La brutal explosión de un tanque T-72 ruso: otra vez el gran problema de los cargadores

@DefensaAviacion EN Dom 15·5·2022 · 20:33 2

Con motivo de la invasión rusa de Ucrania se está volviendo a debatir sobre la utilidad de los tanques en la guerra convencional moderna.

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Esta tarde se han difundido unas imágenes que podrían contribuir aún más a alimentar ese debate. El Grupo de Batalla K-2 del Ejército Ucraniano ha publicado un vídeo en el que se ve un ataque con un misil FGM-148 Javelin, fabricado en EEUU, contra un tanque ruso (Ukraine Weapons Tracker lo ha identificado como un T-72B3). El ataque tuvo lugar cerca de Maryinka, en el óblast de Donetsk, en la región oriental ucraniana del Dombás, donde continúan los combates entre los invasores rusos (que siguen sin ocupar completamente esa región) y sus aliados separatistas prorrusos, y los defensores ucranianos:

Los dos modos de lanzamiento del misil FGM-148 Javelin

Como ya vimos aquí, el Javelin tiene dos modos de lanzamiento: en primer lugar está el modo de ataque superior, principalmente dirigido contra carros de combate y con el que el Javelin sube por encima de su objetivo y luego impacta sobre la torreta del tanque, que es una de sus partes más vulnerables. Por eso, al comienzo de la invasión, los rusos equiparon a sus tanques con parrillas antimisil, creyendo que eso serviría para mitigar los efectos de la ojiva de los Javelin, formada por una carga precursora HEAT (cuyo fin es detonar las placas de blindaje reactivo) y dos cargas huecas en tándem, que perforan el blindaje interior del vehículo. La realidad es que no sirvió de nada, por eso los tanques rusos ya no muestran esa protección desde hace semanas.

El segundo modo de lanzamiento del Javelin es el de ataque directo, y está pensado contra búnkeres, vehículos blindados e incluso helicópteros. En este caso, el misil asciende un poco tras ser lanzado, y luego sigue la trayectoria más directa contra su objetivo. Lo que vemos en ese vídeo es un Javelin lanzado con este modo, al menos aparentemente. A pesar de que es el menos adecuado para atacar a tanques, el resultado para el T-72 es desastroso. He revisado el vídeo y el misil debió impactar en una de las partes mejor protegidas del tanque: el frontal de la torreta (el cañón del T-72 estaba orientado a unos 25º de la trayectoria de entrada del misil).

La gran vulnerabilidad de los tanques rusos: su cargador automático

El T-72B3 lleva placas de blindaje reactivo en la torreta, pero en este caso no han servido para evitar el desastre. La ojiva del misil logró penetrar en el interior del vehículo. En el segundo 0:38 se observa la gran explosión provocada por el impacto del misil, que provoca un gran incendio en el interior del vehículo, concretamente en su centro. Una vez allí, se topa con la gran vulnerabilidad de los tanques rusos: su cargador automático. Todos los tanques rusos desde el T-64 lo llevan (el T-80 heredó el cargador del T-64, y el T-90 heredó el cargador del T-72, como vemos en el siguiente vídeo).

En los tanques occidentales las municiones son de una pieza (con el propelente en una vaina metálica ya acoplada al proyectil y lista para ser disparada) y además van alojadas en compartimentos blindados situados en la parte posterior de la torreta y en la base del chasis. Esto mitiga los efectos de un impacto para la tripulación. Sin embargo, en los tanques rusos las cargas de proyección van separadas de los proyectiles, y ambos están alojados en la base de la torreta, con una protección más bien escasa, lo que implica que cualquier incendio en el interior del vehículo tenga consecuencias fatales para la tripulación. Ésa es la causa de que las torretas de los tanques rusos tengan la costumbre de salir volando cuando son alcanzados.

En el vídeo que hemos visto antes, hay una segunda explosión que se inicia en el minuto 1:15: es provocada por el incendio en el interior del tanque cuando alcanza las cargas de proyección situadas en la base de la torreta. Ésta no ha volado, como ocurre en otras ocasiones, pero viendo las imágenes, las posibilidades de que la tripulación haya sobrevivido son nulas. De hecho, se ve el fuego saliendo tanto por las escotillas del comandante y del artillero (en la torreta) como por la escotilla del conductor. Una escena terrible, ciertamente. Recordemos que no estamos ante un videojuego: esto es una guerra de verdad.