La corrupción del Partido Socialista, la oposición de Vox y la deposición del PP

Elentir EN Mar 9·4·2024 · 7:05 5

En "La vida de Brian" (1979) hay una memorable escena protagonizada por los activistas del Frente Popular de Judea en una reunión secreta.

El socialista Salvador Illa tiene buenos motivos para temer más a Abascal que a Puigdemont
La intervención de Santiago Abascal señalando al verdadero capo de la corrupción socialista

El líder del grupo pregunta: "¿Qué han hecho los romanos por nosotros?" Los asistentes empiezan a enumerar aportaciones de Roma: el acueducto, el alcantarillado, las carreteras, la irrigación, el vino... Entre las respuestas se echa de menos uno de las herencias más valiosas de millones de europeos, una herencia que españoles y portugueses transmitimos en dos de sus formas vulgares a gran parte de América: el latín, una lengua que aún hoy pervive en el español y que llena de significado muchas de las palabras de nuestro diccionario.

Una de esas palabras es "poner". Añadiendo prefijos, se pueden obtener palabras derivadas con múltiples significados: proponer, imponer, oponer, suponer, reponer, anteponer, contraponer, descomponer, disponer, interponer, posponer... El verbo poner y su familia léxica pueden servir para resumir la política española.

Por ejemplo, el Partido Socialista (PSOE) practica mucho el verbo imponer. Lo utiliza para someternos a su ideología en distintos ámbitos y para colonizar las instituciones con personas afines, a fin de ponerlas a su servicio. Esa actitud es la que le lleva a confundir el Estado con el partido, el primer paso para sumergirse en la corrupción política, en la que ahora el PSOE está inmerso hasta la coronilla.

Frente a la imposición socialista, la esperanza de muchos demócratas figura en otra palabra derivada de poner: oponer. En España teóricamente el principal partido de la oposición es el Partido Popular (PP), pero a la hora de la verdad, la única oposición real que parece haber es la de Vox. Ayer tuvimos un nuevo ejemplo de ello: ante los escándalos que vienen salpicando a la esposa de Pedro Sánchez, ayer Vox anunció que pedirá la comparecencia de Begoña Gómez en el Congreso y en el Senado, en el marco de las comisiones de investigación por los casos de corrupción que afectan al Partido Socialista.

Lo que ha hecho el Partido Popular en este caso no es oposición, sino otra palabra derivada del verbo poner: "deponer". En España, este verbo es muy utilizado en su sentido de privar a alguien de su empleo o su cargo, pero el PP lo ha aplicado en otro de sus usos más corrientes, el de la expresión "deponer las armas", que indica rendición. Ayer se supo que el PP no llamará a declarar a Begoña Gómez ni tan siquiera a Sánchez a esas comisiones de investigación. Una rendición más. Esa actitud de rendición ante los dogmas y exigencias de la izquierda es la que el PP viene practicando desde hace muchos años, para desgracia de España.

Sin embargo, en este caso la actitud del Partido Popular podría asumir otro significado del verbo "deponer". El pasado domingo, Ana Martín comentaba en El Debate (un diario que está haciendo una admirable labor de denuncia de la corrupción del PSOE) los motivos por los que el PP no llamaría a declarar a Begoña Gómez: "Los socialistas han hecho saber al principal partido de la oposición, por diversos conductos, que si Alberto Núñez Feijóo se atreve a cruzar esa línea roja se lo tomarán como una declaración de guerra". Ante eso, lo que ha hecho el PP es acobardarse y echarse atrás, como tantas otras veces, cambiando el papel de oposición por otra palabra derivada de "poner" que es mucho menos digna: la deposición, es decir, la evacuación de vientre.

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Fotos: PSOE / Vox / PP.