El gobierno usa RTVE para amedrentar a los socialistas críticos con Pedro Sánchez

Las actitudes de dictador que está adoptando Pedro Sánchez no sólo se dirigen contra sus rivales políticos, como vimos ayer en el Congreso.

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Pedro Sánchez ha convertido al PSOE en su secta particular

Hace ya tiempo que Sánchez convirtió a su partido, el PSOE, en una secta dedicada al culto a su persona. Ha acabado depurando a cualquier voz crítica que pudiese discutir su liderazgo. El ejemplo más reciente lo tuvimos ayer mismo con la dimisión de Juan Lobato, secretario general del PSOE de Madrid, después de haber llevar ante un notario una conversación de WhatsApp en la que se le pedía desde el gobierno participar en la filtración ilegal de datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, del Partido Popular.

Este hecho demuestra hasta qué punto el socialismo español ha degenerado en una organización en la que se defenestra a quienes no quieren participar en las acciones más rastreras. Eso si nos fiamos de la versión de Lobato, claro, porque la alternativa es que le tendiesen una trampa para cargarle con toda la responsabilidad de esa filtración y su decisión de llevar esos mensajes a un notario haya dejado en evidencia tanto al gobierno como al PSOE, demostrando hasta qué punto llega el nivel de desconfianza entre los propios cuadros del partido.

Los escándalos de corrupción han incrementado las críticas internas

Hace ya tiempo que el PSOE tiene problemas internos. Los casos de corrupción que afectan al gobierno y al partido han aumentado las voces que piensan ya en el relevo de Sánchez. Unas voces que se plasmaron en mayo en un editorial del diario socialista El País, uno de los medios más próximos y fieles al gobierno. Ese editorial hablaba abiertamente del "debate sucesorio" en el PSOE y se mostraba crítico con Sánchez por unas actitudes abiertamente intolerantes con toda discrepancia interna: "Si ha tenido la percepción de que alguien de su equipo iba por libre, su clara determinación ha sido cortar por lo sano cualquier aspiración".

El gobierno utiliza RTVE para amedrentar a los socialistas díscolos

El próximo fin de semana, el PSOE celebrará en Sevilla su congreso federal y Sánchez pretende que sirva para mostrarle adhesión en un momento en el que sus escándalos de corrupción (ya tiene a su esposa y a su hermano imputados judicialmente) están lastrando al partido en las encuestas. En medio de este panorama, ayer uno de los canales oficiales de Radio Televisión Española, un grupo de comunicación pagado por todos los contribuyentes y utilizado por el gobierno como su particular órgano de propaganda, publicaba este controvertido mensaje a las 21:15 horas CET:

"Fuentes socialistas creen que el final de Lobato puede ser un aviso a navegantes para el resto de federaciones, que inician sus renovación de liderazgos después del congreso federal que celebra el PSOE este fin de semana", afirma el mensaje. Muchos usuarios de Twitter han interpretado este mensaje como lo que parece: un intento de amedrentar a los socialistas críticos con Sánchez, utilizando para ello una televisión estatal pagada por todos los españoles. Un comportamiento propio de una mafia, y no de un partido que se dice democrático.

El monstruo que han contribuido a crear se vuelve contra ellos

Hay que decir que los disidentes del PSOE, si es que aún queda alguno, están cosechando lo que han sembrado. Durante años han seguido apoyando a un partido cuyo máximo dirigente es un narcisista con costumbres de autócrata, que no tolera la discrepancia ni en entre sus rivales ni entre sus afines, un extremista de izquierdas que parece confundir a España con Corea del Norte. No les pareció mal cuando esas actitudes antidemocráticas se dirigían contra la oposición política, y ahora el monstruo que han contribuido a crear se vuelve contra ellos.

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Foto: PSOE.