El significado de los colores de la actual Bandera de España y su origen histórico

En 1785, el Rey Carlos III de España eligió una nueva bandera que sería usada como pabellón naval en los buques españoles.

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La actual Bandera de España nació así, siendo proclamada como Bandera Nacional en 1843, bajo el reinado de Isabel II. Desde entonces ha habido muchas especulaciones sobre el significado de los colores de esta bandera, generalmente partiendo de la base -a menudo equivocada- de que los colores de las banderas siempre tienen algún significado.

Durante años algunos autores han explicado los colores de la Bandera de España afirmando cosas como que el rojo simboliza la sangre derramada por los españoles en defensa de su Patria, así como la valentía y la fuerza, mientras que el amarillo (tradicionalmente citado como "gualda") simbolizaría el oro y la riqueza del Imperio Español, la generosidad de los españoles, la prosperidad, la luz e incluso la creatividad. Obviamente, todos queremos justificar de alguna forma los colores de la bandera del país en el que nacimos y al que amamos, pero esos colores no siempre son elegidos porque tengan un determinado significado, sino por motivos estéticos o históricos.

En el caso de España no cuesta mucho imaginar el posible origen de los colores de la Bandera Nacional, aunque no tengamos esa certeza. Históricamente, el gules (rojo) y el oro (amarillo) han sido dos colores muy comunes entre los escudos de los distintos reinos de España, cinco de los cuales figuran en el actual Escudo Nacional (bajo estas líneas).

Estos colores aparecían como los dominantes en los escudos de Castilla (en el primer cuartel -arriba a la izquierda- del actual escudo nacional, sobre estas líneas), Aragón (tercer cuartel, abajo a la izquierda) y Navarra (cuarto cuartel, abajo a la derecha). Además, también figuran en los escudos de León (segundo cuartel, arriba a la derecha, empleados en la corona y en la lengua y las garras del león) y Granada (donde figuran en el símbolo de esta fruta).

Se desconoce la razón de esta coincidencia en los colores, aunque tal vez pueda deberse al hecho de que los estandartes romanos eran a menudo de color rojo con letras y emblemas en amarillo. Hay que tener en cuenta que durante el reino visigodo, en España se siguieron utilizando estandartes al estilo romano, ya que las banderas tal como las conocemos hoy fueron introducidas por los árabes durante la invasión musulmana del año 711.

Las primeras banderas usadas por los reinos cristianos de España fueron heráldicas, es decir, que se limitaron a plasmar en la bandera los símbolos de los escudos de cada reino, una costumbre que tuvo algunas excepciones, como la Banda de Castilla, la bandera real utilizada por los reyes castellanos desde 1332 (cuando fue establecida por Alfonso XI "El Justiciero") y cuya versión más conocida es la usada por los Reyes Católicos (sobre estas líneas) a finales del siglo XV. Esta bandera tenía su origen en la insignia de los Condes de Castilla, que a su vez se inspiró en los bastones de mando de las legiones romanas. Un dato que indica que el legado de la antigua Roma seguía muy presente en la España medieval.

La primera bandera sin origen heráldico usada para representar a España fue la Cruz de Borgoña, llegada a España a finales del siglo XV (a raíz del matrimonio entre Juana, hija de la Reina Isabel I de Castilla, y Felipe, Duque de Borgoña), y que se usó por primera vez como emblema de España en la Batalla de Pavía de 1525. Esta bandera se representaba habitualmente con un aspa de color rojo, con los nudos que representan las ramas cortadas de dos troncos cruzados, y fondo blando, como la vemos sobre estas líneas. Se trata de un emblema que se hizo famoso por los tercios españoles, la mejor infantería de su época.

En 1556, el Rey Felipe II dispuso que cada tercio portase una bandera de fondo amarillo y con la Cruz de Borgoña en color rojo, en representación del monarca. El amarillo ya se había utilizado en las banderas de los tercios españoles, pero con el escudo imperial del Carlos V. De esta forma, el rojo y el amarillo aparecieron una vez más como colores asociados a los símbolos de España.

Cuando el Rey Carlos III adoptó el nuevo pabellón naval español en 1785, el Capitán General de la Real Armada, Antonio Valdés y Fernández Bazán, presentó varios diseños, que podemos ver sobre estas líneas. En la primera línea, los colores dominantes eran el rojo y el amarillo. Otras propuestas también utilizaban el color blanco, que era el color distintivo de la Casa de Borbón.

De desconoce qué motivos llevaron a Carlos III a elegir la bandera actual, aunque pudo ser una suma de factores: los colores tradicionales de los escudos de los reinos de España eran, además, fácilmente distinguibles en alta mar (que fue el motivo por el que se buscó una nueva bandera). Además, hubo una consulta a la Comisión de Acopios de Granada para conocer la disponibilidad de los tejidos para banderas.

En el nuevo pabellón real se plasmó una versión simplificada del Escudo Real (un óvalo sólo con los escudos de Castilla y Aragón y la Corona real, una costumbre que se mantendría hasta 1931, con la llegada de la Segunda República). Además, se estableció una bandera mercante distinta al pabellón naval, que podemos ver a la derecha sobre estas líneas. Esta bandera mercante estuvo en vigor hasta 1927.

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Imágenes: Elentir / Wikimedia / Heralder & Tom-L / Sociedad Española de Vexilología.