Unas palabras de Tolkien y una llamada a la resistencia en un momento crítico para España

Elentir EN Lun 29·4·2024 · 15:19 4

España está viviendo un momento difícil, una vez más, con una izquierda que se se cree con derecho a gozar de impunidad ante la ley.

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En estas últimas horas estoy leyendo mensajes de desánimo, de tristeza y de desesperanza a causa de esa situación. Los comprendo, pero no los comparto. Si os sirve de algo, yo estoy muy tranquilo. Esto tal vez os pueda extrañar, pero no es una actitud que se explique por el desinterés en los problemas que nos afectan. Al contrario.

España y otros países de nuestro entorno han vivido momentos mucho peores que éste y los han superado. Superar momentos duros ha costado muchos sacrificios, pero ha sido posible porque las personas que vivieron esos momentos no se rindieron.

Una de las personas que vivió esos duros momentos fue mi escritor favorito, J.R.R. Tolkien, cuyas obras me sirven de inspiración muy a menudo para hacer toda clase de reflexiones en este blog. Combatió en la Primera Guerra Mundial y resultó herido en la horrenda Batalla del Somme. También vivió la Segunda Guerra Mundial, cuando su país fue el objetivo de la brutal campaña de bombardeos alemanes conocida como el "Blitz". Tolkien vio horrores que muchos no podemos ni imaginar.

A pesar de ello, su obra es una constante llamada a la esperanza. Incluso inventó una palabra, "Estel", cuya forma evoca a las estrellas y que simboliza la esperanza más allá de toda esperanza. Aunque nunca le gustó la alegoría, proyectó claramente sus principios en sus libros. Tolkien era católico y su obra es una llamada a combatir el mal, incluso cuando la victoria parece imposible y toda resistencia parece inútil. Él sabía que a pesar de todos los sufrimientos, al final el Bien prevalecerá.

Tolkien plasmó algunas de sus mejores reflexiones personales en palabras del mago Gandalf en "El Señor de los Anillos". En "El Retorno del Rey", el tercer volumen de esa obra, escribió lo siguiente (Libro V. Capítulo 9):

«No nos atañe a nosotros dominar todas las mareas del mundo, sino hacer lo que está en nuestras manos por el bien de los días que nos ha tocado vivir, extirpando el mal en los campos que conocemos, y dejando a los que vendrán después una tierra limpia para la labranza. Pero que tengan sol o lluvia, no depende de nosotros».

En resumidas cuentas: debemos asumir que perderemos algunas batallas y ganaremos otras, pero nunca debemos rendirnos y nunca debemos dejar que nos venza la desesperanza. Nunca debemos perder la esperanza, incluso cuando más nos cuesta encontrarla.

España es una gran Nación, y por ella y por la causa de la Libertad siempre merece la pena luchar y asumir grandes sacrificios, aunque nosotros no lleguemos a ver los resultados. Así pues, no nos dejemos vencer por el desánimo ni por la tristeza: es la hora de resistencia.