Hoy se cumplen 100 años de la inauguración del Monumento al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles de Getafe (Madrid), ceremonia presidida por el entonces Rey de España Alfonso XIII.
La consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús
La elección de ese lugar para el monumento -obra del arquitecto Carlos Maura Nadal y del escultor Aniceto Marinas y García- no fue casual, ya que el Cerro de los Ángeles ha sido históricamente considerado el centro geográfico de España. Según relataba el diario Abc al día siguiente, a la inauguración asistió el gobierno de Maura en pleno (salvo el ministro de Gracia y Justicia), el Nuncio de Su Santidad, y los obispos de Madrid-Alcalá, Barcelona, Badajoz, Sión, Cuenca, Málaga, Segovia, Sigüenza, Zamora, Palencia, Guadix, Calahorra, San Luis de Potosí, Ciudad Real, Plasencia, Tenerife, Almería y Fessea (Marruecos), además de los auxiliares de Málaga, Valladolid y Toledo.
El numeroso público dedicó una ovación a los Reyes a su llegada al Cerro, dando vivas a Sus Majestades, a España y al Sagrado Corazón. En un momento de la celebración, el Rey "descendió de la tribuna, seguido de toda la Familia Real, y subió luego solo al pedestal donde se hallaba colocado el altar", relataba el Abc. Allí pronunció las siguientes palabras:
"Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón de Dios Hombre, Redendor del mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan:
España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituído en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades esta gran Patria española, fuerte y constante en el amor a la Religión y en su adhesión a la Monarquía.
Sintiendo la tradición católica de la realeza española y continuando gozoso la historia de su fe y de su devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la tierra a establecer el reino de Dios en la paz de las almas redimidas por vuestra sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa Ley: reconocemos que tenéis por blasón de vuestra divinidad conceder participación de vuestro Poder a los príncipes de la tierra y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz. Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.
Venga, pues, a nosotros tu Santísimo Reino, que es reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la ciencia y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias.
Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosamente de la común desgracia de la guerra, que tantos pueblos ha desangrado: continuad con nosotros la obra de vuestra amorosa providencia.
Desde estas alturas que para Vos hemos escogido como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos para que en la pacífica armonía de todas las clases sociales encuentren justicia y caridad que haga más suave su vida, más llevadero su trabajo. Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la nación y defensa del derecho. Bendecid a todos los que aquí reunidos en la cordialidad de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria queremos consagraros nuestra vida pidiéndoos como premio de ella el morir en la seguridad de vuestro amor y en el regalado seno de vuestro Corazón adorable. Así sea".
Con aquellas palabras, el Rey Alfonso XIII consagró España al Sagrado Corazón de Jesús. Unos años después, la Nación pasaría una de sus más cruentos momentos, que dejó una triste huella de sangre y destrucción en este monumento.
Los mártires del Cerro de los Ángeles y la destrucción del monumento
El sábado 18 de julio de 1936 estalló la Guerra Civil española. Ese mismo día, 30 miembros de las Compañías de Obreros de San José y del Sagrado Corazón de Jesús acudieron al Cerro de los Ángeles a una vigilia de adoración nocturna. Al terminar la misa, ya de madrugada, la mayoría de los congregantes volvieron a Madrid, a excepción de cinco:
Los cinco se quedaron en el Cerro para proteger el monumento. Los habitantes de una finca cercana les denunciaron al verles rezar el Rosario y bendecir la mesa antes de comer. El 23 de julio fueron asesinados por milicianos rojos. En el momento de su asesinato los cinco miraban al monumento, y su último aliento fue para gritar un "Viva Cristo Rey", antes de que sus cadáveres se desplomasen en el suelo del Cerro, donde fueron abandonados un día entero. Hoy los restos de aquellos cinco mártires descansan en el interior de la iglesia situada bajo el nuevo monumento.
El 28 de julio, cinco días después de ese crimen, milicianos rojos acudieron al Cerro de los Ángeles y se hicieron una foto "fusilando" literalmente el monumento. Una foto real, pero que algunos izquierdistas han tachado durante años de falsa, a pesar de que está sobradamente documentada su autenticidad: así quieren borrar el rastro de aquella infamia. Destruyeron todas las esculturas con cinceles, con cables tirados por un tractor y finalmente con dinamita. Los milicianos necesitaron cinco explosiones para derribar por completo el monumento, ya que milagrosamente resistió los primeros intentos de demolerlo: un odio y un ensañamiento idénticos a los mostrados años después por los talibanes y de los terroristas del ISIS con otras obras arquitectónicas. Finalmente, le cambiaron el nombre al lugar por "Cerro Rojo".
Después de la guerra, el Cerro de los Ángeles recuperó su nombre original y se construyó otro monumento, inaugurado en 1965 situado en el mismo lugar que el antiguo. Los restos del monumento original fueron dejados delante del nuevo monumento como testimonio de la ola de fanatismo anticatólico desatada por el comunismo y por sus cómplices en España. Bajo estas líneas podéis ver algunas fotos de los restos del monumento original que hice el 19 de abril de 2011. Sirvan estas imágenes como homenaje a aquellos mártires.
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Comentarios:
Luis Carlos
Y encima los grandes medios de comunicación como la industria de Hollywood en vez de denunciar las barbaridades cometidas en nombre de la revolución siguen empeñados en presentar al cristianismo como la amenaza y no como víctimas de la intolerancia.
10:31 | 30/05/19
Blanca
Realmente esta gente estaba poseída por Satanás. Hace falta mucha maldad para realizar un acto así. ¡Y que ahora lo quieran tapar diciendo que los «malos» fueron las víctimas! Y todos los medios de comunicación, subvencionados en su gran parte por la masonería, dándoles la razón a estos canallas que nos gobiernan.
13:13 | 30/05/19
Eduardo
Me quedo sin palabras como el hombre se combierte en un ser humano despreciable para conquistar, es despreciable, me da pena y vergüenza hacer una reflexión sobre este tema.
9:17 | 31/05/19
ivan
Esto no sale en la primera cadena
16:42 | 31/05/19
Manuel Ros Amo
El próximo 30 de junio se hará, después de 100 años, una nueva consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús . ¡ Que S. M. el Rey Felipe VI , inspirado por nuestros Santos y Mártires, tenga el tirón, de hacerlo personalmente !. Una consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús ayuda mas que todos los millones de votos que tantas veces introduzcamos en la urnas.
23:32 | 4/06/19
josemaria
Viva el Rey. Viva Cristo Rey
11:10 | 4/08/19
Jose
Además de todo lo revelado en la historia, aquí que es verdad. Quiero añadir que intentaron destruirlo y al no poder echaron mano de expertos en explosivos, como eran algunos mineros asturianos. Lo más bonito de la historia es que la cabeza la desfiguraron pero esta íntegra y la piedra donde estaba el corazón de Jesús en el pecho, está intacta del todo y la conservan unas monjas en su convento en Burgos, y allí se puede visitar. Es un mensaje del “ Reinare en España”
Los masones tras este acto del Rey Alfonso XIII, le dijeron que acababa de poner el primer pie fuera de España……
Jose C.
19:31 | 31/05/20
Jose figel
Muy bien documentado este desgraciado suceso. Se impone su difusión. Y lamentablemente, al actual «rey» de España no le van a dar las agallas para esta consagración, y seguramente la hará un religioso.
20:55 | 31/05/21
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