Las razones que me animan a decir adiós a Twitter Blue después de un mes de prueba

Quienes me leen en Twitter habrán observado que mi cuenta ha aparecido estas últimas semanas con el distintivo azul de las cuentas verificadas.

Twitter impone una escandalosa censura a la denuncia de un crimen de guerra ruso
Algunos consejos para evitar que Twitter suspenda tu cuenta por denuncias falsas

El 3 de marzo, ese distintivo azul dejará de aparecer en mi cuenta, pues he cancelado la renovación de la suscripción. Decidí probar Twitter Blue hace un mes, ya que gran parte de mi labor profesional tiene relación con las redes sociales y quería estar informado sobre cómo funciona esa nueva característica de Twitter. La verificación tardó más de lo que me esperaba: 10 u 11 días desde que me suscribí hasta que apareció la insignia azul. Supongo que será porque Twitter tiene ahora menos empleados y habrán recibido una avalancha de solicitudes.

De las prestaciones que ofrece Twitter Blue (se pueden consultar aquí) hay tres en especial que me interesaba probar: la primera es la posibilidad de editar tuiteos una vez publicados, la segunda obtener una mayor difusión para los tuiteos que publico, y la tercera es la posibilidad de publicar tuiteos más largos. Tener menos carga de publicidad también era un aliciente, y en cuanto a los vídeos largos, casi nunca publico vídeos en Twitter.

¿Cuál es mi conclusión después de un mes de prueba? Pues más bien decepcionante. La resumo en algunos puntos:

• La edición de tuiteos es muy insuficiente. Sólo te permite editarlos durante 30 minutos. En Facebook y en Gab.com puedes editarlos de forma gratuita en cualquier momento. Al final, la mayoría de las veces, cuando te das cuenta de que un tuiteo contiene una errata, ya ha pasado esa media hora.
• No sólo no he obtenido más difusión para mis tuiteos, sino que se ha reducido considerablemente. Esto es lo que más me ha sorprendido. En febrero he tenido 334.000 impresiones de tuiteos y 109 seguidores nuevos. En enero, antes de suscribirme, tuve 563.000 impresiones y 242 seguidores nuevos, mucho más que con Twitter Blue. Lo mismo me ocurrió en diciembre (488.000 impresiones y 296 seguidores nuevos), en noviembre (698.000 impresiones y 264 seguidores nuevos) y en octubre (610.000 impresiones y 192 seguidores nuevos). No tenía cifras tan bajas como las obtenidas con Twitter Blue desde agosto y septiembre de 2022, es decir, antes de que Elon Musk comprase Twitter.
• No he tenido la oportunidad de publicar tuiteos más largos. Twitter asegura que con Twitter Blue puedes escribir tuiteos con hasta 4.000 caracteres. Sin embargo, a día de hoy sigo sin poder publicar tuiteos de más de 280 caracteres, la misma cantidad que si no me hubiese suscrito a Twitter Blue.
• Por lo demás, el sistema de tuiteos guardados de Twitter Blue me permite crear más carpetas, algo que no necesito, y me obliga a dar dos pasos para ver mi carpeta de tuiteos guardados cuando antes sólo daba uno.
• De igual forma, tampoco le he visto mucha utilidad de artículos destacados. Mi experiencia de lectura ha seguido siendo la misma que tenía antes. Al fin y al cabo, los algoritmos de Twitter hacen un trabajo muy parecido en los muros de lectura del resto de los usuarios.
• En cuanto a la insignia de verificación, no me compensa pagar 9,68 euros al mes por eso (es lo que cuesta la suscripción de Twitter Blue en España). Llevo 15 años en Twitter y el prestigio que pueda haber obtenido me lo habré ganado por lo que he publicado en todo este tiempo, y no porque Twitter me ponga una insignia azul.

Desconozco si Twitter acabará forzando a sus usuarios a pagar por servicios que hasta ahora son gratuitos, como Tweetdeck, con el que manejo las cuentas corporativas de este blog. Llegado ese momento consideraré si merece la pena volver a suscribirme o no. De momento, y por las razones expuestas, llegado ese momento lo más probable es que renuncie a usar Tweetdeck.