Entre los sistemas de defensa con los que cuentan los carros de combate están los lanzafumígenos, destinados a su ocultación en el terreno de operaciones.
En el caso del carro de combate del Ejército de Tierra de España, el Leopardo 2E, va equipado con 16 lanzafumígenos Wegman de 76 milímetros, situados en dos montajes de ocho a cada lado de la torreta. Cada uno de los lanzadores dispara granadas fumígenas de fósforo blanco que tienen una doble finalidad: tender cortinas de humo que impidan la localización del vehículo a simple vista y también su detección con visores términos, debido al calor que generan. Estas granadas se pueden lanzar en conjunto, en ráfagas de cuatro o una a una.
Ayer el Ejército de Tierra publicó un vídeo que muestra el lanzamiento de granadas fumígenas por un Leopardo 2E perteneciente al Regimiento Acorazado "Castilla" nº16 de la Brigada "Extremadura" XI, con base en Badajoz:
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