En 1920 se estableció una aldea minera en el condado de Armstrong, cerca de Worthington, Pensilvania, en el nordeste de Estados Unidos.
Esta aldea fue construida por la Pittsburgh Limestone Corporation para albergar a los trabajadores de una mina cercana. El nombre del pueblo tiene un origen curioso. La empresa ofreció un trato a estos trabajadores, dándoles una vivienda y seguridad laboral a cambio de que renunciasen a crear un sindicato. Los trabajadores que aceptaban esta clase de tratos eran apodados despectivamente como "perros amarillos" por los sindicalistas. Los habitantes de esta aldea tomaron el insulto con orgullo y llamaron Yellow Dog Village (Aldea del Perro Amarillo) a su pequeña comunidad, que disponía de una tienda y una iglesia.
Las casas no tenían agua corriente, pero esta pequeña comunidad prosperó hasta que la mina cerró en la década de 1950. Mucha gente abandonó la aldea en busca de trabajo, pero una parte de sus habitantes se quedaron aprovechando la creación de un cultivo de hongos subterráneo. El agua corriente llegó a la aldea en la década de 1970, pero en la década de 2000 la gente empezó a enfermar debido a la aparición de bacterias de Escherichia coli en el suministro de agua. En 2012 el pueblo fue evacuado y todos sus habitantes fueron desalojados.
Hoy en día, el pueblo es una propiedad privada, cuyos propietarios hacen visitas guiadas intentando preservar la memoria de lo que Yellow Dog Village fue antaño. Si quieres visitarlo, consulta su sitio oficial. Hace unos días, el canal Ruin Road publicó un interesante vídeo mostrando esta aldea y relatando su historia (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
Podéis ver aquí algunas capturas de este vídeo. La aldea tiene la apariencia de haber sido una apacible comunidad rural.
Las casas eran de madera y con tres plantas. Se conservan relativamente bien a pesar de los años de abandono.
Lo más extraño de este pueblo fantasma está dentro de sus casas. Están conservadas como si la gente hubiese huido de repente. En esta casa dejaron atrás el piano y el árbol de Navidad.
En esta otra casa hay una pareja de osos de peluche junto a una foto tomada junto a un bebé en ese mismo sitio, hace muchos años. Hay más peluches, ropa, diarios personales, juguetes y otros objetos personales abandonados en las casas, como podéis ver en el vídeo.
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Comentarios:
wladimir
interesante..
13:33 | 19/09/24
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