La traición de Sánchez: tendrá más castigo falsificar tarjetas que dar un golpe separatista

Anoche, el PSOE, Podemos y sus socios aprobaron la derogación del delito de sedición, una amnistía encubierta a los autores del golpe separatista de 2017.

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PSOE y Podemos colaron esa traición entre la transposición de directivas europeas

El PSOE y Podemos colaron esa amnistía encubierta junto a la transposición de unas directivas europeas, a fin de disimular la traición al Estado de Derecho que implica esta reforma, ya que desarma a nuestra democracia frente a nuevos golpes separatistas. Da la casualidad de que una de las directivas transpuestas se refiere a la lucha contra el fraude y la falsificación de medios de pago distintos del efectivo, lo cual incluye la falsificación de tarjetas de crédito.

Falsificar tarjetas de crédito: de 4 a 8 años de prisión

En el texto de la proposición de ley publicada por el BOE el 17 de noviembre (ver PDF), que introduce una nueva redacción del Artículo 399 bis del Código Penal, manteniendo una pena de prisión de cuatro a ocho años para los autores de falsificación de tarjetas de crédito o débito. Al igual que el artículo vigente, la reforma contempla lo siguiente: "Se impondrá la pena en su mitad superior cuando los efectos falsificados afecten a una generalidad de personas o cuando los hechos se cometan en el marco de una organización criminal dedicada a estas actividades".

Organizar un golpe separatista con violencia: de 3 a 5 años de prisión

En cuanto a la supresión del delito de sedición, es tal cual: la reforma del PSOE y de Podemos suprime todo el Capítulo I del Título XXII del Código Penal, que versaba sobre la sedición, un delito que el Artículo 545 (que figura entre los que socialistas y comunistas pretenden suprimir) tipifica así: "Los que hubieren inducido, sostenido o dirigido la sedición o aparecieren en ella como sus principales autores, serán castigados con la pena de prisión de ocho a diez años, y con la de diez a quince años, si fueran personas constituidas en autoridad" Conforme a lo que indica el Artículo 33 del Código Penal, este delito estaba castigado con penas graves, al fijar penas de prisión superiores a cinco años.

Así mismo, la reforma convierte el antiguo delito de sedición en un mero delito de desórdenes públicos agravados tipificado en una nueva redacción del Artículo 557 del Código Penal, concretamente en su punto 2: "Los hechos descritos en el apartado anterior serán castigados con la pena de prisión de tres a cinco años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por el mismo tiempo cuando se cometan por una multitud cuyo número, organización y propósito sean idóneos para afectar gravemente el orden público. En caso de hallarse los autores constituidos en autoridad, la pena de inhabilitación será absoluta por tiempo de seis a ocho años". Este castigo incluye desórdenes que incluyan "actos de violencia o intimidación".

El PSOE y Podemos devalúan la Constitución y la unidad nacional

Es decir, que dedicarse a falsificar tarjetas de crédito se castigará con hasta 8 años de prisión, y hacer un golpe separatista como el de 2017 implicará, a lo sumo, 5 años de prisión. En el primer caso el delito se puede llegar a castigar con penas graves (más de 5 años de prisión), mientras que la sedición pasa de estar castigada con penas graves a penas menos graves, según la clasificación que indica el Artículo 33. Es insólito que la falsificación de tarjetas tenga más castigo que un delito como el de 2017, que pretendía suspender la vigencia de la Constitución en Cataluña y romper la unidad de España, poniendo en grave riesgo el orden y la convivencia. Esto demuestra el escaso valor que el PSOE y Podemos le dan a la Constitución y a la unidad nacional.

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Foto: PSOE.