«El machismo no se soluciona con la cárcel», dice un diputado de Podemos

Sabían lo que hacían: la extrema izquierda justifica la rebaja de penas a los violadores

Eng Dom 5·2·2023 · 7:02 7

De forma paralela al escándalo por las rebajas de penas a los violadores y pederastas en España, ha surgido un debate sobre su intencionalidad.

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Dos explicaciones a la rebaja de penas a violadores

Algunos vienen sosteniendo la tesis de que esa rebaja de penas fue una metedura de pata del gobierno, y concretamente del partido de ultraizquierda Podemos, que en su perpetuo adanismo quiso inventar la rueda en lo relativo a la lucha contra las violaciones, logrando un efecto contrario al buscado. Esta tesis abunda en la idea de que tenemos un gobierno con ministros que no saben lo que hacen, que aprueban leyes sin tener el más mínimo cuidado.

Por otro lado, existe la tesis de esa rebaja fue intencionada y con una cierta carga ideológica, y no una metedura de pata. Según esta tesis, lo que ha hecho el gobierno de coalición formado por socialistas y comunistas no sería el fruto de una forma torpe de gobernar, sino un intento perverso de ajustar las leyes a unos dogmas ideológicos aberrantes, ocultando a los españoles las verdaderas motivaciones de esos cambios. Así pues, esta tesis vendría a señalar que no es que tengamos un gobierno formado por tontos, sino por malas personas.

No son unos estúpidos, sino malas personas

Hay que decir que la mayor parte de la oposición política ha abrazado la primera tesis, en buena medida por una cierta tendencia de la derecha a subestimar las intenciones de la izquierda. Solemos creer que la izquierda hace ciertas cosas por estupidez, cuando en realidad las hace por maldad. Basta con repasar ejemplos como el aborto para darse cuenta de que quienes promueven leyes así, recurriendo a la más zafia propaganda y a burdas mentiras, no son unos estúpidos, sino malas personas, lo cual es mucho peor. Ser idiotas es algo que les disculparía, pues una escasa capacidad intelectual es algo con lo que se nace, mientras que el mal es algo que se elige.

Los efectos de negar el libre albedrío como lo hace el marxismo

La extrema izquierda, hija del materialismo marxista, sostiene la teoría de que los seres humanos carecemos de libre albedrío, de que nuestras elecciones no son libres y están condicionadas por multitud de factores, y que lo que interpretamos como decisiones libres no son más que una ilusión que en realidad está motivada por procesos químicos y por diversas influencias culturales. Por el contrario, la civilización occidental se fundó sobre la premisa cristiana de que cada persona puede elegir entre el bien y el mal, que somos responsables de nuestras decisiones y debemos responder por nuestros actos.

Estas dos visiones opuestas tienen consecuencias en la esfera penal. Si no somos libres, como sostiene el marxismo, entonces tampoco somos realmente responsables de nuestros actos y éstos, en consecuencia, no deberían ser castigados con penas de prisión. Para la extrema izquierda, la culpable última de cualquier delito siempre es la sociedad, por habernos forjado en unos patrones culturales que el marxismo considera alienantes y opresivos. Si llevamos esa disparatada forma de pensar a sus últimas consecuencias, las prisiones no tienen razón de ser en su sentido de castigo por cometer actos delictivos, y sólo serían justificables como un proceso de reajuste de una máquina estropeada.

Los antecedentes de la actual rebaja de penas a violadores

El problema de no comprender el trasfondo ideológico de la izquierda es que se acaba perdiendo la noción de lo que realmente pretende. Como ya señalé el año pasado, en 1995 el PSOE ya rebajó las condenas de violadores y pederastas y lo justificó abiertamente. Aquella rebaja ya fue apoyada por la extrema izquierda (Izquierda Unida), actualmente aliada con Podemos. Recordemos, además, que la comunista Simone de Beauvoir, una de las referentes ideológicas de Podemos, firmó dos textos defendiendo legalizar las relaciones pedófilas, a raíz de la detención de tres hombres en octubre de 1973 por haber tenido relaciones sexuales con niños y niñas de 13 y 14 años.

