El feminismo contra la igualdad y el prestigio de las mujeres: el caso de la Guardia Civil

Las pioneras del feminismo defendieron con valentía el concepto de igualdad propio de una democracia: la igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades.

El curioso feminismo del PSOE: anuncia una ley que tratará a las mujeres como incapaces
El PSOE contra las mujeres: algunos hechos incómodos que el socialismo quiere ocultar

La desigualdad de resultados propia de una sociedad libre

Hace ya décadas que ambos derechos están en vigor en los países democráticos, pero el resultado no ha sido del agrado del feminismo de tercera ola, también llamado feminismo de género, por el mero hecho de que las mujeres siguen eligiendo, libremente, determinados trabajos frente a otros. En la Guardia Civil y en otros cuerpos policiales, las mujeres sigue siendo una exigua minoría porque ellas así lo deciden. Es una profesión que atrae a muchas menos mujeres que hombres, de igual forma que hay otras profesiones que atraen a más personas del sexo femenino que del sexo masculino.

La igualdad de resultados contra la igualdad de oportunidades

En una democracia eso debería ser lo normal. A fin de cuentas, en una sociedad libre, las decisiones individuales de las personas llevan a resultados desiguales. Lo absurdo sería esperar que las decisiones libres tomadas por quienes vivimos en un país democrático deban dar siempre el mismo resultado. Pues ésta es justamente la absurda idea que sostiene la izquierda. Para socialistas y comunistas, la verdadera igualdad es que haya igualdad de resultados, algo incompatible con la toma de decisiones propia de una sociedad libre.

Y como ellos están empeñados en esa igualdad de resultados, que es algo propio de una dictadura, lo que proponen es que los derechos que nos convirtieron en una democracia sean cercenados para conseguir ese objetivo ideal del socialismo, empezando por la igualdad, un derecho amparado por el Artículo 14 de la Constitución: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

El gobierno de Sánchez impone cupos feministas en la Guardia Civil

El último episodio de ese disparate izquierdista consiste un imponer cupos feministas en la Guardia Civil para privilegiar a las mujeres, una medida que ha tomado el gobierno de Pedro Sánchez y que está generando mucha polémica en la Benemérita. El gobierno pretende que "hasta conseguir un 40% de mujeres en la escala de cabos y guardias, se dará prioridad a las aspirantes femeninas frente a los hombres, siempre que la diferencia de nota no supere el 15%". Estamos, claramente, ante una pretensión claramente contraria el Artículo 14 de la Constitución, al establecer privilegios en función del sexo.

El gobierno trata a las mujeres como si todas fuesen discapacitadas

Así pues, una mujer que obtenga una peor nota que un varón podría hacerse con un puesto en la Guardia Civil, simplemente porque el gobierno izquierdista que tenemos ha decidido sustituir la igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades, que es lo propio de una democracia, por la igualdad de resultados propia de una dictadura. Una medida así no sólo es contraria a la igualdad, sino que además empañará el prestigio profesional de las mujeres. Durante años muchas mujeres han demostrado su capacidad para competir en igualdad de condiciones con los varones, pero lo que la izquierda nos viene a decir es que las mujeres son incapaces, que hay que tratarlas como si fuesen personas discapacitadas.

Imaginemos las consecuencias que esto puede tener en el seno de la Guardia Civil. ¿Qué autoridad va a tener frente a sus compañeros una oficial que haya obtenido una plaza con peor nota que aspirantes varones? Por supuesto, llegado ese momento, cuando alguien critique la situación creada, la izquierda hará lo de siempre: llamar "machista" al que se queje. Pero lo realmente machista es pensar que las mujeres son incapaces de conseguir algo por sí solas y que necesitan ser privilegiadas por la izquierda. Ésa es una forma de pensar discriminatoria y contraria a la igualdad, se pongan como se pongan.

El problema de tener una izquierda empeñada en promover una guerra de sexos

Si hemos llegado a esto es porque tenemos una izquierda que no acepta los conceptos más básicos de lo que significa vivir en una sociedad libre, y que está empeñada en impulsar un discurso de odio contra los hombres con el que trata de reproducir el esquema marxista de la lucha de clases para promover una lucha de sexos. No quieren ayudar a las mujeres: quieren utilizarlas con fines políticos, aunque el resultado sea perjudicarlas. Las pioneras del feminismo sentirían indignación si viesen lo que algunos charlatanes están haciendo en nombre del movimiento que ellas iniciaron.

---

Foto: Guardia Civil.