Sánchez se desentiende de la amenaza rusa y continúa debilitando a España

Europa está en un momento estratégico crítico debido al acercamiento de EEUU a Rusia desde la llegada al poder de Donald Trump.

Los infames favores del gobierno de Pedro Sánchez a la dictadura de Vladimir Putin
El gobierno de Pedro Sánchez intenta borrar la trama rusa del golpe de 2017 en Cataluña

En un momento así, lo que los países europeos deberían hacer es incrementar su gasto en defensa para hacer frente a la creciente amenaza rusa, una amenaza frente a la cual es muy posible que ya no podamos contar con el apoyo de EEUU, pues su gobierno parece más interesado en acercarse a Putin que en mantener sus vínculos con sus aliados europeos. Algunos países europeos llevan ya varios años incremendando su inversión en defensa, con casos tan claros como Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.

Sin embargo, hay gobiernos europeos que parecen no haberse enterado de lo que se nos viene encima. Es el caso de España. Mientras otros países se arman, el gobierno de Pedro Sánchez sigue debilitando a España para comprar el apoyo de sus aliados comunistas y separatistas -algunos de los cuales vienen portándose como marionetas del Kremlin-, porque la máxima preocupación de Sánchez es aferrarse al poder, y no velar por la seguridad nacional.

Un nuevo ejemplo de esa política irresponsable es el pacto alcanzado ayer por el PSOE y los separatistas de Junts para trasnferir a Cataluña el control de las fronteras y la política de inmigración, dos competencias que son exclusivas del Estado, según señala el Artículo 149 de la Constitución Española. Un pacto más para desarmar al Estado a cambio de obtener un poco más de tiempo para Sánchez en el poder.

Casualmente, este pacto ha sido alcanzado con un partido separatista que buscó el apoyo de Rusia para romper la unidad nacional en 2017. Recordemos que Rusia prometió apoyo militar y económico a los separatistas catalanes durante el golpe que dieron en el citado año. El gobierno de Sánchez se ha esforzado por borrar todo rastro de esa injerencia rusa como pago por el apoyo parlamentario de esos mismos separaristas, llegando al extremo de negar que esa injerencia existiese, como el ministro de Justicia Félix Bolaños afirmó el 28 de noviembre de 2024.

Esto explicaría también el hecho de que las redes de propaganda rusas vienen funcionando en España a pleno rendimiento sin que el gobierno de Sánchez haga nada para desarticularlas. A fin de cuentas, algunos de los aliados del gobierno -por ejemplo el partido de extrema izquierda Podemos- vienen repitiendo fielmente muchas de las consignas del Kremlin, sin que Sánchez les haya reprobado en ningún momento.

Mientras ocurre todo esto, España es uno de los países de la OTAN que invierte un menor porcentaje de su PIB en defensa, incumpliendo sistemáticamente sus compromisos con la Alianza. Sólo Bélgica y Luxemburgo invierten un porcentaje menor. Más allá de ir a hacerse fotos en foros internacionales, Sánchez no está tomando ninguna medida para que cambie esto. Está perdiendo el tiempo en materia de defensa porque para él su máxima preocupación es su propia supervivencia política, aunque las consecuencias sean debilitar a España en uno de los peores momentos para la seguridad europea en décadas.

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Foto: Efe.