La ultraizquierda justifica esa rebaja de penas señalando al capitalismo

Estos últimos días, ante la posibilidad de que la ley que rebajó las penas a los violadores sea reformada, desde la extrema izquierda han empezado a surgir justificaciones claras de esa rebaja de penas. Recordemos que ya en noviembre, el periódico socialista El País, cada vez más inclinado hacia la ultraizquierda, rechazó las críticas a esa ley tachándolas de "populismo punitivo". Una de las personas a las que consultó el periódico para respaldar su tesis la justificó con una arenga anticapitalista: "El populismo punitivo es una bandera del capitalismo neoliberal. Tiene que ver con la obsesión por la seguridad e intentar solucionar los problemas sociales aumentando las penas". Otra de las personas consultadas, también de izquierdas, afirmaba: "hay que sobreponerse al ojo por ojo hablando de penas". Es decir, que desde la izquierda se presenta la Justicia penal como una forma de venganza, un discurso que ya hemos visto muchas veces desde la izquierda al hablar sobre los presos de la banda terrorista ETA.

El 22 de enero, en una entrevista en el diario La Opinión de A Coruña, una de las redactoras de la ley reconocía que sabían que se bajarían algunas penas y abrazaba el mismo argumento izquierdista publicado por El País: "Sabíamos que algunas penas bajarían con la ley del ‘solo sí es sí’, pero castigar más no protege mejor a la víctima". Este argumento tan repetido nunca explica si acaso se defiende mejor a las víctimas rebajando el castigo penal a violadores y pederastas y permitiendo, así, que vuelvan antes a estar en libertad.

Esta semana, uno de los gurús mediáticos de la ultraizquierda española, Ignacio Escolar, se sumaba a la campaña para justificar la rebaja de penas: "hay una premisa errónea que conviene descartar: que una reforma penal solo es mejor si garantiza condenas más duras a prisión. En España eso que llaman ‘populismo punitivo’ goza de una salud excepcional". ¿Y qué mote le ponemos a la tesis ideológica que lleva a rebajar las penas a violadores y pederastas, como si eso beneficiase a las víctimas? Escolar afirmaba que "nuestro Código Penal es excepcionalmente duro". Después de calificar ese "populismo punitivo" como un "problema", añadía: "son muy pocas las personas dispuestas a aceptar rebajas penales para delincuentes tan odiados como lo son un pederasta o un violador, aunque sea pasar de diez a nueve años. Y son menos aún los políticos dispuestos a aparecer como abogados defensores de delincuentes así". ¿Y qué justifica esas rebajas, acaso protegen mejor a las víctimas? Escolar no lo explica.

Un diputado de Podemos desvela la causa ideológica de esa rebaja de penas

Para completar el panorama, este viernes el diputado de Podemos Jaume Asens repetía esas mismas consignas: "Hemos entrado en un populismo donde es aceptable subir penas, pero nunca bajarlas", y añadía: "el machismo no se soluciona con la cárcel, no se protege a las mujeres por tener un Código Penal más severo".

Y así llegamos por fin a la esencia de la rebaja de condenas. Para la extrema izquierda lo que hay que combatir no son las violaciones, sino el "machismo", ese enemigo difuso al que culpa de los males de nuestra sociedad (junto al capitalismo y el Cristianismo, claro). Como señalé más arriba, para la ultraizquierda no somos libres porque estamos condicionados culturalmente, así que un violador no puede ser responsable de sus actos, ya que lo consideran un simple fruto de un sistema educativo "machista", al que consideran vinculado al malvado capitalismo y a nuestras raíces cristianas. En el pensamiento utópico de la izquierda, las violaciones desaparecerán cuando desaparezcan el machismo, el capitalismo y el Cristianismo.

No fue un despiste: fue la aplicación de las patrañas ideológicas de la ultraizquierda

Por supuesto, esa una idea absolutamente irreal, igual que lo era la idea de los viejos marxistas de que en la sociedad comunista no existirían los delitos, ya que todos serían iguales y nadie sentiría envidia de nadie. Así pues, la angustia que muchas víctimas están soportando desde hace meses en España, como consecuencia de esa ley y de su rebaja de penas a los violadores, no es el resultado de un despiste, sino de unas disparatadas tesis ideológicas que niegan el libre albedrío y que seamos responsables de nuestros actos. Unas tesis surgidas del marxismo y que sostienen la absurda idea de que el mal desaparecerá con la instalación de un nuevo sistema político e ideológico. Unas patrañas que los comunistas llevan defendiendo desde hace más de cien años y que ahora han servido para favorecer ya a 400 agresores sexuales en España. Eso es lo que hay detrás de esa nefasta ley. Ojalá todo fuese un caso de simple estupidez, porque para resolverlo bastaría con cesar a una ministra.

