Adiós a Benedicto XVI: un gran Papa que nos lanzó este aviso en su última visita a España

Esta mañana, a las 9:34, ha fallecido el Papa Emérito Benedicto XVI en el Monasterio Mater Ecclesiae de la Ciudad del Vaticano, a los 95 años de edad.

La 'Salve Marinera' que la Armada Española cantó ante el Papa Benedicto XVI en Santiago

Benedicto XVI fue un gran Papa que destacó por su brillantez intelectual y, al mismo tiempo, por su humildad. Mostró varias veces su amor a España en varias visitas oficiales. En la última de ellas, en 2011, su discurso de despedida ante los Reyes de España, afirmó: "España es una gran Nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica".

Joseph Ratzinger fue un hombre que dedicó su vida a Dios y también a mostrar la armonía entre la fe y la razón. Lo hizo defiendo el Bien y la Verdad con rigor y sin concesiones, motivo por el cual fue el blanco del odio y de los ataques de quienes cedieron al mal y a la mentira. En aquella última visita que hizo a España en 2011, un año después de la aprobación de la actual ley del aborto, Benedicto XVI nos avisó:

"Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento. Estas tentaciones siempre están al acecho. Es importante no sucumbir a ellas, porque, en realidad, conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios. Nosotros, en cambio, sabemos bien que hemos sido creados libres, a imagen de Dios, precisamente para que seamos protagonistas de la búsqueda de la verdad y del bien, responsables de nuestras acciones, y no meros ejecutores ciegos, colaboradores creativos en la tarea de cultivar y embellecer la obra de la creación. Dios quiere un interlocutor responsable, alguien que pueda dialogar con Él y amarle. Por Cristo lo podemos conseguir verdaderamente y, arraigados en Él, damos alas a nuestra libertad. ¿No es este el gran motivo de nuestra alegría? ¿No es este un suelo firme para edificar la civilización del amor y de la vida, capaz de humanizar a todo hombre?"

Desde España, desde esta gran Nación a la que el Papa Emérito le mostró su cariño, doy gracias a Benedicto XVI por su vida, por su ejemplo y por el gran legado intelectual que nos ha dejado.

Descanse en paz.