Una metamorfosis ideológica que implica desprenderse del anticomunismo

La surrealista deriva de la ultraderecha antioccidental: ayer Moscú y ahora Pekín

Eng Mar 14·1·2025 · 18:46 5

Como los lectores habituales de este blog ya sabéis, no suelo utilizar la expresión "ultraderecha" en el mismo sentido que muchos medios.

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¿Qué son la extrema derecha y la extrema izquierda en realidad?

En el periodismo actual existe la costumbre de prácticamente no hablar de "extrema izquierda" y, al mismo tiempo, llamar "extrema derecha" a cualquier organización o persona que discrepa del consenso progresista que ha sido asumido por el llamado centrismo, representado en Europa por el Partido Popular Europeo. A mi entender, quienes merecen ser calificados como extremistas, tanto de izquierda como de derecha, son los que apoyan a regímenes antidemocráticos y los que defienden planteamientos contrarios a la democracia.

En este sentido, hoy es mucho más abundante la extrema izquierda que la extrema derecha. De hecho, organizaciones de extrema izquierda como Podemos, Sumar, el BNG, ERC, el Partido Comunista de España y otras no tienen ningún pudor en exhibir su apoyo a dictaduras como Cuba y Venezuela, mientras que la extrema derecha que apoya abiertamente a dictaduras (como por ejemplo Rusia) es extraparlamentaria en países como España (tengamos en cuenta que Vox, que es un partido democrático, ha venido exhibiendo una posición abiertamente contraria al régimen de Putin).

La influencia del eurasianismo en la ultraderecha y su metamorfosis ideológica

Sin embargo, aunque sea marginal, la ultraderecha en sentido estricto por supuesto que existe y adopta posiciones geopolíticas cada vez más surrealistas. La más evidente ha quedado expuesta con claridad desde el comienzo de la agresión rusa a gran escala contra Ucrania. En su mayor parte, la ultraderecha ha adoptado posiciones prorrusas porque comparte el antiamericanismo de la ultraizquierda, además de su rechazo al liberalismo, a la OTAN, a Israel e incluso al capitalismo.

La influencia rusa en ese extremo del mapa político está provocando una metamorfosis ideológica que provocaría estupor en muchos extremistas de derecha hace sólo unos años. Hasta hace poco, una de las señas de identidad de la extrema derecha era el anticomunismo, un rechazo al marxismo que es compartido por muchas personas de derecha, centro e incluso de centro-izquierda. Esa seña se está desdibujando cada vez más rápido por la influencia del eurasianismo de Aleksandr Dugin, un ideólogo antiliberal próximo a Putin que defiende planteamientos con son un cóctel de fascismo, comunismo y nacionalismo ruso.

La dictadura comunista de Pekín también se está beneficiando de esa deriva

La tendencia más fuerte de la ultraderecha actual consiste en afirmar que las ideologías ya no existen y que los esquemas de la Guerra Fría ya no son válidos, en la creencia de que el enemigo absoluto a batir en la actualidad ya no es el comunismo, sino el "globalismo". Un discurso que también se está filtrando en una parte de la derecha conservadora, dando lugar a una paradoja: al mismo tiempo que se niega la existencia de ideologías, esa parte de la derecha insiste en su crítica al socialismo y al liberalismo, metiendo en este saco no sólo a partidos que se dicen liberales pero que en realidad defienden tesis socialdemócratas, sino también a los liberal-conservadores.

Esa tendencia no sólo beneficia a Rusia, al acercar a la ultraderecha y a una parte de la derecha conservadora a unas coordenadas ideológicas próximas al eurasianismo y, por tanto, más propicias a los intereses del Kremlin. La dictadura comunista de Pekín también está sacando un claro beneficio de esa deriva, que provoca que muchos que antes sintieran un rechazo claro y rotundo al comunismo ahora ya no tengan reparos de aliarse con partidarios del comunismo estalinista y maoísta, presentando a los "anglos" como los nuevos enemigos absolutos, en línea con las consignas de Moscú y de Pekín.

Los ataques a Javier Benegas por criticar a la dictadura comunista de Pekín

No hay que esforzarse mucho para encontrar a activistas que ensalzan a Francisco Franco (un furibundo anticomunista que habría aborrecido esa deriva tomada por gran parte de la extrema derecha) y a la vez no dudan en defender a la China comunista. Ayer mismo, uno de los periodistas más lúcidos de España, Javier Benegas, publicó un excelente artículo hablando sobre la crisis que está viviendo el gigante asiático, exponiendo la mala gestión del Partido Comunista de China (PCCh) y los datos que indican que la economía del territorio chino controlado por Pekín se está yendo al traste.

