30 millones para profanar un templo católico pero no para comprar un medicamento infantil

Tener un gobierno corrupto, sectario y obsesionado con enfrentar a los españoles está teniendo consecuencias terribles para España.

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Ayer se conoció que el gobierno de Pedro Sánchez pretende profanar la basílica católica del Valle de los Caídos, un hecho muy grave, ya que esa basílica está amparada por un acuerdo de España con la Santa Sede, firmado en 1979 y referido a asuntos jurídicos, cuyo Artículo I es muy claro: "Los lugares de culto tienen garantizada su inviolabilidad con arreglo a las Leyes. No podrán ser demolidos sin ser previamente privados de su carácter sagrado. En caso de su expropiación forzosa será antes oída la autoridad eclesiástica competente".

En 1982, en su sentencia 66/1982, el Tribunal Constitucional señaló que "este Acuerdo del Estado español y la Santa Sede tiene rango de tratado internacional". Por si alguien lo desconoce, esto es lo que dice el Artículo 96 de la Constitución Española sobre los tratados internacionales:

Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional.

Así pues, Sánchez pretende violar un tratado internacional con la excusa de "resignificar" el Valle de los Caídos. Teniendo en cuenta los últimos escándalos que salpican al gobierno socialista y sus costumbres a la hora de apropiarse de todas las instituciones, cabe suponer que querrán convertir esa basílica en un parque temático socialista, tan sectario como lo es RTVE, controlada por el gobierno de Sánchez y que es un espectáculo constante de manipulación a favor de la izquierda.

Obviamente, hay mucha gente a la que todo esto le importará poco, igual que tampoco le han importado otros abusos cometidos por Sánchez contra la Constitución y nuestras leyes. La pregunta es: ¿hasta qué punto algunos están dispuestos a poner su sectarismo ideológico por encima de todo, incluso de la vida humana?

Hace dos meses supimos que el gobierno de Sánchez se niega a financiar un medicamento contra la leucemia infantil, alegando causas presupuestarias del Sistema Nacional de Salud. Es decir, que el gobierno no da dinero para comprar un medicamento que puede salvar vidas de niños enfermos, y deja el asunto en manos de los gobiernos autonómicos, mientras presume de dedicar nuestros impuestos a sanidad y educación. Es el colmo del cinismo.

Sin embargo, hoy sabemos que el gobierno prevé gastar más de 30 millones de euros en "resignificar" la citada basílica católica, es decir, para profanarla y convertirla en un parque temático socialista. ¿Cuántas unidades de ese medicamento para niños con leucemia se podrían comprar con esos más de 30 millones? Espero que este gobierno responda por ello ante un tribunal, sentado en el banquillo de los acusados, porque esta forma criminal de gobernar no debe quedar impune, por mucho que se crean con derecho a violar las leyes, la Constitución y los tratados internacionales firmados por España.

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Foto: Efe.