Lo que sobra en Alsasua no es la Guardia Civil: lo que sobra es la gentuza proetarra

Ayer el PSOE, Geroa Bai (la marca navarra del PNV) y Goazen Altsasu (la marca local de Podemos) firmaron una declaración institucional en la que hacen gala de la más repugnante equidistancia.

Frente a los proetarras, apoya a la Guardia Civil
Carta a los funcionarios de la Policía y la Guardia Civil de un ciudadano agradecido

Lo que hacen cuando les cuesta condenar un acto de violencia

Tras referirse a que "cuatro personas de Alsasua (dos miembros de la Guardia Civil y sus parejas) fueron gravemente agredidas en nuestra localidad", sin decir de qué ideología eran los agresores, el comunicado afirma que el Ayuntamiento de Alsasua "condena los actos violentos ocurridos, como cualquier grado de violencia, incluidas las pequeñas violencias provengan de donde provengan." Estamos en lo de siempre: cuando les cuesta condenar una agresión, siempre tienen que decir lo de que ellos están contra toda violencia, para así dar la impresión de que la violencia es un problema generalizado y no algo provocado por un grupo muy concreto. Esto lo vienen haciendo los separatistas y la ultraizquierda desde hace décadas. Ahora se les suma el PSOE.

Critican la presencia de la Guardia Civil pero no la presencia proetarra

Pero lo más asqueroso del comunicado es el punto 4:

"El Ayuntamiento de Alsasua muestra su preocupación y malestar por la masiva presencia de la Guardia Civil en nuestra localidad a raíz de los sucesos ocurridos. Presencia que no ayuda a crear un clima de convivencia."

En todo el comunicado no hay ni una queja contra la presencia de violentos proetarras en la localidad: la única queja es por la presencia de la Guardia Civil. A socialistas, separatistas y podemitas lo que les molesta es que los compañeros de los agredidos, en el cumplimiento de su deber y frente a un linchamiento premeditado y que pudo tener consecuencias fatales, acudan a la localidad a detener a los delincuentes que cometieron esa agresión. Es el colmo de la infamia. Con esta declaración, que llega a unos extremos de ruindad que definen moralmente a sus firmantes, el PSOE se retrata junto a los separatistas y la ultraizquierda podemita, en plena sintonía con ellos. Hay que recordar que los socialistas navarros perdieron 7.000 votos y dos escaños en las últimas Elecciones Autonómicas. Es la consecuencia de llevar décadas comportándose como los portamaletas del nacionalismo vasco. Y lejos de escarmentar, siguen haciéndolo.

No ha terminado el terrorismo: la mafia etarra sigue actuando

Frente a esa miserable declaración institucional quiero manifestar mi total apoyo a la Guardia Civil, y muy especialmente a los dos que fueron agredidos junto a sus parejas. La presencia de la Benemérita en tierras navarras y vascas es una garantía de orden, de seguridad y de libertad para aquellos que sufren la amenaza de un terrorismo que -digan lo que digan algunos- aún no ha desaparecido de Navarra ni de las vecinas provincias vascas. Porque terrorismo es que te peguen un tiro en la nuca o te pongan una bomba-lapa bajo el coche, que te extorsionen y te amenacen, y también es terrorismo que docenas de matones intenten linchar a cuatro personas por ser guardias civiles o esposas de los mismos, una brutal agresión con la que la mafia etarra intenta, además, amedrentar a los que no se someten a sus dictados, es decir, imponer el terror.

No se puede negociar el cumplimiento de la ley con terroristas

Hay que recordar, además, que estos matones están en las instituciones y tienen acceso al censo y a fondos públicos, porque hace cinco años -pasado mañana será el aniversario- ETA declaró una tregua-chantaje, según la cual ellos dejaban de matar y a cambio el Estado legalizaba sus marcas electorales, liberaba a terroristas presos y miraba hacia otro lado, como ha venido ocurriendo desde entonces ante el reiterado incumplimiento de la Ley de Partidos por quienes, ya desde las instituciones, siguen sin condenar ni los asesinatos cometidos por ETA durante décadas, ni las agresiones proetarras como la sufrida por los dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua la semana pasada. Todo esto ocurre -hay que decirlo- porque el Estado cedió al chantaje de ETA desde el mismo momento en que aceptó negociar el cumplimiento de la ley con una banda terrorista, algo que no debería hacer ningún Estado de Derecho mínimamente coherente.

No se puede seguir consintiendo que respetar la ley sea algo opcional

Ya es hora de poner las cosas claras después de cinco años de tomaduras de pelo: lo que sobra en Alsasua no es la Guardia Civil, sino los proetarras, igual que sobran en todas las localidades navarras y vascas y en cualquier otro sitio de España. Sobra en las calles y en las instituciones. Quienes no condenan el terrorismo no pueden tener cabida en una sociedad democrática. Lo que debe hacerse con ellos es lo que se venía haciendo antes de que Zapatero decidiese tirar por la borda la política de firmeza frente al terrorismo: hay que emplear todos los medios policiales y judiciales que sean necesarios para que quienes recurren a la violencia con fines políticos o la justifican paguen por ello. Ninguna sociedad civilizada puede consentir la situación que se está viviendo en buena parte de España, donde se está transmitiendo el mensaje de que saltarse las leyes sale gratis y es una opción política o ideológica como otra cualquiera. Frente a ese intento de poner patas arriba nuestra convivencia, el Estado debe actuar, y uno de los medios que tiene para ello es, precisamente, la Guardia Civil, un cuerpo que no debe abandonar ni Navarra ni el País Vasco. Antes bien, lo que debería hacerse es aumentar su presencia.

¡Viva la Guardia Civil!