Estos días se habla mucho sobre la eutanasia en España, pero en unos términos que ya dan miedo, porque ya no es sólo la eutanasia lo que defienden algunos.
De hecho, la gran mayoría de los argumentos que estoy leyendo en la red no van en línea sólo con la defensa de la eutanasia, esto es, de que te maten o te ayuden a matarte en caso de tener una edad muy avanzada o una grave enfermedad. Lo que muchos están defendiendo son ya argumentos a favor del suicidio como derecho, sin ninguna restricción. Un absoluto despropósito.
Eutanasia y esclavitud: alarmantes paralelismos
Sobre esta cuestión, Domingo Soriano escribe un muy acertado artículo en Libertad Digital, titulado "La eutanasia 'liberal'" cuya lectura recomiendo. Me quedo especialmente con estos dos párrafos en el que da en la diana en lo que respecta a los argumentos que se están usando por parte de los defensores de la eutanasia, incluidos los promotores de la infame ley aprobada ayer en España:
"¿Permitiríamos que una persona se vendiese libremente como esclava para el resto de su vida? Si decimos que sí, que es posible aunque casi nadie dice que sí, surge otra pregunta complicada: ¿y si luego cambia de opinión? Pero con la eutanasia no se puede cambiar de opinión.
Y si, como la gran mayoría de las personas, respondemos que no, que no puedes venderte como esclavo para el resto de tu vida, la pregunta es más compleja: ¿puedes pedir lo más (que te maten) y no lo menos (vivir, pero como esclavo de otro)?"
A la comparación entre esclavitud y eutanasia, los defensores de ésta suelen contestar -estirando mucho la demagogia- que a fin de cuentas muchos trabajadores hacen su labor en unas condiciones de esclavitud, y lo hacen porque quieren. Pero no es verdad. La esclavitud es que un ser humano tenga a otro ser humano como una propiedad, y que el segundo no tenga siquiera la condición de ciudadanos y los derechos asociados a ella, como llegó a afirmar la Corte Suprema de EEUU en 1857 en el Caso Dred Scott contra Sandford.
La eutanasia es algo aún más radical que la esclavitud consentida
Pues bien: lo que algunos están defendiendo como la panacea de lo liberal -ahí está el caso de Ciudadanos- es algo aún más radical e irreversible que una "esclavitud consentida" de por vida, pues incluso un esclavo que hubiese pedido renunciar a su condición de persona de por vida para convertirse en propiedad de otra persona, podría cambiar de opinión y ser liberado: la víctima de la eutanasia -o del suicidio asistido que ya defienden algunos- ya no tendrá esa opción. Su decisión ya no tiene vuelta atrás, salvo que Dios le devuelva la vida.
Como bien dice Soriano, no es coherente que un Estado prohiba una forma de explotación como sería una esclavitud consentida, ya que atentaría contra la dignidad humana, pero consienta la eutanasia. La dignidad humana debe defenderse siempre. De hecho, y como bien apunta el articulista de Libertad Digital, los argumentos que manejan los defensores de la eutanasia son muy peligrosos: ¿acusarían de coacción, acaso, al que consiga evitar que una persona se suicide?
¿La eutanasia se va a aplicar a personas plenamente conscientes?
Ya puestos, aprovecho para recomendaros también otro artículo sobre la eutanasia desde un punto de vista liberal, éste de Cristina Losada y también en Libertad Digital. Me quedo especialmente con esto: "en la mayor parte de los casos, el derecho a la eutanasia consiste en el derecho de otros a decidir sobre la muerte de una persona. ¿O creen los devotos de la eutanasia, y los que se suben al carro por razones tan de peso como que las encuestas dan a favor, que van a solicitar la eutanasia personas en buen estado de salud mental y física y en condiciones de casi perfecta independencia?"
Sobre lo que apunta Losada, recordemos los casos de los niños Charlie Gard y Alfie Evans, ambos en el Reino Unido, a los que se les aplicó la eutanasia contra la voluntad de sus padres, que reclamaban poder dar a sus hijos tratamientos para salvar sus vidas. Hace sólo dos meses se anunció que Holanda, pionera de la legalización de la eutanasia, está en trámites de aplicarla también a niños menores de 12 años. Es decir, que niños que no tienen edad siquiera para votar, o que en algunos casos no tendrán aún pleno uso de razón, van a poder pedir que les maten. Una vez más se confirma la teoría de la pendiente resbaladiza. ¿Es esto lo que algunos defienden como la panacea del liberalismo y de la humanidad?