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Comentarios:

  1. CanCerbero

    Antes decían que la culpa es de los jueces (se intuye que les parece mal reducir penas) y ahora que está bien rebajar penas (se intuye que les parece bien lo que «hacen» los jueces).
    Si para justificar la que han liado se tienen que contradecir, ¡Adelante!

  2. AnaMVelascoPlaza

    Por supuesto que sabían lo que hacían tanto la extrema izquierda como la izquierda extrema de Sánchez. Era uno de los objetivos de esta ley, pero no el único. Es más dudo mucho que no esperarán y más bien buscarán las rebajas de penas a violadores y pederastas. Por eso no me creo que el revuelo que se ha montado con la aplicación de dicha ley sea el fruto de la ignorancia y prepotencia (que sin lugar a duda tienen sobradamente), al igual que no me creo que pensarán que los Jueces no iban a cumplirla.
    Todo este revuelo-bajo mi punto de vista conspiranoico-es lo que querían para que todo el mundo se fijara únicamente en este punto de la ley, cuyas consecuencias y dada la gravedad de su aplicación, ocultaría otros puntos tanto o más graves pero cuyas consecuencias no se verán de forma tan inmediata. Me refiero a la inversión de la carga de la prueba y al adoctrinamiento de los niños en esta macabra ideología. Es decir han conseguido que todos nos tragáramos el señuelo, que levemente modificado y envuelto en la moderación de la ley anterior, llevará a la aprobación de la integridad de la ley por parte de todos los grupos parlamentarios con la excepción de Vox. Será una modificación con la ayuda inestimable del “excelente” negociador Feijóo-puede que pactada con anterioridad- por lo que será alabado y a la vez con las bendiciones para que apoye el resto de los puntos de la ley que a ambos interesa

  3. wladimir

    esto es absurdo…

    es todo un sinsentido y algo incoherente…pero la ultraizquierda dentro de sus doctrinas ha estsdo defendiendo este tipo de cosas ilogicas….

    que para ellos son lo mas politicamente correcto que hay…y lo peor es que quieren imponer su «correccion» a los demas….

  4. Efectivamente. Así es. España siempre ha sido un estado confesional. La neoligión actual rinde pleitesía al dios estado que, al igual que hacía el mago de Oz, está dirigido, desde dentro, por Sánchez y los que le mueven los hilos: Podemos, Davos y Mohamed. Esta neoligión se basa en principios absolutamente contrarios a los cristianos, pero cuyas formas envidia e imita. Mientras todavía mantiene esas formas, las vacía de contenidos y las pervierte, haciendo pasar lo que antiguamente era el mal por algo bueno y viceversa. El corolario es que una vez aceptado el nuevo «bien», el siguiente paso, en el que ya nos encontramos es que hay que perseguir a los nuevos malos que defienden la familia tradicional, las diferencias entre hombre y mujer, la defensa de los hijos, la dignidad de los seres humanos dependientes como los que están dentro de sus madres o los que dependen de sus hijos por viejos o enfermos… al tiempo que el nuevo bien hay que promoverlo en los media, en la cultura, en las escuelas… ¿Huelen ya el hedor a azufre de estas prácticas?

  5. El Peregrino Gris

    Yo antes también pensaba que eran estúpidos. Después que eran malvados. Ahora solo pienso que son unos lunáticos. Los pobres estarán metidos en su burbuja y no habrá nada ni nadie que los saque de su país de «yupi».

  6. JulioL.Bueno

    No me acaba de encajar que la izquierda comunista considere en general con benevolencia al delincuente cuando es tan poco comprensiva con la amplísima variedad de formas de ‘delincuencia’ que han llenado sus gulags, checas, paredones y «polonizaciones».

  7. Es que la izquierda trata con benevolencia a los verdaderos delincuentes, Julio, porque considera que los verdaderos responsables de sus actos son la sociedad, el machismo, la pobreza, el capitalismo… El comunismo históricamente consideró que el sistema penal occidental era individualista, mientras que el comunista es colectivista. Para el comunismo eres culpable si eres rico o cristiano. En cuanto al sistema represivo soviético, no estaba dirigido a perseguir la delincuencia común, sino la disidencia. Lo que les obsesionaban lo eran los auténticos criminales -los propios regímenes comunistas estaban plagados de ellos-, sino los discrepantes.

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