En "El ruido del trueno", el escritor estadounidense Ray Bradbury abordó un viaje al pasado por parte de un hombre llamado Eckels.
El viajero temporal llega a la prehistoria. Cuando vuelve, nota que ha habido ciertos cambios en el mundo que abandonó. Al observar sus botas, observa una mariposa aplastada y se da cuenta de los efectos que ese pequeño cambio ha tenido en el futuro. Lo que Bradbury plantea es lo que se suele llamar "efecto mariposa", que se aplica a sistemas caóticos como, por ejemplo, el tiempo atmosférico.
Digo todo esto porque ayer Pedro Sánchez decidió zanjar las críticas por su mala gestión de la catástrofe de la gota fría del 29 de octubre, que ha provocado más de 200 muertos, la mayor catástrofe natural del siglo en España. El dirigente socialista ya encontró un culpable en el que descargar su responsabilidad: "el cambio climático mata", afirmó en un discurso en el que llamó a "evitar que se produzca de nuevo, evitar que los desastres naturales se repitan y multipliquen".
Así pues, de esas palabras cabe deducir que Sánchez cree que ese desastre se debió al cambio climático y que tiene la fórmula para evitar que vuelva a ocurrir. Esto último sería algo milagroso, ya que hasta ahora nadie más ha logrado evitar algo así (ni siquiera Sánchez). En cuanto a lo primero, hubo 14.500 inundaciones por lluvias y desbordamientos en España desde noviembre de 1035 hasta julio de 2019. La peor antes que la de 2024 ocurrió en 1879 y dejó mil muertos. ¿Todo eso también se debió al cambio climático, señor Sánchez?
No voy a entrar a discutir aquí sobre si la teoría del cambio climático antropogénico tiene sentido o no. En todo caso, no es muy coherente alertar sobre el cambio climático mientras Sánchez moviliza dos aviones y un helicóptero para viajar a Azerbaiyán para pedir, entre otras cosas, que haya menos emisiones de gases tóxicos. Sánchez demuestra no creerse lo que dice del cambio climático cada vez que actúa como si todo lo que él contamina no significase nada y todos los sacrificios fuesen para los demás.
Lo que más resulta chirriante es ver como algunos políticos utilizan el "cambio climático" como pretexto para eludir su responsabilidad, diciendo que lo que mata es un fenómeno sobre el que tenemos unas escasas posibilidades de influir, a pesar de lo cual algunos comprometen enormes sumas de dinero público, incrementando considerablemente la presión fiscal, destrozando nuestro tejido productivo y arruinando nuestra economía, todo ello basándose en la creencia de que pueden "evitar" catástrofes naturales. Una creencia tan racional como lo sería sacrificar a tres vírgenes en el altar de Zeus con el fin de que pare de llover.
Obviamente, si creemos en el efecto mariposa, es lógico pensar que los efectos de lo que hagamos serán mayores y tendrán consecuencias más determinantes en los resultados de una catástrofe natural cuanto mayor sea nuestra capacidad de intervenir en el resultado. En este sentido, por mucho que Sánchez diga las cosas que ha dicho, insisto en lo obvio: de momento no tenemos ninguna forma de evitar que se repita una gota fría. Culpar de una gota fría a quienes discrepan de la teoría del cambio climático, como hacen algunos, es tan irracional como culpar de la gota fría a haber sacrificado tres vírgenes a Zeus en vez de cinco o seis.
Ningún gobierno puede evitar una gota fría. Lo que sí puede hacer un gobierno es intentar mitigar sus consecuencias tomando algunas precauciones, como por ejemplo:
Eso es precisamente lo que el gobierno de Sánchez no hizo. Y me refiero al gobierno porque es el que tiene las competencias para hacerlo. Hace sólo un mes, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del gobierno, se negó a construir tanques de tormentas en la carretera Elche-Santa Pola, a pesar de que suele inundarse cada vez que hay una gota fría. Así mismo, el gobierno de Sánchez se negó a declarar la emergencia nacional tras el desastre del 29 de octubre y tardó 4 días en ordenar un gran despliegue militar para acudir en auxilio de los afectados. Y para colmo, rechazó la ayuda extranjera.
Puestos a aplicar la teoría del efecto mariposa, la incompetencia y la negligencia del gobierno de Sánchez son las que contribuyen a que muera gente, y no el cambio climático. Es la misma incompetencia y la misma negligencia que el gobierno ya exhibió durante la pandemia, convirtiéndonos en uno de los países de Europa con más muertos y al que más le está costando salir de la ruina provocada, en gran parte, por las medidas tomadas por el propio gobierno. Este gobierno corrupto, incompetente y negligente cuesta vidas de españoles, y algún día Sánchez tendrá que responder ante un tribunal por ello.
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Foto: La Moncloa. Pedro Sánchez en el evento "Global Solidariy Levies Task Force" en Bakú, Azerbaiyán.
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Comentarios:
AlbertoAG
Como siempre, la izquierda culpa de sus desastres a otras cosas, ya sea el capitalismo, el cambio climático, etc.
Y todavía muchos seguirán votando a Sánchez, a pesar de que su comportamiento negligente ha llegado a costar vidas humanas.
8:28 | 13/11/24
wladimir
por lo visto aqui lo habria que decir es….
que no es el Cambio Climatico o la propia Pandemia ….aqui lo que pasa es que el Regimen PSOE y la administracion de Sanchez el Magnifico….mata y precisamente mata por su completa incompetencia e inoperancia a la hora de prevenir y evitar los desastres y su tardia actuacion frente a estos desastres….
Sanchez y su inaccion…mata a muchas personas y causa grandes daños materiales……
12:45 | 13/11/24
El Peregrino Gris
¿Ante un tribunal?
El hombre responderá ante Dios. Eso sí que debería asustarle.
5:36 | 15/11/24
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