Un pequeño apunte ante la deriva que está tomando el debate político

Por qué no soy trumpista ni antitrumpista, aunque parezca irreal tener que explicarlo

Eng Vie 24·1·2025 · 19:09 4

Vivimos unos tiempos curiosos en lo relativo al debate político, que a menudo gira más en torno a personas que en torno a ideas.

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El caso de Donald Trump es un ejemplo claro, pero no el único. El 47º presidente de Estados Unidos se está convirtiendo en el centro de muchas discusiones, hasta el punto de que parece que ya hay dos bandos: los trumpistas y los antitrumpistas, y que fuera de ellos no hay nada.

Es normal que un político con una personalidad tan fuerte y que está rompiendo muchos de los consensos del pensamiento único progresista (algo que le reconozco y que me parece muy bien) propicie una polarización del debate público en torno a él. Lo que no entiendo es que esa polarización sirva para marginar importantes debates de ideas que tienen vida más allá de lo que Trump diga o no diga.

En medio de este panorama, es especialmente curioso que personas que daban por muertas las ideologías e incluso la división entre derecha e izquierda, por diversos motivos y desde varias perspectivas políticas, ahora pretenden que el posicionamiento político gire en torno a una persona: o estás con Trump o estás contra él (y viceversa).

Yo debo ser un tipo muy raro, porque no soy trumpista ni antitrumpista. Hace años que me gusta definirme en torno a ideas. A la hora de buscar adjetivos, los tengo muy claros: soy cristiano católico, soy español, soy provida, soy liberal-conservador, demócrata y patriota. Ninguno de esos adjetivos depende de lo que haga o diga otra persona.

Por supuesto, apoyaré a Trump cuando haga algo que considero acertado y le criticaré cuando crea que se equivoca, como ya lo he hecho en el pasado. Hay cosas de Trump que me gustan, otras sobre las que tengo ciertas dudas y algunas que no me gustan nada. No hablamos de un santo, sino de un político, y si tengo que declararme fan incondicional de alguien, será de aquellos cuya vida concluyó y, por tanto, ya no pueden hacer nada que me haga cambiar de idea. Parece irreal tener que explica algo así, pero el debate público está degenerando de tal forma que me parece necesario hacerlo.

Espero que esto sirva de antemano para aclarar cuál va a ser la posición de este blog ante el mandato de Trump, para que después no haya sorpresas ni disgustos. Yo no soy aquí para defender incondicionalmente a ningún político. Este blog tiene como fin la defensa de España, de la vida y de la libertad, y no la defensa de ninguna persona en concreto.

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Foto: AP Foto.

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Comentarios:

  1. Berto

    Se puede no ser trumpista pero viendo las alternativas a Trump (Biden y Kamala) es fácil hacerse un poco de Trump.

    No olvidemos que los demócratas hace tiempo que se han convertido en izquierda pura y dura, abrazando el wokismo como si les fuera la vida.

    El pueblo estadounidense ha sabido darse cuenta de ello y ha apostado mayoritariamente por el sentido común.

    Sin olvidar que en 2020 le birlaron la victoria a Trump, algo que Sánchez está perfeccionando cada vez más con Indra y Correos a su total disposición.

  2. JRB

    ¡Excelente reflexión! Y no sólo reflexión sino una nueva declaración de principios por su parte, principios que son valores, valores que animan las conductas y conductas de millones de personas -animadas por los mismos principios- que han dejado una huella de verdad, bondad y belleza en quienes les rodearon.

  3. wladimir

    estoy de acuerdo….

    con el comentario….simpatizo con Trump en algunas cosas como la defensa de la vida y los valores tradicionales y si Trump se equivoca, por supuesto que no estare de acuerdo como cuando parecio defender a los abortistas y por supuesto que lo criticare…

    asi como dices no soy Trumpista pera tampoco sere un Anti Trumpista….

  4. AlbertoAG

    Totalmente de acuerdo. Un político no es ningún santo.
    Por culpa de gente que apoya incondicionalmente a ciertos políticos o a ciertos partidos, todavía hay que aguantar a traidores en el gobierno de España.

    Respecto a Trump, yo tampoco soy trumpista ni antitrumpista. Trump acierta al combatir al progresismo woke, pero en la defensa de la vida ha llegado a demostrar demasiada tibieza.

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