Remote Carriers: el proyecto de Airbus para convertir el A400M en un avión portaaviones

La idea de un "avión portaaviones" puede parecer sacada de una película de ficción de la Marvel, pero ni siquiera es un concepto nuevo en la aviación.

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Los primeros proyectos de crear portaaviones volantes surgieron en la década de 1920, cuando la US Navy puso en marcha dos grandes dirigibles, el USS Akron y el USS Macon, capaces de transportar cazas biplanos Curtiss F9C Sparrowhawk. El proyecto se esfumó al terminar la época de los dirigibles en la segunda mitad de la década de 1930, pero tras la Segunda Guerra Mundial volvieron a utilizarse aviones como plataforma para lanzar en el aire otros aviones. Concretamente, un bombardero B-29 modificado fue el que lanzó el primer avión que rompió la barrera del sonido, el Bell X-1, en 1946. Ya en 1959, el North American X-15 fue lanzado desde el ala de un B-52. Pero eran aviones de prueba.

Ahora Airbus Defence pretende llevar ese concepto a la aviación de combate. Hoy ha publicado un interesante vídeo de las primeras pruebas de su proyecto Remote Carriers (Transportadores Remotos), con el que pretende convertir el exitoso avión de transporte táctico A400M Atlas en un portaaviones. O mejor dicho, en un portadrones encuadrado en el programa Future Combat Air System (FCAS), que pretende dotar de un caza de sexta generación a las fuerzas aéreas de Alemania, España y Francia. El plan es transportar drones en la bodega de carga del A400M y lanzarlos en vuelo. Para ello, se utilizó "un fuselaje de tamaño completo y totalmente equipado del A400M disponible en Bremen para integrar y realizar las pruebas finales antes de tierra y en vuelo en un A400M real".

"El objetivo principal de estas pruebas era encontrar la distancia de seguridad requerida entre el UAV y la rampa de la aeronave y observar si la trayectoria del dron lanzado coincide con las simulaciones calculadas previamente", ha señalado Airbus. "Con cada repetición, un dron objetivo DT-25 modificado aterrizó de manera segura en un "pozo de bolas" lleno de astillas de espuma".

Los Remote Carriers "podrán actuar como sensores remotos, llevando una amplia gama de cargas útiles adecuadas para misiones ISTAR", señala Airbus en su web. "Otras versiones podrán atacar directamente las amenazas, tanto cinética como no cinéticamente (por ejemplo, a través de Electronic Attack). Los Remote Carriers serán modulares, lo que significa que la carga útil específica se puede elegir de acuerdo con la misión planificada y las capacidades requeridas, convirtiéndolos efectivamente en activos de combate aéreo de múltiples misiones".

En octubre de 2020, Airbus planteó que estos portaaviones volantes puedan ser aviones no tripulados: "se combinarán con el NGF [Caza de Nueva Generación, en referencia al FCAS] del mañana e incluso con aviones en servicio mejorados como el Eurofighter. Con paquetes de RC combinados con aviones de combate, proporcionaremos la masa de combate aumentada necesaria en entornos muy disputados. Esto se logrará de manera flexible según el escenario, dada la naturaleza incremental de las capacidades proporcionadas por los RC".

"Se logrará un aumento en la efectividad abriendo nuevos campos de tácticas basadas en el combate colaborativo y el uso del engaño y la superioridad numérica para perturbar y abrumar al oponente", afirma Airbus. "Se mejorará la eficiencia asegurando que la combinación de capacidades requerida para una misión determinada esté disponible. Los activos tripulados pueden permanecer a una distancia más segura, mientras que los RC más cercanos se encargarán de las amenazas, manteniendo así a los pilotos fuera de peligro y aumentando la capacidad de supervivencia de las plataformas tripuladas."

Aquí podéis ver un vídeo publicado por Airbus Defence en el que muestra cómo serán esas tácticas de combate colaborativo entre drones y FCAS: