El asesinato de un niño de 9 años retrata a los líderes políticos, sobre todo a los de izquierda

En España nos hemos acostumbrado a que ciertos políticos sólo se pronuncien sobre un crimen cuando beneficia a su particular agenda ideológica.

A ver si nos convencemos: el fin prioritario de las prisiones es protegernos de los criminales
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El detenido ya había estado en prisión por un asesinato y una violación

Este jueves fue detenido un hombre en Lardero (La Rioja), acusado del asesinato de un niño de 9 años al que se llevó de un parque mediante engaños. En las últimas horas se ha sabido que el detenido fue condenado a siete años de prisión por una violación en 1993 y, además, fue condenado a 30 años de prisión en 1998 por asesinar a puñaladas a una mujer, a pesar de lo cual salió de prisión en 2020. Dicho sea de otro modo: no cumplió su pena íntegra ni por la violación ni por ese asesinato. Pero el cachondeo con el cumplimiento de las penas en España no se acaba ahí, ya que entre 2013 y 2020 disfrutó de 38 permisos penitenciarios con los que tuvo la oportunidad de salir de prisión.

Un crimen que vuelve a echar por tierra el mantra de la reinserción

Este nuevo crimen vuelve a dejar en evidencia un mantra muy repetido en nuestra sociedad: la ridícula idea de que las penas de prisión deben tener como fin reinsertar a los presos, cuando en realidad su fin debe ser proteger a la sociedad de los criminales y castigar a éstos por sus crímenes. Esto último fue lo que motivó, hace unos años, la creación de la prisión permanente revisable en España, con el fin de mantener en prisión indefinidamente a los autores de los crímenes más atroces, incluidos los de terrorismo.

La izquierda y el separatismo se opusieron a la prisión permanente revisable

Recordemos que la izquierda y el separatismo se opusieron a ella, no porque crean -como dicen- que les importa la dignidad humana (ya demostraron que les importa un bledo con su apoyo al aborto o a dictaduras como las de Cuba y Venezuela), sino porque esa prisión permanente perjudica a los terroristas etarras, y mimar a estos canallas parece haberse convertido en una de las prioridades de esa parte de nuestro mapa político, aunque el efecto de rebote sea beneficiar a autores de crímenes con móviles sexuales. Si hay que soltar a violadores y asesinos de todo tipo para beneficiar a los etarras, el separatismo y la izquierda no se lo piensan ni un minuto, y más ahora que socialistas y comunistas necesitan el apoyo de los herederos de ETA para seguir en el poder.

En 2015 la izquierda y sus aliados separatistas recurrieron ante el Tribunal Constitucional la prisión permanente revisable. Los recurrentes afirmaban que la prisión permanente vulnera cuatro artículos de la Constitución. El 26 de octubre, el Tribunal Constitucional avaló la prisión permanente revisable rechazando ese recurso. A pesar de ello, este jueves el PNV registró dos preguntas al gobierno para reclamarle que la derogue. Sí: las presentó el mismo día que era detenido el asesino de ese niño de 9 años. Una vez más, el separatismo vasco deja en evidencia su falta de sensibilidad hacia las víctimas.

Casado, Abascal y Arrimadas mostraron su consternación por el crimen

El asesinato de ese niño de 9 años ha servido también para retratar a los líderes de los distintos partidos nacionales. Pablo Casado (PP), Santiago Abascal (Vox) e Inés Arrimadas (Cs) han mostrado su consternación por el asesinato. El más duro ha sido el líder de Vox, que ha señalado: "El monstruo reincidente que ha asesinado a un niño no debió salir nunca de la cárcel. Las leyes buenistas, impulsadas por la izquierda, son también responsables de esta tragedia que podía haberse evitado".

El silencio de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz e Íñigo Errejón

Significativamente, los líderes de los partidos de izquierda no han dedicado ni un mísero tuiteo a ese crimen: ni Pedro Sánchez (PSOE), ni Yolanda Díaz (Unidas Podemos) ni Íñigo Errejón (Más País) han dedicado siquiera una palabra de condolencia a la familia del niño asesinado. Tampoco han dicho nada las cuentas nacionales de Twitter de sus respectivos partidos. Como es un asunto que deja en evidencia su oposición a la prisión permanente revisable, se callan y ya está. Tras intentar convencernos de lo mucho que les importa la dignidad humana de los criminales más despreciables, se callan como tumbas ante el asesinato de un niño. Un silencio que les retrata como políticos y como personas.