Estoy leyendo opiniones sobre la gestación subrogada o vientres de alquiler que adolecen de una tremenda falta de consistencia.
Creo que a la hora de formarse una opinión sobre un tema, lo importante es informarse bien sobre ello. Y lamentablemente, con la gestación subrogada hay mucha gente que adopta una posición obviando muchas cuestiones. Vamos a ver a continuación algunas especialmente importantes y que deberían ser determinantes a la hora de formarse una opinión mínimamente sólida.
1. Cada gestación subrogada cuesta al menos 24 vidas humanas
La gestación subrogada es un método de reproducción asistida en el que se insemina a una mujer un óvulo que no es suyo, ya sea procedente de la mujer que desea quedarse con ese hijo o de una donante. En la gestación subrogada lo habitual es fecundar es óvulo por fecundación in vitro (FIV), ya que es más eficaz que la inseminación artificial. En le FIV, el óvulo es fecundado fuera del útero de la mujer gestante y después es transferido a ese útero para que se desarrolle el embarazo.
El gran problema ético de este procedimiento es que cuesta vidas humanas. Como señaló Antonio Pardo, Médico y Subdirector del Máster en Bioética de la Universidad de Navarra, en la FIV "para obtener un niño, es necesario, en el caso óptimo, haber empleado una media de 24 embriones". Así pues, para obtener un bebé por gestación subrogada hay que destruir como mínimo 24 vidas humanas, ya que el embrión es la primera etapa de nuestra existencia como seres humanos. Es incoherente declararse provida y apoyar eso. Lo que sí es coherente es apoyar el aborto y la gestación subrogada, ya que en ambos casos hablamos de procesos en los que se destruyen vidas humanas.
2. La desvinculación entre la maternidad, el embarazo y el parto
Otra cuestión ética que es muy importante al valorar la gestación subrogada es la que se refiere a sus consecuencias sociales y jurídicas. En todo el mundo la maternidad está vinculada con el embarazo y el parto. La madre de un bebé es aquella mujer que lo ha concebido, lo ha gestado y lo ha parido. La gestación subrogada rompe con esta figura en el paso de la concepción y con ello, acaba por desvincular la maternidad de la gestación y el parto. Esto puede tener consecuencias jurídicas muy graves, como la pretensión de redefinir la maternidad y desvincularla de su proceso natural.
Esta cuestión es muy importante a la hora de valorar el derecho que tiene la madre gestante sobre el bebé en una gestación subrogada. ¿Podría negarse a entregar el hijo que ha gestado y que ha parido y enfrentarse a una demanda por no entregar a ese hijo a otras personas, simplemente porque firmó un acuerdo previo? Ese caso ya se dio en EEUU: el llamado caso de Baby M, un bebé nacido en 1986 por gestación subrogada, concretamente por inseminación artificial. La madre gestante quiso ver a su bebé, pero la pareja que había firmado el acuerdo la demandó ante los tribunales. La Justicia acabó dando la razón a la madre gestante. Desvincular la maternidad de la gestación y el parto es muy peligroso y puede dar lugar a situaciones aberrantes.
3. La mercantilización de la vida humana
Otro aspecto éticamente controvertido de la gestación subrogada es el hecho de convertir una vida humana es objeto de mercantilización, un atentad contra la dignidad humana que nos retrotrae a los tiempos en los que la esclavitud era legal. Esto es así porque lo habitual en la gestación subrogada es que la persona que encarga ese niño pague por él, convirtiéndole así es un artículo que se compra y se vende. Ha habido casos tan escandalosos como el de un millonario japonés que encargó 16 bebés a distintas clínicas tailandesas. Incluso muchos partidarios de la gestación subrogada comparten esa objeción y defienden la gestación subrogada "altruista".
4. El mito de la gestación subrogada 'altruista'
Los partidarios de esta opción obvian sin más las demás objeciones éticas a la gestación subrogada y consideran que el mero hecho de no mediar dinero hace que sea un proceso legítimo. La no existencia de pago alguno por la gestación subrogada es fácil de camuflar, ya que un embarazo genera gastos y el pago por el bebé podría camuflarse como parte de esos gastos. Otra opción es presentar el pago como un mero donativo a la mujer gestante. Legalizar la gestación subrogada altruista abriría la puerta a ese tipo de trucos legales para disfrazar una gestación subrogada remunerada, que sería difícil de controlar.
Sobre esto ya habló en 2017 Francisco José Contreras, Catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla: "¿Existen mujeres dispuestas a prestar un servicio tan extraordinario como gestarle el hijo a otra sin recibir dinero a cambio? La respuesta a esto último parece ser negativa: una investigación reciente del Gobierno sueco revelaba que las gestantes altruistas suelen ser pagadas bajo cuerda". Esa investigación condujo a la total prohibición de la gestación subrogada en Suecia, tanto la remunerada como la que decía ser "altruista".
