hay que asumir ante la existencia.

  3. Arturo Mayorga

    Es verso a los que sentimos la PATRIA, aunque vivamos y hemos formado una familia nos llega al alma. Yo pienso que tambien para el honor y desempeño de nuestras FUERZAS ARMADAS, Es aplicable PIU AVANTI (creo que de Almafuerte.
    NO TE SIENTAS ESCLAVO, NI AÚN ESCLAVO, NO TENGAS LA COBARDE INTREPIDÉZ DEL PAVO QUE AMAINA SU PLUMAJE AL PRIMER RUIDO
    SE COMO EL CLAVO ENMOHECIDO
    QUE VIEJO Y RUIN, VUELVE A SER CLAVO
    Y ARREMETE FEROZ YA MAL HERIDO
    QUE ESCUPA Y VOCIFERE VENGADORA, YA RODANDO EN EL POLVO TU CABEZA.
    aAsi se comprtaron, combatieron y cayeron todos los ingtegrantes de la fuerzas ARMADAS ARGENTINAS, por tierra mar y aire.
    Deseo de todo corazón que sean como una piña verde que nadie pueda separar.Pido a Dios me de unos pocos añosmas de vida para verlo. Que nos de Jefes que sea verdaderos conductores de sus hombres, que utilicen el sable para que sus soldados sepan donde estan y los sigan hasta la muerte. DE NADA VALE EL ENTUSIASMO DEL SUBTENIENTE Y LA EXPERIENCIA DELGENERAL SI LLEGAN HASTA DONDE SU TROPA LLEGA.-

  4. Bernardo Gayá Miquel

    Ir donde nadie quiere, no pedir,aceptar que el terror,el escalofrío y hasta el llanto acudirán, aunque algún momento de amor nos regocije, me hace sentir orgulloso de haberlo dado todo, en mi formación como oficial de Infantería en la Academia de Toledo y luego en el Regimiento de Infantería Tenerife Nº 49, Primer Batallón de Guarnición en Las Raíces (La Laguna, S/C de Tenerife), Primera Cía. al mando del Capitán D. Gustavo Gutierrez Mainar, del que tuve el honor de ordenarme el mando de la Primera Sección. Al ser en 1977 una Capitanía General, hicimos maniobras con los tres Ejércitos, muchas de Batallón y muchísimas de Cía. Cuando llegué, en maniobras de ciclo abierto, mi Capitán me ordenó que con el Sargento en la cabina del REO, vigilando velocidad de 25 Km/h desplegara la Sección a dcha. e izqda. en 2 minutos. Por supuesto, yo me tiré el primero, y la Sección a dcha. e izqda. en 1 minuto 20 segundos. En un aparte, mi Capitán me comunicó que yo no debía saltar. Mi respuesta: si mi Sección salta, yo el primero. Nunca se quejó ningún soldado de la 1ª Sección, en las muy duras maniobras al sur del Teide, y de noche a mas de uno le vi andar dormido. Aún me escriben. Caballeros, ¡Un Honor!

  5. Bernardo Gayá Miquel

    Estando de Oficial de Semana de la 1ª Cía del Primer Batallón del Reg. de Infantería Nº 49 de Guarnición en Las Raíces (La Laguna, S/C de Tenerife), con toda la Cía., después de la comida y la correspondiente siesta, desplegada sentada les estaba dando Clase de Formación Militar: «TRASLADO DE HERIDOS», en campo abierto, con cobertura, con el herido grave, con el herido que puede colaborar, y sus diferentes formas de traslado. Esta clase la habíamos dado y deforma práctica en una salida de la Cía. y había cierto conocimiento. En mitad de la charla, me dice el Sargento: «Mi Alférez, se acerca todo un firmamento de estrellas». Como no le entendí me volví y veo enfilándonos hacia nosotros, al Capitán General y todos sus ayudantes, al General Jefe Inspector de Tropas, que ya conocía de una salida de la 1ª Sección, a nuestro Coronel y La Plana Mayor; y a todo esto nuestro Capitán estaba en las Cocheras con los TOAS. Le digo a mi muy querido Sargento:» Me voy hacia ellos y cuando me falten 5 pasos para cuadrarme, manda poner firmes a toda la Cía.».Exactamente, cuando dejé de correr y me faltaban 5 pasos, escucho: 1ª Cía. ¡Firmes!,me hago ligeramente a un lado para que el Capitán General, que se había adelantado un poco del resto, viera bien a la Cía. y me cuadro, saludando:» A la Orden de Vuecencia mi General, sin novedad en la 1ª Cía. Muy cortesmente me devolvió el saludo y preguntó que qué estábamos haciendo. Le informé de todo y ordenó que continuáramos. Mandé descanso y sentarse y proseguimos como si tal cosa. Al cabo de 20 minutos empezó a preguntar, estudios y profesión civil a todos los que iban trasportando supuestos heridos y así durante un cuarto de hora, hasta que decidieron proseguir la visita. Debo decir que cuando iba a dar la charla el el Bar de Oficiales, mandó un ayudante a buscarme y me hizo el inmenso honor de no empezar hasta que llegué. Luego en un aparte, a modo de explicación, me confesó que por un momento pensó que estaba todo preparado y montado; le confesé que mi sorpresa al verle fue enorme. A partir de este momento mis encuentros con nuestro Capitán General, el Tte. General Jesús González del Yerro y Martinez, a petición suya se hicieron frecuentes. Era un hombre de una energía, inteligencia y valor muy grandes. No necesitaba que se le recordara su inmenso poder y agradecía y quería la sinceridad antes que lo cortés. Por una de estas circunstancias extrañas e inexplicables de la vida, tuve el inmenso honor y privilegio que jamás podría devolver de contar con la cercanía y cariño de un ser excepcional, un español auténtico, un militar de inmensa valía con grandísimo valor demostrado en infinidad de ocasiones y que por encima de todo con una gran pasión, su inquebrantable amor al pueblo español. Me gustaría ser merecedor de la confianza que tan gustosamente me regaló.

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