Desmontando el bulo de Irene Montero para promover una guerra entre hombres y mujeres

Desde hace tiempo, la izquierda, empeñada en promover una guerra de sexos, viene afirmando la existencia de una "brecha salarial" entre hombres y mujeres.

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¿Las empresas se ahorran 51 días del sueldo de las mujeres al año?

Ayer mismo, la diputada de Podemos y ministra de Igualdad Irene Montero afirmaba: "Las mujeres trabajan casi dos meses gratis. Por ser mujeres". Para respaldar esa afirmación enlazaba una noticia del diario El Periódico que, a su vez, recoge sin más lo que dice un comunicado del sindicato socialista UGT. En dicho comunicado se afirma que "las mujeres en España trabajan 51 días gratis con respecto a los hombres, o lo que es lo mismo las empresas se ahorran 51 días del sueldo de las mujeres al año". UGT basa esta afirmación en un comunicado publicado el año pasado por el propio sindicato.

Una mentira que echa por tierra el Estatuto de los Trabajadores

Es completamente absurdo y una colosal mentira afirmar que en España "las empresas se ahorran 51 días del sueldo de las mujeres al año". Hay que recordar que en su Artículo 17 el Estatuto de los Trabajadores considera "nulos y sin efecto los preceptos reglamentarios, las cláusulas de los convenios colectivos, los pactos individuales y las decisiones unilaterales del empresario que den lugar en el empleo, así como en materia de retribuciones, jornada y demás condiciones de trabajo, a situaciones de discriminación directa o indirecta desfavorables por razón de edad o discapacidad o a situaciones de discriminación directa o indirecta por razón de sexo, origen, incluido el racial o étnico, estado civil, condición social, religión o convicciones, ideas políticas, orientación o condición sexual", entre otros.

Así mismo, el Artículo 28 de ese Estatuto, titulado "Igualdad de remuneración por razón de sexo", establece lo siguiente: "El empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo de igual valor la misma retribución, satisfecha directa o indirectamente, y cualquiera que sea la naturaleza de la misma, salarial o extrasalarial, sin que pueda producirse discriminación alguna por razón de sexo en ninguno de los elementos o condiciones de aquella".

Así pues, si el Gobierno conoce casos en los que se incumplen los preceptos señalados, lo que tiene que hacer es denunciarlos ante los tribunales. Si en España se diese la situación generalizada de discriminación salarial por razón de sexo, estaríamos todos los días conociendo sentencias condenatorias contra empresarios que hayan incurrido en esa práctica. Sin embargo, no ocurre nada parecido. Los casos de discriminación salarial son puramente excepcionales.

'Brecha salarial': una trampa estadística para fomentar el victimismo

En realidad, la llamada "brecha salarial" no parte de un análisis sobre casos reales de discriminación salarial. Con ese término, la izquierda quiere vendernos la idea de que las mujeres cobran menos por hacer el mismo trabajo, pero no es verdad. La propia Comisión Europea, que también se dedica a promover ese mito izquierdista, señaló hace dos años en qué consiste: "La brecha salarial de género es la diferencia en el salario bruto medio por hora que ganan los hombres y las mujeres en la economía". He señalado la palabra "medio", porque en ella estriba el truco de esa manipulación estadística, que consiste en sumar los sueldos de todos los hombres y todas las mujeres, dividirlos por el número de horas trabajadas y compararlos.

Así pues, el concepto de la "brecha salarial" no parte de una comparación entre trabajos iguales, sino entre trabajos muy distintos, con distintos horarios, distintas cualificaciones y por tanto distintas remuneraciones. Ese concepto no tiene en cuenta, por ejemplo, que entre las mujeres son más frecuentes los contratos de media jornada, peor remunerados que los de jornada completa. Además, tampoco se tiene en cuenta a los cargos directivos, ocupados en su mayoría por hombres por un hecho que no acaban de encajar las feministas: hay muchas menos mujeres que hombres dispuestas a asumir los sacrificios personales que conlleva un cargo directivo (muchas horas de trabajo y muy poco tiempo para pasarlo con tu familia).

Cuando la izquierda y los grupos feministas dicen que se paga menos a las mujeres que a los hombres por hacer el mismo trabajo, es una mentira. No comparan trabajos iguales, ni horarios iguales, ni cualificaciones iguales. El mismo concepto de "brecha salarial", tal como está planteado, es una trampa estadística para fomentar el victimismo del que le gusta sacar tajada a la izquierda. De hecho, con una trampa estadística como ésa se podrían afirmar "brechas salariales" entre madrileños y gallegos, entre gente de la ciudad y del campo, entre cristianos y musulmanes, y entre otros colectivos sociales.

Una trampa estadística parecida a las 'balanzas fiscales' de los separatistas

Como ya señalé aquí en 2008, algún medio ya ha intentado crear enfrentamientos incluso entre provincias gallegas basándose en la misma trampa, con el famoso cuento de las "balanzas fiscales". En Cataluña, el gobierno separatista suele recurrir a esta trampa para reclamar más dinero al Estado. No hay discurso victimista que no encuentre cobijo en esa burda manipulación estadística. La paradoja es que ese bulo sea promovido por el mismo gobierno que quiere vigilar a los medios para combatir la "desinformación". ¿Nos va a vigilar el mismo gobierno que difunde bulos como ése?

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Foto: Ministerio de Igualdad.