La ministra de ultraizquierda no protege sus derechos: los está pisoteando

Los tratados que amparan a los niños ante políticos tan peligrosos como Irene Montero

Lo ocurrido en torno a las escandalosas declaraciones de la ministra comunista debe llevarnos a recordar lo que dicen los pilares de la democracia.

Irene Montero dice que los niños pueden «tener relaciones sexuales con quien les dé la gana»
Querella de Vox contra Irene Montero por incitar al delito de corrupción de menores

No hay democracia sin respeto por los derechos individuales

Desde la izquierda se viene vendiendo la idea de que lo "democrático" es hacer lo que diga la mayoría (cuando la mayoría es de izquierdas), aunque eso incluya imponer la ideología de socialistas y comunistas en las escuelas mediante un adoctrinamiento obligatorio que es propio de dictaduras. Eso no tiene nada de democrático. Una mayoría puede ser tan antidemocrática como un dictador si utiliza su posición dominante para violar los derechos individuales. Ya ha habido experiencias tan conocidas de dictaduras instaladas mediante las urnas que han cometido esas violaciones, como la Alemania nacional-socialista y la Venezuela del socialismo bolivariano. Casualmente, dos franquicias nacionalistas de la misma matriz ideológica: el socialismo.

La Declaración Universal de Derechos Humanos

Precisamente, la experiencia del nazismo llevó al mundo a crear barreras jurídicas para impedir que un gobierno vuelva a abusar de su poder, ni siquiera apelando al apoyo de una mayoría obtenida en las urnas, para violar los derechos individuales. La primera de esas barreras fue la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada en 1948. Este texto aborda la educación en su Artículo 26, cuyo tercer punto protege la libertad de educación: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos".

Así mismo, en su Artículo 18, la Declaración Universal de Derechos Humanos establece la enseñanza como uno de los ámbitos del ejercicio de la "libertad de pensamiento, de conciencia y de religión", creando así una barrera protectora contra una de las tentaciones más habituales de todos los gobiernos: la de imponer su ideología a los niños en las escuelas.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Por otra parte, en 1966 las Naciones Unidas aprobaron el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que entró en vigor diez años después. En su Artículo 18, este Pacto es todavía más claro a la hora de amparar la libertad de educación: "Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

Ese mismo Al igual que la DUDH, ese mismo Artículo 18 del citado Pacto reafirma la enseñanza como uno de los ámbitos del ejercicio del "derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión".

La Constitución Española

En diciembre de 1978, los españoles aprobaron en referéndum por una aplastante mayoría la hoy vigente Constitución Española, que aborda los temas relacionados con la enseñanza en su Artículo 27, cuyo punto 1 afirma: "Se reconoce la libertad de enseñanza". Así mismo, su punto 3 reafirma el derecho plasmado en los dos tratados internacionales antes mencionados y suscritos por España: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea

Finalmente, en diciembre de 2000 se aprobó la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, cuyo Artículo 14 dice en su punto 3: "Se respetan, de acuerdo con las leyes nacionales que regulen su ejercicio, la libertad de creación de centros docentes dentro del respeto a los principios democráticos, así como el derecho de los padres a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas".

Así mismo, en su Artículo 10 y al igual que los tratados internacionales antes citados, esta Carta señala la enseñanza como uno de los ámbitos del ejercicio del "derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión".

La libertad de educación: un derecho que la izquierda nunca ha respetado

Hay que señalar que los socialistas y los comunistas nunca han aceptado estos derechos. Siempre están viendo la forma de cercenarlos, ya que esos derechos son un dique contra los intentos de adoctrinamiento ideológico obligatorio desde el poder. Uno de los trucos más burdos y cínicos de izquierda consiste en dar a entender que esos derechos ponen en riesgo a los niños, afirmando la posibilidad de que padres con creencias religiosas aberrantes pretendan impartir a los niños unas creencias contrarias a la dignidad humana. Así pues, apelan a una casuística puramente hipotética y marginal como excusa para pisotear los derechos fundamentales de todas las familias.

El truco que utiliza la izquierda es tan burdo como si un gobierno suprimiese la libertad de expresión alegando el riesgo de que la utilicen enemigos de la democracia para manifestar sus ideas. Pues este método tan burdo de violar los derechos de todos apelando a una posibilidad puramente marginal es lo que se ha impuesto en algunos países en materia de educación, imponiendo un adoctrinamiento sexual obligatorio que viola claramente los derechos expresados y amparados por esos tratados.

El peligro para los niños de los gobernantes que quieren imponer su ideología

El riesgo más probable para los niños no es que haya una ínfima minoría de padres con unas ideas o creencias muy extremistas. El mayor de los riesgos para los niños es que un gobierno con ideas extremistas esté tentado de imponer su ideología en las escuelas, que es precisamente lo que está pasando en algunos países, entre ellos España. Lo que esta semana hemos visto expone hasta qué punto llega ese riesgo. Un gobernante tan peligroso como Irene Montero, y que como ella quiera imponer sus aberrantes ideas en los colegios, es un buen motivo para defender esos derechos, y para hacerlo de forma implacable y sin ningún tipo de concesión. Y es que insisto: esos derechos fueron proclamados para proteger a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables, de los abusos de los gobernantes. Irene Montero no está defendiendo ningún derecho de los niños al decir las barbaridades que dice. Lo que está haciendo, igual que hace con el caso del aborto, es pisotear los derechos fundamentales.

---

Foto: Efe.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. wladimir

    mi pregunta es…

    cual es el interes de pervertir a los niñoa?…algunos diran que es con el proposito de que «aprendan»…otros diran que es para bajar la poblacion o en otros terminos un control de natalidad…y a mi parecer son gente pervertida con ideas muy sucias las que estan detras de todos esto..

    y la Irene montero es la representante y agentel en España de estos sujetos…ella es la guia local de esas ideas vulgares y perversas…

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.