El mapa parlamentario se extiende de la ultraizquierda al centro, sin derecha

Pedro Sánchez no quiere 'más derechas': es decir, que no quiere que haya ninguna

"España no necesita más derechas. Ni la derecha de Rajoy ni la de Rivera." Esta afirmación tan curiosa la hizo ayer Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, en Televisión Española.

Manual del Buen Progre. Capítulo 1: si discrepas de la izquierda eres un 'fascista'
¿Qué hay detrás del horizonte de sucesos de ese agujero negro que es el centro político?

¿Un partido de centro y uno progresista son la "derecha"?

Confieso que las palabras de don Pedro me hacen cierta gracia, pues demuestran el desdén que la izquierda profesa hacia cierta cosa que fue derecha, pero que ha hecho todo lo posible por asumir los dogmas progresistas para hacerse perdonar por la izquierda. De hecho, a día de hoy en el arco parlamentario lo que falta es un partido que nos represente a todos los españoles que nos identificamos como de derechas, pues el PP se declara de "centro reformista" y Ciudadanos afirma que su ideario se nutre del "liberalismo progresista y del socialismo democrático".

Aborto: una supuesta "derecha" que apenas se distingue de la izquierda

Por supuesto, no estamos hablando de meras etiquetas sin consecuencias prácticas. A modo de ejemplo, tanto el PP como Ciudadanos asumen el aborto como un "derecho". En el caso del PP, esto se ha revelado tras la traición a su compromiso electoral de 2011 de reformar la actual Ley del Aborto, instaurada por Zapatero y que Rajoy ha acabado asumiendo como propia. En el caso de C's, su programa defiende una ley de plazos, que implica afirmar el aborto como derecho. Ninguno de los dos partidos reconoce sus derechos humanos a los niños por nacer.

Ideología de género: PP y C's asumen los dictados de la izquierda

Un panorama parecido nos lo encontramos con la actitud de ambos partidos ante uno de los caballos de batalla de la ingeniería social progresista: ni el PP ni C's discuten los dogmas de la llamada ideología de género. El PP, que recurrió al Tribunal Constitucional la reforma de Zapatero para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, ha acabado asumiéndolo. En el caso de C's ya se declaró a favor en 2006. Los dos partidos han llegado a coincidir en el "orgullo gay" junto a la extrema izquierda de la CUP. Así mismo, el PP ha asumido todo el vocabulario socialista sobre la llamada "violencia de género", que atribuye la violencia en la pareja a una guerra de sexos. Ese término engañoso aparece más de 400 veces en la web de C's; en la del PP figura 337 veces.

Sin espacio para una auténtica libertad de educación

En el terreno educativo tanto el PP como C's defienden el llamado trilingüismo, esto es, que a las familia se les imponga una enseñanza en tres idiomas en comunidades como Cataluña, Galicia, el País Vasco o Valencia. Ninguno de los dos defiende la libre elección de idioma en la escuela. En ambos casos, siguen siendo los políticos los que deciden por los padres. En el caso de la enseñanza de la religión, es cierto que el PP no está en línea con la hostilidad laicista, pero ha recortado este derecho en su nueva ley educativa, suprimiendo su oferta obligatoria en bachillerato. Por su parte, C's defiende una escuela pública "laica" que no respetaría el derecho reconocido por el Artículo 27 de la Constitución: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones."

Ninguno de los dos cuestiona el Estado de las Autonomías

En cuanto al Estado, el PP ha demostrado no tener una voluntad seria de reducir su tamaño, habiendo disparado la deuda pública durante el mandato de Rajoy hasta rozar el 100% del PIB. El PP no ha emprendido ninguna reforma para suprimir administraciones innecesarias, más allá de incentivar la fusión de municipios. En este sentido, el ideario de C's sí incluye la supresión de diversas administraciones (desaparición de Diputaciones Provinciales y Consejos Comarcales, y fusión de ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes), pero ni el PP ni C's cuestionan el actual Estado de las Autonomías, que ha generado una España plagada de exclusiones, desigualdades y discriminaciones tan absurdas como la de no poder escolarizar a tus hijos en español, no poder recibir información administrativa en español e incluso ser multado por rotular tu negocio en español en una parte de España. En el terreno de las imposiciones lingüísticas C's ha demostrado más valentía, frente a un PP que en ciertas comunidades está asumiendo las tesis nacionalistas.

