Israel e Irán, la historia de una antigua amistad rota por el extremismo islámico

Elentir EN Sáb 13·4·2024 · 7:10 2

Si os fijáis bien, en algunas manifestaciones de apoyo a Israel en distintos países pueden verse también banderas iraníes.

El armamento de las fuerzas aéreas de Israel e Irán para una guerra entre ambos países
Un nuevo intento de blanqueamiento de la dictadura iraní, ahora desde la derecha

Un ejemplo de ello lo podemos ver en Foto: la bella foto de Beth Baisch que encabeza estas líneas. Obviamente, no son las banderas de la actual dictadura islamista, sino la bandera persa del león y el sol, que era la bandera que ondeaba en ese país de Oriente Próximo antes de que el extremismo islámico asaltase el poder en 1979 y convirtiese ese país en el principal aliado del terrorismo islamista en el mundo.

Del rechazo iraní en 1947 al reconocimiento de Israel en 1950

Las relaciones entre Israel e Irán no empezaron bien. Israel siempre ha sigo un país democrático, e Irán lo era, teóricamente, desde 1923, pero con unas elecciones habitualmente marcadas por el fraude electoral. Irán era una monarquía parlamentaria. En 1946 el entonces primer ministro iraní, Ahmad Qavam, fundó el Partido Democrático de Irán, un nombre engañoso para un partido nacionalista y antioccidental formado por aristócratas y que pretendía establecer un régimen autoritario. El gobierno iraní de Qavam votó en contra de la partición del antiguo Mandato Británico de Palestina, que dio lugar a Israel.

En 1948, otro político del Partido Democrático de Irán, Mohamed Saed, se convirtió en primer ministro. Su gobierno votó contra la admisión de Israel en la ONU en 1949. Sin embargo, y a pesar de la hostilidad hacia Israel de parte de la población iraní -especialmente los extremistas islámicos-, el 4 de marzo de 1950 Irán fue el segundo país musulmán (después de Turquía, en 1949) en reconocer al Estado de Israel. Durante más de dos décadas, fueron los dos únicos países musulmanes que mantuvieron relaciones con el Estado judío.

Las tensiones en Irán y la rotura de relaciones en 1951

Durante aquella época, Irán era un país sometido a grandes tensiones por la presión soviética en el norte (y su apoyo a los comunistas del Partido Tudeh), la influencia de los clérigos islámicos y los intereses petrolíferos británicos. Esa tensión llegó a uno de sus momentos más álgidos con el intento de asesinato del Sha, el Emperador de Irán, en 1949, en un complot organizado por los comunistas del Partido Tudeh y que condujo a la ilegalización de éste.

En abril de 1951 Mohammad Mosaddegh, del Frente Nacional de Irán -una organización socialista, antimonárquica, nacionalista y antioccidental- llegó al poder. Durante su mandato, Mosaddegh hizo algo peor que el fraude electoral que ya era habitual en los procesos electorales iraníes desde años atrás: detuvo las elecciones de 1952 cuando habían sido elegidos 79 de los 136 escaños del Parlamento. Mosaddegh pretendió nacionalizar los yacimientos de petróleo de Irán y expulsar a las empresas extranjeras que extraían el crudo. Esta decisión llevó al Reino Unido a decretar un boicot internacional al petróleo iraní.

El 7 de julio de 1951, Mosaddegh rompió de hecho las relaciones de Irán con Israel, ordenando el cierre del Consulado de Israel en Teherán alegando dificultades financieras como falsa excusa, aunque no revocó el reconocimiento iraí al Estado judío. Mosaddegh también expulsó a los diplomáticos británicos en octubre de 1952. En términos políticos, Mosaddegh actuó de forma muy parecida a Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, llevando al país a una deriva que empezó a provocar una profunda preocupación en el Ejército, mayoritariamente hostil al régimen que estaba instaurando el primer ministro socialista.

La amistad entre Israel e Irán de 1953 a 1979

Finalmente, en 1953 Mosaddegh fue depuesto por un golpe de Estado militar, que condujo a que el Emperador de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, adquiriese un mayor protagonismo en la vida pública. El país adoptó un régimen laico y prooccidental. Gracias a los ingresos obtenidos con el petróleo, el país protagonizó un fuerte desarrollo industrial y se formó una amplia clase media, sobre todo en las ciudades. Esta particular revolución industrial iraní entre 1953 y 1979 condujo a una posición social de la mujer muy diferente de otros países islámicos y más próxima a los países occidentales. A ese época corresponden muchas fotos que hoy se ven con nostalgia de la población persa con indumentaria occidental y mujeres con minifaldas.

Entre 1953 y 1979, cuando los radicales islámicos asaltaron el poder, Irán e Israel se convirtieron en países amigos y aliados, estableciendo un fuerte contrapeso en la región contra la alianza entre Egipto y la URSS. Israel contribuyó decisivamente al auge económico y tecnológico en Irán y también hizo aportaciones a las Fuerzas Armadas Iraníes.

La llegada al poder de los islamistas y su apoyo al terrorismo contra Israel

Tras la llegada al poder del ayatolá Ruhollah Jomeini, Irán rompió relaciones con Israel. El país pasó de ser una dictadura laica y occidentalizada a convertirse en una dictadura islamista. Desde entonces, el régimen islamista de Irán ha venido apoyando a distintos grupos terroristas contra Israel, especialmente a Hamás, en Gaza, e Hezbolá, en Líbano, y a la Yihad Palestina. Gran parte de los ataques de esos grupos terroristas contra Israel, incluyendo la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre de 2023 (la mayor matanza sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto) han sido instigados y apoyados por Irán, que proporciona armamento, apoyo económico y adiestramiento a esas bandas criminales.

La situación de la antigua comunidad judía de Irán

Hay que señalar que Irán albergaba una de las más antiguas comunidades judías del mundo, con presencia en ese país desde la Antigüedad. Los judíos residentes en Irán sumaban unas 150.000 personas en el momento de la creación del Estado de Israel, una población que incluía muchos judíos que habían escapado del Holocausto en Europa. Entre 1953 y 1979, la comunidad judía persa disfrutó de una libertad sin precedentes, pudiendo publicar sus propios periódicos y educar a sus hijos en el idioma hebreo. La comunidad judía persa, que había vivido históricamente en una situación de pobreza, prosperó notablemente durante el reinado del Sha. En 1979 había unos 100.000 judíos en Irán. La comunidad judía más importante del país estaba en Teherán, donde residían 60.000 de ellos. Hoy quedan menos de 9.000. La mayoría de ellos huyeron a EEUU, Israel y Europa.

Hoy en día, la oposición democrática iraní, que sueña con que su país vuelva a ser una democracia y recupere la prosperidad que alcanzó antes de 1979, muestra abiertamente su simpatía por Israel porque fue un amigo de Persia, hasta que el actual régimen islamista iraní cambió esa amistad por una fanática hostilidad. Ojalá la antigua Persia pueda volver a ver ondear la bandera del león y el sol y el pueblo persa recupere su libertad, y con ella la vieja relación de amistad que le unió con Israel.

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Foto: Beth Baisch.