5. La gestación subrogada y la selección de bebés
Otro aspecto éticamente controvertido al que da lugar la gestación subrogada es la selección de bebés. Convertir la vida humana en algo mercantilizable abre la puerta a obtener niños "a la carta" y a que otros sean descartados. No se trata de meras hipótesis: es algo que ya ha ocurrido. En 2014, una madre que hizo de vientre de alquiler en Tailandia gestó dos niñas. La pareja australiana que la contrató se quedó con la niña sana y renunció a su hermana melliza por tener el síndrome de Down. Previamente le habían pedido a la madre que abortara a la niña discapacitada. Para más inri, el padre que contrató a la bebé había sido condenado por abusos de menores.
En 2013, una pareja de Estados Unidos ofreció 10.000 dólares a la madre gestante que había contratado para abortar al bebé, al enterarse de que tenía problemas de salud. Los padres amenazaron a la madre con abandonar al bebé y dejarlo bajo la tutela del Estado. La madre, a pesar de estar en el paro y sin un hogar permanente, decidió negarse a abortar.
En 2016, una mujer de California aceptó ser vientre de alquiler para un hombre y se quedó embarazada de trillizos por FIV. Los tres bebés estaban bien de salud. Antes de que naciesen, el comprador de los niños amenazó a la mujer gestante con arruinarla si no abortaba a uno de los bebés. Habían acordado 33.000 dólares por el primer bebé y 6.000 por el segundo, y el hombre no quería un tercero. La madre se negó a abortar y presentó una denuncia de inconstitucionalidad contra la ley de maternidad subrogada de California.
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Lo que acabamos de repasar se da, casualmente, en países donde el aborto es legal. De hecho, uno de los países donde es legal y está más extendida la gestación subrogada es Rusia, que es uno de los países del mundo con mayor tasa de abortos. Las leyes que devalúan la vida humana han conducido, finalmente, a abrir la puerta a la gestación subrogada, que es otra devaluación más.
Es incoherente que los partidarios del aborto critiquen la gestación subrogada mientras alegan que una madre puede hacer lo que le dé la gana con su cuerpo, obviando sin más al niño por nacer. Son ese tipo de falacias las que están abriendo la puerta a la subrogación allí donde se legalizó el aborto. Pero más incoherente aún es que personas que se dicen provida apoyen la gestación subrogada, un proceso en el que se destruyen decenas de vidas humanas y que convierte a bebés en una mercancía, pisoteando su dignidad humana.
Defender la gestación subrogada alegando que es una forma de traer nuevas vidas al mundo es una afirmación incoherente y que obvia hechos como los relatados. No se puede justificar acabar con vidas humanas inocentes como excusa para gestar una nueva vida (por eso yo, como provida, también me opongo a la FIV). Es tan disparatado como justificar un atropello de varios niños para llegar más rápido a un hospital y salvarle la vida a otro niño.
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Comentarios:
Berto
Lo que es curioso es que la izquierda carga con furia contra la gestación subrogada y después son furibundos abortistas.
20:17 | 29/03/23
PedroJesusVR
Hasta ahora no me había parado a pensar sobre eso, pero este artículo me ha abierto los ojos a semejante aberración. Personalmente la defensa a ultranza de la vida es una de mis «líneas rojas», me di de baja del PP cuando Gallardón dijo que no tenían intención de modificar la ley del aborto. Desde ese momento, en todas las elecciones cogía la papeleta del PP y escribía algo así como «no al asesinato de bebés no nacidos» con la intención expresa de anular el voto y que los apoderados del PP supieran la causa. Hasta que me enteré de la existencia de Vox y que defendían la mayoría de mis ideas, incluida la defensa de la vida.
Ahora gracias a este artículo también me opondré firmemente a la gestación subrogada.
Que bien que en España tengamos algunos medios como Contando Estrelas (o la Gaceta de la Iberosfera) que son los únicos medios que conozco y comulgo con la mayoría de sus ideas. Ojalá hubiera más medios así.
21:12 | 29/03/23
CarlosMAP
Muchas gracias por el artículo. Muy esclarecedor. El título además es perfecto porque unos escuchamos sin tener claro qué opinar, otros hablan desde sus dogmas ideológicos sin reconocer la cantidad de contradicciones en las que incurren, otros repiten consignas de partido sin ni siquiera pararse a pensar… Aquí al menos hay razonamientos claros y coherentes.
2:25 | 30/03/23
wladimir
es cierto…
tanto el aborto como la gestacion subrogada son medidas antinatura y que no deberian ser promovidas…pero por un lado la ultraizquierda defiende el aborto y por otro lado los partidarios globalistas LGBTQ promueven la gestacion subrogada como metodo para ellos tener hijos a quien educarlos (lease corromperlos) en sus ideologias…
definitivamente esto es una enrevesada y compleja contradiccion…
11:28 | 30/03/23
aldaruiz
Muchas gracias Elentir por este esclarecedor artículo. No me había parado a pensar en la destrucción de embriones.
13:24 | 30/03/23
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