A pesar del desarrollo de los misiles superficie-aire, la artillería antiaérea basada en el uso de cañones sigue teniendo una enorme importancia hoy en día.
Este tipo de artillería se utiliza para abatir blancos a corta distancia, tanto aviones como drones, pero especialmente misiles. El problema a la hora de destruir estos blancos es dispersar el mayor número posible de proyectiles (o de fragmentos de éstos) y a una distancia determinada para conseguir derribar el objetivo.
Rheinmetall Defence mostró hace unas semanas cómo es el funcionamiento de uno de los sistemas más avanzados de defensa antiaérea de baja cota: los proyectiles Oerlikon Ahead Air Burst Munition. El sistema Ahead dispara ráfagas de 24 proyectiles a una alta velocidad contra el objetivo. Cada proyectil es programado por un inductor electromagnético situado en la boca del cañón, que lo configura para activarse y separarse en 152 subproyectiles de tungsteno de 3,3 gramos cada uno, de tal forma que se forma una nube de metal de forma cónica que arrasa con el objetivo:
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Comentarios:
Julio Tuñón
Verdaderamente abrasador, para que el enemigo se eche a temblar, la forma de disparar y de dispersarse el proyectil es increible, alucinante.
16:01 | 7/09/20
wladimir
sorprendente….
un practico y efectivo sistema de defensa antiaerea de ultima generacion….
11:18 | 7/02/22
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