Javier Milei y la descarada campaña de manipulación de los 'ultraperiodistas'

Elentir EN Lun 23·10·2023 · 7:15 4

Vosotros sois muy jóvenes, pero hubo un tiempo en el que en la política había derecha e izquierda. Hoy sólo hay izquierda y ultraderecha.

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Los medios que han etiquetado a Milei como 'ultraderecha'

La idea de que el mapa político ha quedado así no es mía. Es lo que se distingue a diario en muchos medios. Los ejemplos son abundantes y el más reciente es Javier Milei, el candidato liberal a la presidencia de Argentina. Este domingo, y como ya han hecho con las elecciones en otros países, la agencia Efe, RTVE, El País, Abc, Público, Antena 3, la COPE, La Sexta y la Cadena SER (por sólo poner algunos ejemplos), han coincidido en calificar a Milei como "ultraderecha" o "extrema derecha".

El uso de esa palabra para estigmatizar al que discrepa

Milei podrá gustar más o menos a los que dictan la línea ideológica de esos medios, pero es un demócrata. Hace años, términos como ultraderecha o ultraizquierda estaban reservados para los extremistas antidemocráticos y violentos, para aquellos que desde uno u otro lado del mapa política apoyan a dictaduras y justifican el uso de la violencia con fines políticos. Pero la izquierda decidió cambiar esa definición para demonizar a todos los que le llevan la contraria, aprovechando su posición dominante en ámbitos como el periodismo y las universidades.

Como resultado de ello, hoy "ultraderecha" se ha convertido en una forma de censurar ideas incómodas para la izquierda hegemónica, una izquierda que ha logrado que sus dogmas ideológicos sean asumidos no sólo por gente que se dice de izquierdas, sino también por muchos que se dicen "centristas" o de "centro-derecha". Hoy se llama "ultraderecha" al que discrepa de una forma de pensamiento único izquierdista que no tolera la discrepancia. No importa que defiendas la democracia y propongas tus ideas por medios legales y pacíficos: si no te sometes a los dogmas de la izquierda, eres "ultraderecha", aunque tus ideas sean mucho más democráticas que las de quienes te llaman extremista.

Ven ultraderecha por todas partes pero no ven la ultraizquierda

Por el lado contrario, para esa izquierda dominante la "ultraizquierda" no existe. Consideran que ser de izquierdas es lo correcto y en ese particular concepto de la corrección parece no haber posiciones extremas. Hay políticos y partidos que apoyan a dictaduras comunistas y justifican agresiones a sus rivales, como ha ocurrido en España con los comunistas de Izquierda Unida y de Podemos, pero muy rara vez un medio se atreve a llamarlos "ultraizquierda". Por lo visto, la izquierda es algo elástico y enorme en el que cabe todo, incluso las peores formas de fanatismo, sin que nadie se atreva a llamarte "ultraizquierda".

Estamos, sin ninguna duda, ante una de las más amplias campañas de manipulación que se han hecho en una sociedad democrática, una campaña promovida por activistas que se dicen llamar periodistas, por profesionales de la comunicación que no se conforman con relatar hechos, sino que pretenden dictarle a la gente cómo deben pensar, estigmatizando al que se salga del redil de una forma que recuerda mucho a las sociedades predemocráticas. Lo justo sería empezar a contraatacar: quienes así actúan no son periodistas, sino ultraperiodistas, personas que creen que su profesión va más allá de lo marcado por la ética profesional y que ven a sí mismos como modernos inquisidores de un pensamiento único que no acepta uno de los pilares de la democracia: el pluralismo político e ideológico.

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Foto: AFP.