Fue construido en enero de 1941, tras la invasión alemana de Francia

Fort de Chillon, una de las defensas de Suiza para una posible invasión durante la SGM

Eng Mié 7·5·2025 · 22:56 0

Al igual que la vecina Liechtenstein, Suiza se mantuvo neutral durante la Segunda Guerra Mundial. Con todo, tomó ciertas precauciones.

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En junio de 1940, al concluir la invasión alemana de Francia, Suiza se vio en una situación complicada. El país estaba prácticamente rodeado por dos potencias del Eje (Alemania e Italia). Su frontera occidental con Francia quedó dividida en dos: la parte norte limitaba con la zona de Francia ocupada por los alemanes, mientras que la parte sur limitaba con el régimen colaboracionista de Vichy, una zona que el 11 de noviembre de 1942 fue ocupada por tropas alemanas e italianas.

Algunas de las troneras de Fort de Chillon (Foto: Google Street View).

Así pues, si Suiza hubiese sido invadida por Alemania e Italia, los invasores podrían haber entrado por los cuatro puntos cardinales. El pueblo suizo tenía ya una larga experiencia militar desde la Edad Media, cuando sus soldados eran considerados los mejores mercenarios de Europa. En 1880 el país había elaborado una estrategia de defensa, el Reducto Nacional Suizo, frente a una posible invasión. La estrategia se basaba en el aprovechamiento del paisaje montañoso del país alpino para construir fortificaciones defensivas en todo su perímetro.

Fort de Chillon estaba equipado inicialmente con seis cañones de 75 mm, además de morteros y ametralladoras (Foto: Matthew Syker-Gelder).

Suiza elaboró ese plan defensivo con fines disuasivos: cualquier intento de invadir el país habría tenido un coste altísimo para las fuerzas invasoras. Los suizos tenían a su favor el horrendo recuerdo que los infernales combates de los Alpes en la Primera Guerra Mundial habían dejado en alemanes, austriacos e italianos.

El interior de Fort de Chillon está en excelentes condiciones (Foto: Google Maps).

Desde 1940, Suiza amplió su estrategia defensiva construyendo nuevas fortificaciones, con el fin de expandir su Reducto Nacional y adaptarlo a la guerra moderna. Estas precauciones no eran exageradas: Hitler sentía desprecio por Suiza y la veía como una enemiga de Alemania, debido al carácter democrático, multilingüe y descentralizado del estado helvético. Alemania empezó a planificar la invasión de Suiza el 25 de junio de 1940, el día que culminó su ocupación de Francia. El plan recibió el nombre de Operación Tannenbaum e inicialmente estaba previsto emplear 21 divisiones alemanas en la invasión.

Uno de los túneles de Fort de Chillon. Esta fortificación fue excavada en la roca en la ladera de una montaña (Foto: myswitzerland.com).

Una de las fortificaciones construidas por Suiza tras la ocupación de Francia fue el Fort de Chillon, situado en el suroeste del país, cerca de Ginebra, en la ladera de una montaña, en el cantón de Vaud. Su construcción se inició en enero de 1941, completándose a mediados de ese año, junto a un castillo de la Edad Media situado a orillas del lago Lemán. El fuerte fue equipado con seis cañones 75 mm, dos morteros de 81 mm y cinco ametralladoras MG-11 de 7,5 mm, así como obstáculos antitanque.

Fort de Chillon es actualmente un museo, que muestra los planes de defensa de Suiza para una posible invasión (Foto: myswitzerland.com).

Este fuerte controlaba la carretera y la línea férrea que pasaban justo debajo, un paso estratégico. Si los alemanes hubiesen intentado penetrar en Suiza por aquel punto se habrían encontrado con una versió moderna de los espartanos de Leónidas en la Batalla de las Termópilas.

Imágenes de soldados suizos en una de las paredes de la fortificación (Foto: myswitzerland.com).

El fuerte contaba con una guarnición de 131 hombres, pertenecientes a la Festungsartilleriekompanie 9 (9ª Compañía de Artillería de Fortaleza), siendo reemplazada esta unidad en 1943 por la Festungsartilleriekompanie II/4. El fuerte contaba con su propio almacén de munición, depósitos de agua y de combustible, una cocina, comedores, un quirófano y dormitorios para 181 soldados.

La antigua cocina de Fort de Chillon. Hoy da servicio a un restaurante (Foto: myswitzerland.com).

Finalmente, la invasión alemana nunca llegó, pero el Ejército Suizo mantuvo el Fort de Chillon en activo después de la guerra, reemplazando los cañones de 75 mm con piezas de 90. Finalmente, el Ejército Suizo desactió el Fort de Chillon en 1995, tras el final de la Guerra Fría. En 2010 la posición fue comprada por inversores privados, que la han convertido en un museo que muestra cómo era la vida de los soldados que durante décadas sirvieron allí.

El quirófano de Fort de Chillon (Foto: myswitzerland.com).

Puedes encontrar más información sobre el Museo de Fort de Chillón en su sitio web oficial: fortdechillon.ch. Si deseas ver un poco más de este fuerte de la Segunda Guerra Mundial, Misis Swiss ha publicado un vídeo en el que muestra su interior (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):

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Foto principal: Kevin Bigler.

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