Un mapa parlamentario que empieza en la ultraizquierda y acaba en el centro

Podría decirte que el PP y C's son dos opciones políticas del llamado "centro", que asumen de la derecha y de la izquierda lo que les place, pero sin decantarse claramente por la derecha y, en cambio, asumiendo sin rechistar buena parte de los dogmas del progresismo izquierdista. Así, lo que tenemos hoy en España es un mapa parlamentario que empieza en la ultraizquierda, y se extiende hasta un centro cada vez más próximo a la izquierda, sin que exista una derecha parlamentaria propiamente dicha. Pero Pedro Sánchez ni siquiera se conforma con esto. En un mapa parlamentario sin derecha, el mandamás del PSOE ve ya demasiada derecha. Es la paradoja de quienes han cedido una y otra vez ante los dictados de la izquierda, y siguen recibiendo de ésta exigencias para no ser señalados como perversos derechistas. La única opción que existe hoy de que entre en las instituciones una derecha sin complejos y con planteamientos claramente distinguibles de los progresistas, es la que representa Vox. No es casualidad que el PP haya hecho notables esfuerzos para conseguir la asfixia mediática de ese partido al mismo tiempo que sus medios afines daban cancha sin reparos a Ciudadanos. Y es que mientras C's es capaz de restar votos al PSOE -y al mismo tiempo pescar a votantes descontentos del PP para un proyecto que en muchos sentidos, como acabamos de ver, es muy similar al de Rajoy-, Vox podría captar a muchos votantes descontentos del PP que optarán por quedarse en casa o ir a votar con la nariz tapada, una vez más. Si sus votos se tradujesen siquiera en un solo representante de Vox en el Congreso, al menos podríamos hablar de la existencia de una derecha parlamentaria en España, de una voz discordante frente al discurso monolítico del progresismo, especialmente en cuestiones bioéticas.

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(Foto: Flickr PSOE)

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Comentarios:

  1. España siempre fue de izquierdas desde la Transición. Aunque se vote PP, el corazón de los ciudadanos es de izquierdas, o sea la construcción de un Estado de Bienestar que es intocable, este quien este en el gobierno. Ahora que el mundo – los nuevos amos de la economía internacional – ha cambiado, ese Estado se ha convertido en insostenible pero nadie quiere poner el cascabel al gato. Los recortes son la punta del iceberg. Hay mas mar de fondo que se viene encima.La palabra PRIVADO es una mala palabra. Si esto no se rectifica y que se den cuenta de que la creación y animó a la empresa privada es la salvación; simplemente no hay remedio.

  2. Claro, qué cómodo. Yo tampoco quiero que exista la izquierda pero me aguanto.

  3. Russell

    Lo curioso es que, como la gente se queda en la etiqueta, no se dan cuenta de ello. Tendrías que rebuscar muchísimo para que alguien por la calle no te diga que el PP es de derecha-extrema derecha, que es el partido de los obispos y del liberalismo salvaje; para que alguien no te diga que Ciudadanos es de derecha-centroderecha; que UPyD es de centro; que el PSOE es de centro-izquierda o que IU es de izquierda o Podemos son de Izquierda. A cualquiera que le preguntes si hay extrema izquierda te dirá que no la hay.

  4. Russell. Totalmente de acuerdo.

  5. Luisa Carrasco

    La de gilipolleces, con perdón, que hay que escuchar… Cuando le he oído en el telediario he pensado lo mismo. Pero, además, como dice María, qué importancia tendrá que él quiera o no que exista una supuesta oposición a sus ideas políticas… Más de media España, como mínimo, también preferiría que el socialismo ni el comunismo hubiesen existido nunca (y nos tenemos que aguantar, encima, con que la supuesta derecha acepte un montón de sus dogmas). En fin…

  6. Luisa Carrasco

    (Me he comido un «no»: …preferirían que… NO hubiesen existido nunca…).

  7. Ya os vale: me estáis llenando el blog de tacos… y no habéis puesto ninguno en gallego, carallo. 😛

  8. sanabria

    Repito vuelvo a las urnas por VOX .Los demas son mas de lo mismo .EL cancer de España es el Sector Publico ,o lo disminuye VOX o España no tiene solucion .Pobre sector privado ¡¡¡¡¡¡¡¡¡

  9. Sharovarov

    El alcalde de mi pueblo (PSOE) es de los que consideran al PP de extrema derecha. Lo dijo hace poco en una entrevista. Dijo: «El gobierno del PP, la derecha más extrema».

    Pues yo creo que el PP va a rectificar y va a abandonar su deriva hacia los postulados progres: confío mucho, por ejemplo, en los yogurines Pablito Casado y Andreíta Levy, ¡jajajajaja!

  10. Telefunken

    ¿Y quién iba, entonces, a generar la riqueza que dilapida la izquierda siempre que gobierna?

  11. Luis Miguel López

    En mi opinión, todo aquel que se deja llevar por el discurso del miedo -vótame a mí para que no gane el otro que es peor- no deja de ser un pobre borrego que obedece las órdenes de su pastor.
    Si en éstas elecciones, los votantes de derechas o liberales no encuentran su opción, VOX, y se abstienen, o votan en blanco, o peor, votan con la nariz tapada al PP, demostrarán su condición borreguil y no les quedará más salida que buscar el consuelo del rebaño para lamerse mutuamente las heridas que se han dejado producir.
    Saludos

  12. Sharovarov

    (En relación a mi comentario anterior) No debería de haber utilizado el verbo «considerar». La verdad es que no me imagino que el alcalde socialista de mi pueblo considere verdaderamente que el PP sea de extrema derecha. Ni él ni prácticamente ningún otro miembro de la izquierda oficial. Otra cosa muy distinta es que digan eso porque saben sobradamente que en este país hay muchos tontos que sí se lo creerán, y claro, eso les beneficia políticamente. Creo que incluso es probable que una buena parte de izquierdistas oficiales ni siquiera piensen que el PP actual sea ya de derechas, pero claro, no les conviene que se sepa: ¡la gente podría llegar a conclusiones parecidas a las de Elentir!

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