Pedro Sánchez y sus socios parlamentarios boicotean la política de defensa de España

Europa está viviendo un momento clave en la política de defensa debido a la política agresiva de Rusia y sus amenazas a varios países europeos.

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El pacifismo selectivo de la izquierda radical

El giro político en Estados Unidos, con la administración Trump dando claras señales de querer desentenderse de Europa, implica necesariamente que los europeos van a tener que invertir más en su propia defensa si quieren hacer frente a los retos que se les presentan, especialmente a la situación creada por la invasión rusa de Ucrania, con la que Rusia ha adoptado una política de derecho de conquista que nos devuelve a los años de la Segunda Guerra Mundial en cuanto a amenazas estratégicas para la paz.

Para Europa, el necesario aumento de la inversión en defensa colisiona con el pacifismo selectivo que viene siendo impulsado por la izquierda radical, que rechaza cualquier incremento en los gastos militares pero que a la hora de abordar la citada invasión, ha dirigido más críticas a la OTAN, una organización defensiva, que a Rusia por su política expansionista. Algo que no puede sorprender a nadie si tenemos en cuenta que gran parte de esa izquierda radical está en manos de partidos comunistas que vienen actuando con afinidad a Moscú por pura inercia desde los años de la Guerra Fría.

Los socios comunistas de Sánchez no quieren más inversión en defensa

Ramiro Fernández-Chillón aborda hoy en El Debate el desacuerdo entre los socialistas de Pedro Sánchez y sus socios de extrema izquierda en lo relativo al aumento de la inversión en defensa. La noticia hace mención a tres de esos socios: Sumar, la coalición que tiene entre sus miembros a la vicepresidenta Yolanda Díaz, militante del Partido Comunista de España (PCE); Izquierda Unida, la marca electoral controlada por el PCE desde la década de 1980; y Podemos, que tiene a conocidos dirigentes que se declaran comunistas, entre ellos su fundador Pablo Iglesias Turrión.

El denominador común de esos tres partidos es su oposición al aumento del gasto militar apelando a tesis pacifistas. Ese discurso será del agrado de los votantes de esas organizaciones políticas, pero tiene un serio problema de contraste con la realidad: en caso de una agresión militar a España, ¿qué es lo que proponen hacer? ¿Negociar con los agresores? ¿Ceder una parte de nuestro territorio para conseguir un cese de las hostilidades? Son preguntas sin respuesta que dejan al descubierto qué es en realidad lo que subyace a esos discursos pacifistas.

Un falso pacifismo motivado por una hostilidad contra Occidente

La izquierda radical lleva muchos años manifestando una hostilidad ideológica hacia Occidente que les ha llevado, en muchos casos, a oponerse a iniciativas contra el terrorismo islamista. Recordemos que mientras los terroristas del ISIS perpetraban el genocidio de Nínive contra cristianos y yazidíes en Irak en 2014, los partidos españoles de extrema izquierda se opusieron al envío de ayuda militar para frenar esa masacre, ni tan siquiera en la forma en la que esa misión militar española se llevó a cabo, que fue la de un programa de adiestramiento al Ejército Iraquí para combatir a los terroristas.

Sánchez llegó a afirmar que el Ministerio de Defensa «sobra»

Hay que señalar que la posición de la extrema izquierda española en materia de defensa ha sido compartida también por los socialistas en algunas ocasiones. Recordemos, por ejemplo, que socialistas y comunistas españoles denunciaron un ataque francés contra posiciones del ISIS en Siria en noviembre de 2015. Por otra parte, cabe recordar que en octubre de 2014, en una entrevista concedida al diario El Mundo, Pedro Sánchez afirmó que "sobra el Ministerio de Defensa", al ser preguntado sobre qué ministerio está de más.

El gobierno español incumple sus compromisos con la OTAN

Esta actitud hacia la defensa nacional explica el sistemático incumplimiento de los compromisos de España con la OTAN por parte del gobierno de Sánchez. Aún a día de hoy, España es el país de la OTAN que menos porcentaje de su PIB invierte en defensa, junto con Bélgica y Luxemburgo: un 1,3%. Recordemos que en 2014 la OTAN estableció la necesidad de llegar al 2% para 2024, pero el gobierno de Sánchez lo aplazó hasta 2030, tal vez con la intención de tampoco cumplir ese porcentaje para entonces. A fin de cuentas, además de los comunistas, Sánchez basa su permanencia en el poder en el apoyo de partidos separatistas que sienten desdén por España y su defensa, entre ellos partidos que pidieron ayuda a Rusia para romper la unidad nacional. Así es imposible que España cumpla sus compromisos con la OTAN.

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Foto: Efe. El socialista Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, sentado en la bancada azul del Congreso (reservada al ejecutivo) junto a la vicepresidenta segunda del gobierno, la comunista Yolanda Díaz.