Separatismo y ultraizquierda mienten para pedir que el delito quede impune

¿Presos políticos? No: presos por acosar a la Guardia Civil y destrozar tres de sus vehículos

La Audiencia Nacional decretó ayer prisión preventiva para Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, jefes de las asociaciones separatistas ANC y Òmnium Cultural, por un presunto delito de sedición.

Puigdemont culmina su golpe separatista, un crimen que no puede quedar impune
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Un acto violento de acoso a guardias civiles y a una secretaria judicial

La Audiencia Nacional ha señalado a Sánchez y Cuixart como los principales instigadores y organizadores del acto violento de acoso sufrido por agentes de la Guardia Civil y por una secretaria judicial el 20 de septiembre en Barcelona, cuando miles de separatistas, convocados por la ANC y por Òmnium, mantuvieron retenidos durante horas a los agentes y a la secretaria cuando practicaban diligencias en la consejería de Economía de la Generalidad. Durante aquel acto de acoso, los manifestantes separatistas destrozaron y saquearon tres todoterrenos de la Guardia Civil, rompiéndoles los cristales, pinchándoles las ruedas, haciendo pintadas en sus carrocerías y robando de su interior mochilas pertenecientes a los agentes e incluso armas que se encontraban en el interior de los vehículos.

Sánchez y Cuixart fueron los intigadores de la manifestación violenta

En ese acto de acoso, Sànchez y Cuixart fueron fotografiados subidos a los vehículos destrozados, dirigiéndose a la multitud:

La Audiencia Nacional señala lo evidente: que fue una protesta violenta, y añade que en ella tuvieron un "papel clave" los dos acusados, "alzándose además como sus principales promotores y directores, manteniéndose al frente" de las concentraciones durante todo el día. Sànchez y Cuixart llevaron la "iniciativa en una pretendida negociación con los guardias civiles, alentando y dirigiendo la acción de los congregados, incitándoles a permanecer en el lugar e impartiéndoles órdenes". Se trata de hechos muy graves, tipificados por el Artículo 544 del Código Penal como delito de sedición, que es el que cometen aquellos que "se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales." Conforme al Art. 545, y tratándose de los inductores de ese acto de sedición, a los acusados podrían imponérseles penas de cuatro a ocho años de prisión.

El separatismo y la ultraizquierda mienten para defender a los detenidos

Como era previsible, el separatismo catalán y sus tontos útiles no han tardado en acudir en auxilio de los detenidos, presentándoles como presos políticos. El sirviente favorito de la casta separatista, Pablo Iglesias, insinuaba anoche que los acusados están detenidos por ser "independentistas catalanes":

El dirigente e ideólogo podemita Juan Carlos Monedero, en la misma línea, sostiene que los Jordis han sido detenidos porque "querían votar":

Pero el que ha batido todas las marcas de cinismo ha sido el cabecilla del golpe separatista. En un mensaje en inglés, Carles Puigdemont ha calificado a los detenidos como "presos políticos" y ha asegurado que están en prisión "por organizar manifestaciones pacíficas":

Esto ya es el colmo de la desvergüenza. Me pregunto si dirían lo mismo si alguien hubiese hecho esto con sus coches:

El asalto de Blanquerna y el doble rasero del separatismo y de Podemos

Pero no hay que irse muy lejos para comprobar el doble rasero de estos individuos. Precisamente unos días después de ese acto de acoso a la Guardia Civil, se confirmó la entrada en prisión de varios falangistas que participaron en el asalto al Centro Cultural Blanquerna en Madrid en septiembre de 2013. Los acusados fueron condenados a penas de entre 6 y 8 meses de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid en febrero del año pasado. En enero de 2017 el Tribunal Supremo elevó las penas, lo que implicaba el ingreso en prisión de cuatro de los acusados, condenados a penas de entre tres años y once meses y cuatro años y dos meses de cárcel. Como recordaremos, se trató de un hecho delictivo de menor gravedad que el que supone acosar durante horas a agentes de la ley y destrozar tres de sus vehículos. Sin embargo, ni Puigdemont ni los dirigentes de Podemos consideraron "presos políticos" a esos falangistas.

El objetivo de la ultraizquierda: beneficiarse de la inestabilidad creada por el golpe separatista

Por supuesto, la condición imprescindible para una democracia lo sea es que nadie esté por encima de la ley. Cometer un delito tan grave como el de sedición no es una conducta que pueda quedar impune. Intentar impedir la acción de las fuerzas del orden por medio de la violencia entrará dentro de lo que el separatismo y la ultraizquierda consideran aceptable -siempre que lo hagan sus afines, claro-, pero eso en un Estado de Derecho es intolerable. Lo que supone un insulto a la democracia es que ahora estén llamando "presos políticos" a esos sediciosos, un término que ya usaron para apoyar al terrorista etarra Arnaldo Otegi. Y es que para el separatismo catalán y para sus chachas de Podemos, la ley está para que la cumplan los demás, no ellos. Si dejas de pagar las tasas municipales o una multa de tráfico en un ayuntamiento gobernado por Podemos, te imponen una sanción los mismos que creen que un delito de sedición no debe tener consecuencias. Los que no creen en la democracia son los que llaman "presos políticos" a los promotores de un ataque golpista contra España y contra nuestro régimen de libertades. Y si Podemos apoya a esos presos es, precisamente, porque pretende desestabilizar nuestra democracia para obtener un beneficio político del caos y de la tensión política. Por eso pretende que el golpe separatista en Cataluña quede impune.

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Comentarios:

  1. NO HAY PRESOS POLÍTICOS,SON POLÍTICOS PRESOS

  2. Sharovarov

    Parece que quieren que se concentre hoy la gente con velas por los «presos políticos».

  3. pacococo

    Ni siquiera son políticos presos, son gentuza donde debe estar.

    Como he comentado otras veces, nunca debimos llegar a esto. Se debió cortar hace veinte años, diez, cuando el señorito sacó mayoría absoluta, cuando convocaron el referéndum. Pero el señorito estaba leyendo el Marca. Ahora ya lo único que cabe es precisamente esperar. Es la guerra de nervios, al que primero los pierda…

    No podemos olvidar que hay muchos extranjeros y españoles esperando la orden de hacer guerrilla urbana, por eso es tan importante la paciencia. Cortar el dinero de forma que no reciban nada y se irán y cuando se vayan y los entusiasmos del «pueblo» desciendan, leña al mono. Pero me temo que en vez de leña, le dará toda clase de auxilios.

    Él sabrá si quiere ganar las elecciones o no.

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