Como ya ha pasado otras veces cuando un articulista de derechas se atrevía a criticar al régimen de Putin, Benegas está recibiendo insultos y ataques de defensores de la China comunista en Twitter. Significativamente, entre esos defensores de la dictadura de Pekín hay extremistas de izquierda y también de derecha, en un ejemplo más de que los extremos se tocan. Una vez más, la ultraderecha antioccidental está tan ensimismada con las consignas recibidas de Moscú y de Pekín que no es capaz de admitir la realidad, una realidad que desafía de forma muy terca la propaganda de dos dictaduras que usan la mentira de forma sistemática como medio de supervivencia.

Los efectos de esa deriva: el caso de Venezuela

Cabe preguntarse cómo acabará esto. ¿Veremos a muchos ultraderechistas renegando de los discursos de Franco para adoptar el "Libro rojo" de Mao? ¿O tal vez ni siquiera se preocuparán por las contradicciones entre ambos y los ensalzarán de forma simultánea, como algunos ya están haciendo? Cabe preguntarse, además, de qué modo afectará esa deriva a las posiciones de la extrema derecha ante, por ejemplo, la dictadura socialista venezolana, que es aliada de Rusia y de China. Eso explica que algunos propagandistas prorrusos mantengan un silencio sepulcral ante lo que está pasando en ese país hispanoamericano.

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Foto: Reuters. El dictador ruso Vladimir Putin y el dictador chino Xi Jinping.

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Comentarios:

  1. wladimir

    es cierto….

    en este momento es muy dificil distinguir a los Ultras porque tanto los de la derecha (que antes era anticomunista) como la izquierda (que nuna ha dejando de ser Comunista) se estan uninendo en el bando antioccidental y anti anglo….

    y ante esto como uno puede definirse polticamente? porque si uno dice que es derecha o conservador se pueden confundir porque entre los putnistas hay conservadroes y derechas….mientras que los progres y la izquierda tradicional no ha dejado de seguir la linea comunista y es aliada del Putnismo y la China Comunista….

  2. AlbertoAG

    Muchos antiliberales de derechas, con el objetivo de alejarse lo máximo posible del liberalismo, acaban cayendo en las garras del socialismo.

    Una derecha pura occidental debe defender una moral de base judeocristiana, una economía libre (pero sin considerar al mercado como un dios), las tradiciones propias del país al que pertenezcan, los derechos a la vida, propiedad y libertad, y el principio de subsidiariedad. También debe ser crítica con todo sistema político, condenar el intervencionismo estatal y enfrentarse al totalitarismo, ya sea duro o blando.

  3. Berto

    Eso lo he visto muy claro en Raúl (el murciano encabronao). Está del lado de muchos de nosotros, o sea, confía en VOX como único partido salvable, pero al final no hace ni una sola crítica a Putin, adoptando la postura (de parte de la derecha) de que el sátrapa ruso está contra la Agenda 2030, el wokismo y toda la basura progre mundial. No se dan cuenta de que Rusia utiliza lo que sea contra Occidente, incluyendo todo el ideario progre si les conviene.

  4. Berto

    Incluso el lamentable narcisista que padecemos se ha dado cuenta de que les va a salir el tiro por la culata con lo de conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Franco.

    Lo querían hacer como cortina de humo en todo este 2025, para desviar la atención por la corrupsoe, lo que van a conseguir es que cada vez más gente vea a Franco como bueno respecto a este socialcomunismo. Aquello era una dictadura, vale, pero esto es una dictadura revestida de democracia.

    Armesilla, que es rojo, pero educado y culto lo clava:

    https://x.com/CapitanBitcoin/status/1867559804593746391

    Eso que dice va a ser cada vez más la corriente extendida por toda España, incluso gran parte de la gente más joven es la que lo está viendo claro. Franco era un dictador, pero hizo mucho por el bienestar de los padres y abuelos de esa juventud. Lo que tenemos ahora es miseria y ruina que solamente sabe polarizar all España e infundir el miedo a la ultraderecha, que no es VOX, como dicen los zurdos.

    Lo decía Lucía Etxebarría (que no la trago por defender la Ley Viogen que me discrimina por ser hombre) en la tertulia de antes en Radio Libertad (Luis del Pino). Comentaba que Sánchez no ha logrado que los artistas conocidos participen en esos aquelarres del 50 aniversario. Son zurdos pero no tontos, saben que el signo de los tiempos está cambiando. El lunes, 20, la zurdería mundial colapsará, jejeje.

  5. Berto: «Armesilla, que es rojo, pero educado y culto»

    Sí, es rojo. Y también admirador de Stalin y defensor de Corea del Norte. Por favor, basta ya de dar cancha a gente así.

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