La izquierda llama 'fascistas' a partidos que son más democráticos que ella

¿Qué es en realidad eso que muchos medios denominan 'extrema derecha'?

Estos últimos días, muchos medios están repitiendo insistentemente un término que cada vez tiene menos eficacia: la "extrema derecha".

Siete pistas útiles para identificar a los auténticos extremistas del mapa político
La razón por la que los partidos centristas se han transformado en socialistas e irán a peor

Hoy en día los partidos fascistas y nazis son marginales

Leyendo a algunos políticos y medios izquierdistas, cualquiera tendría la sensación de que el fascismo y el nazismo han resurgido en Europa, a juzgar por la equiparación entre esos movimientos totalitarios y lo que hoy califican como "extrema derecha". Sin embargo, los partidos genuinamente fascistas o nazis son puramente marginales y no tienen representación en el Parlamento Europeo. Sí que la tienen partidos de extrema izquierda que reivindican abiertamente el comunismo y que incluso ensalzan a dictaduras de esa ideología totalitaria, pero la mayoría de los medios no parecen preocupados por eso, curiosamente.

La vieja costumbre comunista de llamar 'fascista' al que disidente

Hay que decir que no es algo nuevo que la izquierda vea fascistas donde no los hay. Recordemos que el primer gran impulsor del concepto del "antifascismo" fue el brutal dictador Stalin, que no tuvo reparos en aliarse con la Alemania nazi para invadir conjuntamente un país católico, conservador y democrático como Polonia. Stalin utilizó el térmimo "social fascistas" para desprestigiar a los socialdemócratas, y al hacerlo ayudó a los nazis a desgastar la República de Weimar, contribuyendo así a la llegada de Hitler al poder.

La izquierda llama 'fascista' a partidos más democráticos que ella

Hoy en día, la calificación de "extrema derecha" que la izquierda hace es tan falsa y cínica como esa forma que Stalin tenía de estigmatizar a sus rivales. De hecho, entre la extrema izquierda hay muchas más actitudes de odio, intolerancia, violencia e incluso de apoyo a dictaduras que entre los partidos políticos que ella señala como "extrema derecha". Basta con ver el caso de España: Vox lleva años sufriendo una ola de agresiones de extrema izquierda, que acusa a ese partido conservador de ser "extrema derecha" y "fascismo", pero la verdad es que los agredidos demuestran una actitud democrática de la que carece esa extrema izquierda, ya que no ha habido una ola de violencia en sentido contrario. Lo mismo ocurre en otros países.

De la caída del comunismo a la 'cultura de la cancelación'

Para saber qué es lo que algunos consideran "extrema derecha" hay que ir al otro lado del mapa político. Unos años después de la caída del comunismo en Europa, la extrema izquierda empezó un proceso de resurgimiento que le llevó a apropiarse de banderas como el feminismo, el ecologismo, el movimiento LGTB, etc., imponiéndoles una orientación cada vez más radical. El centro-izquierda, en primer lugar, y después gran parte del centro-derecha han acabado asumiendo los dogmas de esa izquierda radicalizada en cuestiones como el aborto, la ideología de género, el catastrofismo climático, etc.

Finalmente, la izquierda acabó conquistando una posición ideológica hegemónica en Occidente, especialmente gracias a su importante presencia en organizaciones internacionales como la ONU, en la que la China comunista ha ido ganando cada vez más peso político. Eso llevó a la izquierda a presentar sus ideas como un pensamiento único del que nadie puede discrepar, a riesgo de ser calificado como "racista", "xenófobo", "machista", "retrógrado" y "fascista".

Es así como llegamos a lo que hoy se conoce como la "cultura de la cancelación", un retroceso en la libertad de expresión que se está plasmando en nuevas formas de censura, especialmente en las redes sociales (con excepciones como Twitter desde la llegada de Elon Musk). Esa nueva censura se ha volcado contra esa parte de la derecha que no ha renunciado a sus principios conservadores, que se ha negado a pasar por el aro ideológico de la izquierda y que no se quiere someter a los dogmas de la izquierda. Además, hay otros sectores del mapa político que han acabado rebelándose contra ese pensamiento único, que ya no sólo intenta estrangular a la derecha, sino a todo aquel que se atreve a discrepar de cualquiera de los dogmas de la izquierda.

El auge de una derecha que no admite un pensamiento único

Así pues, Europa no vive un resurgimiento del fascismo, sino el auge de una derecha plenamente democrática que se ha hartado de tener que pedir perdón a la izquierda por discrepar, que se ha hartado de que el sentido común ceda a cada vez más disparates ideológicos promovidos por socialistas y comunistas, y que el centrismo político acepta sin rechistar para no ser señalado como "fascista".

La democracia no está amenazada en Europa por ningún partido fascista, ya que -repito- los auténticos fascistas y nazis son marginales. Lo que amenaza la democracia en Europa es la creencia de que todos tenemos que asumir un pensamiento único que cierra en falso debates sociales como el aborto, la ideología de género, la inmigración masiva, el fanatismo ecologista, la disolución de la soberanía nacional y la imposición de una Unión Europea cuya diarrea legislativa y cuyo afán por controlar cada pequeño aspecto de nuestras vidas empieza a recordar peligrosamente a la desaparecida URSS.

