Una parte del gobierno de España ensalza a una fanática que apoyó los atentados del 11-S

Elentir EN Lun 21·11·2022 · 7:13 3

El estercolero ideológico y moral que es la extrema izquierda parece no tener límites a la hora de ensalzar a las personas más perversas y miserables.

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Ayer murió Hebe de Bonafini, conocida por ser una de las fundadoras del grupo Madres de Plaza de Mayo, que agrupaba a familiares de los desaparecidos y asesinados en la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. El extremismo izquierdista y el fanatismo de Bonafini llevó a la escisión de ese grupo, con la aparición en 1986 de un nuevo grupo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que rechazaba las barbaridades que solía lanzar Bonafini.

Hebe de Bonafini apoyó los atentados del 11-S y llamó «valientes» a los terroristas

Uno de los ejemplos más repulsivos de esas barbaridades fue un artículo de Bonafini publicado por la web de ultraizquierda Nodo50 celebrando los atentados del 11-S: "cuando pasó lo del atentado y yo estaba en Cuba visitando a mi hija, sentí alegría. No voy a ser hipócrita, no me dolió para nada. No me dolió para nada", afirmó, y añadió: "Yo sentí que había muchos pueblos en ese momento que eran felices y sentí que la sangre de tantos en ese momento era vengada".

En ese artículo, Bonafini llamaba "valientes" a los terroristas que cometieron esos atentados asesinando a 2.996 personas: "Declararon la guerra con sus cuerpos, manejando un avión para estrellarse y hacer mierda al poder más grande del mundo", afirmaba. Acto seguido, insistía: "me puse contenta, por qué no. A algunos les parecerá mal. Cada uno evaluará y pensará. Yo no voy a ser falsa. Brindé por mis hijos, brindé por tantos muertos, contra el bloqueo, por todo lo que se me venía a la cabeza. Brindé por los valientes. Brindé por los hombres que hicieron una declaración de guerra con el cuerpo".

La respuesta antisemita de Bonafini a un periodista que le reprochó sus palabras

A raíz de aquellas declaraciones, el periodista Horacio Verbitsky, presidente de la ONG Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), calificó a Bonafini como "sanguinaria e infantil, y de una ingenuidad patética". La respuesta de la activista de extrema izquierda expuso públicamente otro de los vicios ideológicos habituales de esa parte del escenario político: el antisemitismo. Bonafini llamó a Verbitsky "judío" y "pronorteamericano", algo que provocó una protesta de la Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente de Argentina, además de numerosas críticas a Bonafini.

El apoyo de Bonafini a los presos de ETA y sus insultos a España

Antes de esos hechos, en 1999, Bonafini ya provocó otra polémica al apoyar a los presos de la banda terrorista ETA, acusando a España de hacer una "guerra" y afirmando que "lo peor del franquismo sigue vigente en la tierra española". Un año después, en noviembre de 2000, reiteró su apoyo a los presos de ETA y llamó a España "Estado terrorista", unos exabruptos por los que otras Madres de la Plaza de Mayo se desmarcaron de ella, además de recibir numerosas críticas en España, tanto de la derecha como de la izquierda.

El apoyo de Bonafini a las dictaduras de Cuba, Irán y Venezuela

El fanatismo izquierdista de Bonafini también le llevó a expresar su apoyo a la dictadura islamista de Irán, después de que un juez argentino ordenase la detención de algunos dirigentes iraníes por su implicación en el atentado terrorista de 1994 contra la mutua judía AMIA en Buenos Aires. También apoyó abiertamente a la dictadura comunista cubana, incluso afirmando que sentía "un amor enorme por Fidel Castro". En la misma línea de apoyar todo lo que fuese afín a la extrema izquierda, por muy repugnante que fuese, también apoyó a los tiranos venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Varias ministras del gobierno de España ensalzan a Bonafini

Viendo su historial de apoyo a criminales y dictadores, era previsible de quién iba a recibir mensajes laudatorios. La vicepresidenta segunda del gobierno de España, la comunista Yolanda Díaz, ha calificado a Bonafini como "luchadora incansable por los derechos humanos". Seguro que los demócratas de Cuba, Irán y Venezuela y las víctimas del 11-S y de ETA no opinan lo mismo.

La ministra de Igualdad del gobierno de España, la comunista Irene Montero, también ha ensalzado a Bonafini, diciendo: "Nos deja ejemplo, militancia, memoria, dignidad y lucha". ¿Ejemplo, memoria y dignidad es celebrar unos atentados terroristas en los que fueron asesinadas 2.996 personas?

La también ministra de Derechos Sociales de España Ione Belarra ha calificado a Bonafini como "un ejemplo de dignidad democrática". Una afirmación que referida a una partidaria de las dictaduras de Cuba, Irán y Venezuela, es como llamar "ejemplo de antirracismo" a un miembro del Ku Klux Klan.

En la misma línea de infamia, el secretario del Partido Comunista de España y diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago ha llamado a Bonafini "referente mundial de la lucha contra la Impunidad". Seguro que no se refería a la impunidad de los terroristas de ETA y de Al Qaeda y de los dictadores de Cuba, Irán y Venezuela.

Así mismo, el exvicepresidente del gobierno de España Pablo Iglesias ha ensalzado a Bonafini calificándola como "una de las grandes referencias de la dignidad de los pueblos que luchan por su memoria democrática y por los derechos humanos". Seguro que no se refería a los pueblos de Cuba, Irán y Venezuela...

La extrema izquierda se comporta como una secta en la que todo vale

Una vez más, queda demostrado que la extrema izquierda es un pozo de infamias moralmente equiparable al nazismo. A los comunistas no les importa que Bonafini fuese una persona cuyo odio podía llegar a la vileza de celebrar unos atentados tan brutales como los del 11-S. Era una extremista de izquierdas y para los fanáticos como ella eso es lo único que cuenta. Creo que a menudo nos equivocamos al calificar a la extrema izquierda como una posición política: en realidad, sus activistas se comportan como si fuesen una secta.

Por lo demás, que varias personas que forman parte del actual gobierno de España estén ensalzando a una persona tan miserable demuestra el grave problema que tiene nuestro país. Es una vergüenza que una Nación democrática tenga en su gobierno a fanáticos totalitarios capaces de apoyar a alguien así. Esto debería servir a los españoles como advertencia: las dictaduras que esos fanáticos apoyan en otros países pueden acabar repitiéndose en España. Y no olvidemos que esos extremistas están en el gobierno de España porque Pedro Sánchez y sus amigos socialistas lo han querido.

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Foto: Reuters/Andres Stapff. Hebe de Bonafini junto a los tiranos Hugo Chávez y Fidel Castro en Córdoba, Argentina, en julio de 2006.