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Comentarios:
José
Es curioso que un gobierno socialconunista sea títere de poderosos multibillonarios y ponga en práctica todos los disparates que les ordenan.
Inmigración ilegal descontrolada, aborto, calentamiento global, nazionalisnos, ocupación, destrucción y manipulación de la historia, ideología de género…
Y de postre la eutanasia…
En las próximas elecciones que se celebren en España es de vital importancia controlarlas para evitar el fraude.
Haciéndolo así, lo más probable es que los españoles manden al paro a la mayor parte de los miembros de la banda que gobierna hoy en España.
Ese será el momento de acabar con el nuevo desorden mundial que nos han impuesto en España
19:44 | 18/12/20
Drociano
El mayor absurdo es defender la eutanasia como un acto de libertad.
Utilizar la libertad para seccionar o anular toda posibilidad de ejercer la libertad.Desde este punto de vista Cs es el absurdo llevado a la política, no les basta con ser veletas y nunca saber dónde situarse, su lugar es el absurdo.
13:29 | 19/12/20
Jandro
Los defensores de la eutanasia quieren que una persona que ha tomado esa decisión en pleno uso de sus facultades mentales pueda, ante una situación irreversible de insoportable dolor y sufrimiento, y viéndose impedido para suicidarse por sí mismo, hacer que le ayuden a quitarse la vida. Esto es lo que nos presentan, y siempre añaden que, por este caso, ya debería existir.
Habría mucho que hablar ya de por sí con este caso que ellos ven paradigmático, porque el Estado, igual que vela por la salud pública promoviendo hábitos saludables, etc., debería velar por defender igualmente la vida y promover maneras de ayudar a los ciudadanos ante situaciones de tanta desesperación (apoyar psicológicamente a enfermo y familiares, ofrecer los cuidados correspondientes, etc.). Pero pongamos que aceptamos la legitimidad de una persona para que, tras haber intentado ayudarla y disuadirla, siga queriendo que alguien le dé muerte. Yo lo aceptaría como algo legítimo siempre que se garantice la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios, siempre que el verdugo no se dedique a ningún otro campo relacionado con la salud (creo que, si es un médico, su juramento hipocrático queda muy en entredicho, casi tanto como el de los médicos abortistas) y siempre que el proceso se lleve a cabo con una escrupulosa supervisión neutral y externa al hospital o centro que lo perpetre.
Con todo y con eso: ¿cuántos casos van a ser así? ¿Un 5%? ¿Un 10%? Cuánto me temo que representarán una abrumadora minoría y que la inmensa mayoría serán casos totalmente irregulares: no decidido por el interesado, decidido en condiciones de enajenación mental, decidido por presiones familiares, proceso no supervisado, supervisado de manera irregular o por un personal no neutral, etc..
Esa es la puerta que se abre. Y lo sabemos.
19:18 | 19/12/20
wladimir
A mi parecer…
la eutanasia es un tipo de genocidio…acaso no es un hecho historico que los nacional-socialistas fueron los primeros en utilizarla como «eutanasia eugenesica» a fim de mejorar su raza pura?….
esto es un delito contra la humanidad….ahora auspiciado y propuesto por la progresia Social-Comunista PSOE-Podemos…
9:03 | 20/12/20
In aqua veritas
No nos engañemos:es muy posible que una persona desee morir antes que vivir en condiciones físicas muy penosas. La historia reciente nos ha mostrado algunos casos, y personalmente conozco a alguna gente que piensa así. En situaciones de este tipo no se puede hablar en serio de que otro decide la muerte de nadie. Es el interesado quien la pide.
Y si, en nombre de la dignidad humana, vas a impedirle a alguien que, si lo desea, se venda como esclavo -ejemplo un tanto extremista en las circunstancias actuales-, ¿por qué no impedirle a otros que, por ejemplo, fichen para diez años por un equipo de fútbol o profesen como monjas de clausura de por vida?
Con estos razonamientos «liberales» no vamos a ninguna parte. El único argumento irrefutable contra la eutanasia, como contra el suicidio, es que la vida no nos pertenece a nosotros sino a Dios, que es quien nos ha creado.
18:56 | 20/12/20
Manuel
Lo peor de todo esto es que hay muchísimos católicos que están a favor de la eutanasia y del aborto y lo demuestran votando a partidos como PSOE-A, Podemos, Ciudadanos y PP
9:06 | 23/12/20
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