Una intolerancia que sólo consigue generar más desafección hacia la UE

Señalar como "fascistas" o como "extrema derecha" a millones de demócratas europeos simplemente porque discrepan de los dogmas de la izquierda, como si eso les convirtiese en seres despreciables, es una forma de exhibir una actitud intolerante y antidemocrática que parece olvidar que entre nuestras libertades fundamentales está la libertad ideológica y el pluralismo político.

Además, los problemas políticos, económicos, morales y sociales que llevan a esos millones de europeos a votar a la derecha conservadora no van a desaparecer por el mero hecho de que la izquierda y los centristas hayan decidido que ya no se puede discutir sobre ciertas cuestiones. Lo único que conseguirán de esa forma es generar cada vez más desafección hacia las instituciones europeas, de las que la izquierda y el centrismo llevan años apropiándose con su "gran coalición" como si la Unión Europea fuese su finca particular.

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Foto: Vox. Un acto de Vox en la campaña de las elecciones catalanas de 2024.

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Comentarios:

  1. wladimir

    lo supuse….

    que esa «alarma» de los medios de comunicacion ultraziquierdistas y aliados a los Gobiernos progresitas y socialistas Europeos….solo era puro ruido…la flora y fauna del Social Progresismo esta alarmada porque sienten que su dominio del panorama politico europeo lo estan perdiendo cada vez mas y estan surgiendo otras voces democraticas y disidentes al sistema totalitario Progre e izquierdista….

    Ojala este avance continue y asi se vaya deshaciendo ese monopolio Social-Comunista y Globalista Progre que solo esta llevando a Europa al desconcierto y a la ruina politica y facilitando la caida de Europa a los enemigos de la democracia….que con estos resultados vean que el pueblo Europeo ha despertado de este constante bombardeo mediatico y ha descubierto la verdad de lo que ellos realmente son y cuales son sus inconfesables intenciones para con la Europa democratica judeocristiana y autenticamente liberal….

  2. Berto

    La extrema derecha es derecha a secas, lo que apenas fue el Partido Podrido en la época de Aznar y lo que debería ser. VOX surgió por ello, por la inacción vergonzosa de Mariano Rajoy.

  3. Teros

    Eso no es ninguna novedad

    Para la izquierda TODA oposición es facha de toda la vida.

  4. Alejandro

    He leído numerosos medios informativos y escuchado varias emisoras de radio. La gran mayoría hablan de extrema derecha.
    Ayer, Carlos Alsina decía «… el ultraderechista Alvise ha conseguido entrar en el Parlamento Europeo…»

    En fin, según su definición debo ser fascista, ultraderechista, neonazi, franquista, etc. Ya que he votado a Vox.

    Que se … los zurdos!!!

    Orgulloso de no votar PP-PSOE…

  5. JuanCarlosCasillas

    Muy completo y necesario análisis sobre el tema, con frecuencia pospuesto.
    Me gustaría hacer alguna apreciación personal. Con esta repetida acusación se intenta ya imponernos sus lenguaje (con lo que partiríamos en desventaja dialéctica), ya imponernos su terreno de juego, teniendo que dedicar nuestro mayor esfuerzo a defendernos. Ellos toman la iniciativa y siempre jugamos en su terreno; en los debates que quieren imponernos.
    Creo que al respecto, solo se puede desmontar este retorcido proceder, exigiéndoles menos soberbia, que dejen de aparecer ellos como los mejores intérpretes de nuestro verdadero pensamiento. Exigiendoles que paren de encasillarnos según su conveniencia y por una vez acepten que somos nosotros los que autodefinimos nuestro pensamiento. Exijamos ser reconocidos como derechistas, conservadores, católicos, liberales, nacionalistas, …(algunos de los «inculpados» incluso tendrían que decir socialistas) .Empecemos insistentemente nuestro discurso con frases como «Respéteme reconociendo mi verdadero pensamiento. Yo como conservador, pienso…»
    Tenemos que hacernos respetar y para ello es necesario firmeza, no gritar más alto o ser más ofensivo. Aceptar eso tambien es aceptar su juego.

  6. FaramirGL

    Estoy MUY de acuerdo con el sentido general del artículo, pero discrepo en tres cuestiones fundamentales.

    La primera es que hace siglo y medio que no tiene sentido hablar de «izquierda y derecha» en Occidente. Desde que los partidos socialistas se desgajaron del bloque liberal, la sociedad occidental en general y la española, en particular, se divide en TRES grandes bloques ideológicos: conservadores, socialistas y liberales. Y no están alineados, ninguno de ellos es «el centro», esto no existe.

    En consecuencia, no existe la «extrema derecha» ni la «extrema izquierda».

    Los partidos nacional-socialistas y fascistas SON socialistas. Siempre lo han sido. La mentira proviene (como bien señalas) de Stalin, quien aprovechó la subida del socialista Mussolini al poder para acusar de «fascistas» a sus dos rivales en la cúpula bolchevique y quitárselos de en medio. Desde entonces, fieles a su estilo, los socialistas acusan de «fascista» a cualquiera que les estorbe, incluyendo rivales socialistas.

    Por último: España es el país DEL PLANETA ENTERO en el que hay más partidos nazis (nacional-socialistas) y en el que estos tienen más poder, influencia y recursos. Ahí están el PSC, ERC, Compromís, Bildu o el BNG. Nacionalistas y socialistas = nacional-socialistas, NAZIS como la copa de un pino.

  7. JuanCarlosCasillas

    Dejadme que sea yo el que elija en que palillo del perchero me ubico porque si dejo que sean otros los que lo hacen, alguno aprovecha para ubicarme con una soga al cuello.

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