Parecía difícil repetir los grandes horrores que vio la humanidad en el siglo XX de la mano del nazismo y del comunismo, pero tristemente está ocurriendo otra vez.
El Kremlin ha ordenado deportar a casi 100.000 ucranianos a zonas remotas de Rusia
Según publicó ayer el diario británico Daily Mail, el Kremlin ha ordenado enviar a miles de civiles ucranianos a Siberia y otras zonas remotas de Rusia, contra su voluntad, tras ser interrogados durante horas. Según señala esa información, en marzo el Kremlin habría ordenado la deportación de un total de 95.739 ciudadanos ucranianos a esos lugares. El Daily Mail señala que un decreto emitido por el Kremlin incluía disposiciones para enviar a 11.398 personas a Siberia, 7.218 al Lejano Oriente y 7.023 al norte del Cáucaso.
Un crimen que Stalin ya cometió en Polonia y en las repúblicas bálticas
Este reasentamiento forzoso de la población de un país invadido no es algo nuevo en la historia reciente de Rusia. Durante el siglo XX, la Unión Soviética llevó a cabo deportaciones como ésas en Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y otros países, en parte como una medida de represión contra disidentes políticos, pero sobre todo como un intento de disolver la identidad nacional de esos países ocupados. Se calcula que los soviéticos deportaron a 1,2 millones de polacos, 130.000 lituanos, 60.000 letones, y unos 20.000 estonios. Muchos de los deportados acabaron en el Gulag siberiano, y una parte considerable encontró la muerte en el proceso. Entre los polacos hubo entre 90.000 y 100.000 muertos.
El Estatuto de Roma lo tipifica como un crimen de guerra y de lesa humanidad
Hay que recordar que en su Artículo 7, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional cita entre los crímenes de lesa humanidad la deportación o traslado forzoso de población, y define este crimen así: "Por “deportación o traslado forzoso de población” se entenderá el desplazamiento forzoso de las personas afectadas, por expulsión u otros actos coactivos, de la zona en que estén legítimamente presentes, sin motivos autorizados por el derecho internacional".
Además, el Artículo 8 del Estatuto de Roma considera la deportación también como un crimen de guerra cuando consista en el traslado, "directa o indirectamente, por la Potencia ocupante de parte de su población civil al territorio que ocupa o la deportación o el traslado de la totalidad o parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de ese territorio".
Así mismo, el Artículo 33 del Estatuto de Roma no exime de responsabilidad penal a los que cometan esos crímenes "en cumplimiento de una orden emitida por un gobierno o un superior, sea militar o civil". El punto 2 de ese artículo dice: "A los efectos del presente artículo, se entenderá que las órdenes de cometer genocidio o crímenes de lesa humanidad son manifiestamente ilícitas".
¿Qué más tiene que pasar para que algunos abran los ojos?
Cabe preguntarse qué más tiene que ocurrir para que la comunidad internacional reaccione con la máxima firmeza a los atroces crímenes que está cometiendo Rusia en Ucrania, y qué más tiene que ocurrir para que algunos abran los ojos y reconozcan que el régimen de Putin está actuando como un régimen terrorista y totalitario, y por lo tanto no merece ningún apoyo ni justificación, ya sea directa o indirecta, de toda persona que se considere mínimamente civilizada, y no digamos ya de los que se hacen llamar cristianos y demócratas.
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Foto: DPA / Europa Press.
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Comentarios:
escoces
Tu ultimo comentario es optimo. ¿Respuesta? ¡Nada!
10:16 | 13/04/22
El Peregrino Gris
Suma y sigue. A mí me parece que éste podría ser motivo para una invasión en Rusia. Ahí sí que hablaríamos de liberar a decenas de miles de personas.
5:33 | 14/04/22
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