Las presas merecen un lugar de honor entre las obras de ingeniería más formidables que han sido construidas por los seres humanos.
Gracias a ellas tenemos un suministro de agua corriente en nuestros hogares. Muchas, además, sirven para generar energía. Además, entre sus funciones está la contención de riadas como las que se vieron el 29 de octubre en una parte de España. A pesar de ello, muchos las detestan por motivos ideológicos y creen que sería mejor prescindir de ellas, obviando todas las cosas positivas que nos vienen aportando.
Con la Constitución Española ocurre algo parecido. Muchos están acostumbrados a disfrutar de una vida libre y pacífica que ha sido posible, en gran medida, gracias a ese pacto que algunos denostan tan a la ligera. Cada vez hay más gente que cree que sería mejor eliminarla y hacer otra, o no tener ninguna, sin medir las consecuencias que ello tendría. También hay gente que piensa en la Constitución ignorando sus grietas, y como ocurre cada 6 de diciembre algunos pretenden hacer una fiesta sobre ella ignorando ese riesgo.
Hace diez años, el mismo día y casi a la misma hora en la que un criminal asesinó a la policía Vanessa Lage en mi ciudad, yo juré Bandera como civil en la Escuela Naval de Marín. En aquel juramento me comprometí por mi conciencia y honor a guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, y sigo fiel a ese juramento.
Creo que hoy es un día para agradecer a nuestros padres y abuelos (y a otros muchos que ya no están entre nosotros) que tuviesen la grandeza de sellar ese pacto de convivencia que cerró las heridas de una salvaje guerra civil, hasta que la izquierda se decidió a reabrirlas en el marco de un proyecto ideológico para socavar nuestra Constitución e iniciar un cambio de régimen por la puerta de atrás. Un proyecto que sigue vigente hoy en día y que ha provocado unas grietas alarmantes en nuestro embalse. Unas grietas que demuestran sus carencias pero que no deben servir para insertar en ellas cargas de demolición, sino para que nos movilicemos activamente para repararla y mejorarla.
Hoy, desde luego, es un día para celebrar la Constitución junto a nuestras Fuerzas Armadas, nuestra Policía y nuestra Guardia Civil, que tantos sacrificios han asumido en la defensa del orden constitucional, especialmente los zarpazos del terrorismo de ETA.
Con quienes no hay motivos para asistir a ninguna celebración es con los políticos que están destrozando ese pacto, lesionando nuestros derechos fundamentales durante décadas, degradando nuestras instituciones, amenazando la unidad nacional y dañando gravemente nuestro Estado de Derecho. Una acción que no sólo ha sido obra de extremistas (como el separatismo y la extrema izquierda), sino también responsabilidad directa de los dos grandes partidos, PSOE y PP.
No hay nada que celebrar con quienes vienen haciendo todo lo posible en convertir nuestra Constitución en papel mojado, repartiéndose de una forma indecente el Poder Judicial, convirtiendo el crimen del aborto (el acto de matar a un ser humano inocente e indefenso) en un "derecho", instaurando el adoctrinamiento ideológico en las escuelas, lesionando los derechos lingüísticos de los hispanohablantes en varias regiones de España, destrozando la igualdad entre hombres y mujeres mediante leyes envenenadas por el fanático feminismo de género, alimentando los nacionalismos secesionistas con constantes concesiones hasta el punto de convertir España en 17 miniestados, y concediendo privilegios penales a los aliados del gobierno de Sánchez mediante una ley de amnistía abiertamente inconstitucional.
Hoy es un buen día para reivindicar y defender nuestra Constitución, pero sin ocultar la necesidad de resolver los defectos que han ido apareciendo con el paso de los años, igual que pasa en cualquiera de nuestros hogares. Hoy es también un buen día para reivindicar todo aquello que nuestra presa se muestra incapaz de proteger, debido a sus defectos de construcción y a las grietas que han ido apareciendo con el tiempo. Tenemos por delante el reto de salvar esta valiosa presa y mejorarla, un reto que requiere una grandeza como la que demostraron nuestros padres y abuelos al construirla.
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Imagen: Grok.
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Comentarios:
AlbertoAG
Las constituciones pueden ser siempre pisoteadas. Por eso hay que estar siempre vigilante ante el más mínimo atropello a la libertad.
9:08 | 6/12/24
wladimir
asi es….
hay que estar vigilantes con la constitucion…porque los enemigos estan al asecho dispuestos a derribarla e intentar imponer su orden al resto de los ciudadanos….
10:42 | 6/12/24
Fernando19
La Constitución ha perdido uno de sus pilares fundamentales con la modificación que introdujo el PSOE en tiempos de Felipe Gonzalez y que el PP, con sus mayorías absolutas, no modificó, que es la elección del C.G.P.J. por parte de los políticos.
El segundo error capital, es la elección del Tribunal Constitucional por los políticos, por lo que siempre habrá dudas si sus sentencias están politizadas, ahora mismo no cabe duda de que lo están.
Acabamos de verlo con la sentencia sobre los Eres o con la sentencia sobre el aborto, metida en un cajón durante 10 años con el PP, a pesar de ser estos los iniciadores del trámite de inconstitucionalidad y que ha sido resuelta en horas por los nuevos magistrados puestos por el PSOE y sus adláteres.
La influencia y peso que tienen los llamados territorios históricos de influir en el resultado electoral, donde unos pocos habitantes condicionan el resultado. España debería ser una circunscripción unica. Un español un voto.
El absoluto desmadre de los Reinos de Taifas en que se han convertido las Autonomías, aunque en este punto tengo mis dudas, ¿qué hubiese ocurrido si este gobierno tuviese además del poder central también el autonómico?, esto es, ¿si no existiesen los poderes autonómicos teniendo poder omnímodo el gobierno sobre todo el territorio?
La Constitución está herida de muerte y los custodios de su salud le están practicando una eutanasia por fases.
13:52 | 6/12/24
AlbertoAG
Si buscáis en internet declaraciones de Gil Robles acerca de la constitución de 1978, menciona algunos de los errores que tiene. Sus declaraciones acerca de los 3 puntos que critica se han vuelto proféticas, pues las consecuencias las estamos padeciendo hoy en día.
8:34 | 7/12/24
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