La izquierda pone al tribunal al nivel de la dictadura socialista venezolana

El Tribunal Constitucional, que debería dar ejemplo, se salta la ley para apoyar el aborto

Una de las grandes taras de la democracia española es la politización de la Justicia, un lacra promovida por el PSOE en los años 80 y que el PP ha mantenido.

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Un tribunal politizado por el PSOE y el PP

Uno de los aspectos más nocivos de esa politización de la Justicia es el que afecta a nuestra corte de garantías, que debería ser el máximo ejemplo de imparcialidad e independencia, pero que en realidad actúa como una sucursal del Parlamento, una sucursal en la que los grandes partidos (PSOE y PP) se reparten los magistrados del Tribunal Constitucional como si fuesen cromos. Esto fue precisamente lo que ocurrió a finales de noviembre, cuando el PP cedió al PSOE el control del Tribunal Constitucional hasta 2031 por medio de los magistrados designados por ambos partidos en el Consejo General del Poder Judicial.

La abstención de la magistrada Concepción Espejel

Esa politización del TC genera un sistema perverso que pasa por encima de los que quieren actuar en él con un mínimo de decencia. La semana pasada, la magistrada Concepción Espejel, miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y afín al PP, manifestó su abstención en la deliberación sobre el recurso del PP a la ley del aborto. Su abstención dejaba en evidencia a tres magistrados afines al gobierno, entre ellos el propio presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, que han sido recusados por incurrir en las causas de abstención y recusación contempladas por el Artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).

El TC toma una decisión sin precedentes al rechazar esa abstención

Esas causas de abstención y recusación fueron establecidas para garantizar uno de los derechos recogido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, concretamente en su Artículo 10, que establece que la Justicia debe ser "independiente e imparcial", a fin de garantizar correctamente los derechos de quienes acuden a ella. Pues bien: en una decisión sin precedentes, el TC, controlado por la izquierda, rechazó ayer la abstención de Espejel, allanando así el camino para rechazar las recusaciones contra los otros tres magistrados y garantizando así el quórum necesario para deliberar sobre el citado recurso.

La izquierda pone al TC al nivel de la dictadura socialista venezolana

Lo ocurrido ayer es un ejemplo más del proceso de degradación de las instituciones que están llevando a cabo el PSOE y Podemos. Un proceso que está convirtiendo a órganos del Estado que deberían ser independientes en meras terminales del gobierno. Obviamente, este proceso no empezó ayer. Como he señalado más arriba, se inició hace décadas de la mano del PSOE y fue consolidado por el PP, que como en tantas otras cuestiones, se ha dedicado a dejar intactas las mayores tropelías de los socialistas, desde las leyes abortistas a las leyes que atacan la independencia judicial. Con todo, lo ocurrido ayer indica que el asalto a la Justicia por parte de la izquierda está llegando a unos extremos de exhibicionismo propios de la dictadura socialista venezolana.

Una vez se ha apoderado del Tribunal Constitucional, la izquierda no tiene ni el más mínimo reparo en exhibir su control sobre la corte de garantías, saltándose de forma descarada la citada Ley Orgánica del Poder Judicial para poder blindar una ley del aborto que vulnera claramente la sentencia 53/1985 del TC, como ya señalé ayer. Estamos ante un momento gravísimo para el Estado de Derecho, porque la exhibición de prepotencia hecha ayer por el ala izquierda del TC deja por los suelos la confianza en ese tribunal y contribuye al descrédito de nuestras instituciones democráticas. No se le puede pedir a los españoles que tengan confianza en esas instituciones cuando el tribunal encargado de frenar cualquier abuso de poder se salta la ley para blindar uno de esos abusos.

Claro que esto era previsible desde el mismo momento en el que el Congreso y el Senado cometieron la infamia de aprobar una ley que considera un "derecho" matar a los seres humanos más inocentes e indefensos. ¿Acaso esperábamos respeto por la imparcialidad de la Justicia de quienes ni siquiera respetan algo mucho más básico como es el derecho a la vida?

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Foto: Efe.

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Comentarios:

  1. wladimir

    de ser asi las cosas..

    el Regimen Sanchista y sus socios progres lo consiguieron…por fin se tomaron el Poder Judicial…ya consiguiern lo que querian…tal y como hizo en su tiempo la Dictadura Venezolana…

  2. AnaMVelascoPlaza

    A propósito de aprobación de leyes, me gustaría saber si hay algo de cierto -o es más bien un salvavidas mas a Ayuso- lo afirmado hoy por FJL a las 8h sobre la ley trans:(https://esradio.libertaddigital.com/es-la-manana-de-federico/ en el audio a partir de los 6.05 minutos) “En la CM no se quitó lo que hizo Cifuentes porque venía esta ley, y claro automáticamente en cuanto se apruebe ahora esta ley, quedan automáticamente derogadas todas las leyes en las Comunidades Autónomas-creo que son cuatro del PP- . Deberían de haberlas quitado, aunque es verdad que quitarlas no valdría para nada, ya que hoy se aprueba otra que las anula todas”
    Independientemente de la veracidad o no de lo dicho, estas declaraciones son un claro reflejo de la moralidad acomodaticia y dependiendo de que otros lo resuelvan, no importa cuando, del personaje y su pp

  3. FaramirGL

    Cuesta aceptarlo, pero lo que está ocurriendo es NORMAL.

    Es normal si te das cuenta de que el PSOE es una organización criminal que ha dado múltiples golpes de estado (de los que está muy orgulloso y que festeja con frecuencia), ha cometido DECENAS DE MILES DE ASESINATOS, ataques terroristas, robos con violencia, violaciones, palizas, asaltos, vejaciones, saqueos, sabotajes y cualquier otro acto violento imaginable.

    Que estos criminales sitúen a sus sicarios en puestos de poder, desde donde pueden proteger al partido y a sus dirigentes frente a la persecución de la justicia, es NORMAL.

    Vergonzoso y desagradable para cualquier persona decente, pero normal para ellos.

  4. Jandro

    Se consumó la consagración de esta despreciable violación de los derechos humanos. No sé qué podremos hacer ante la prevaricación más grave de un tribunal de nuestra democracia.

  5. Alberto

    Ni es un Tribunal ni es Constitucional ni ná de ná. Ya tienen a sus órdenes al TC. Pasito a pasito la extrema izquierda ira desmontando la democracia del 78 e imponiendo sus dogmas. Esto no pinta nada bien.

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