Una llamada a la acción y a la esperanza en un momento muy crítico para España

Desde este jueves, España vive en un estado de excepción, provocado por un grupo de poder que está decidido a liquidar nuestra democracia.

Amnistía, el mayor acto de corrupción de toda la historia de la democracia en España
El proceso para convertir el TC en un ariete del PSOE empezó bajo un gobierno del PP

La infame sentencia anunciada ayer por el Tribunal Constitucional (TC), controlado de forma obsecna por la izquierda, es un grave ataque contra varios de los pilares de nuestra democracia, entre ellos la separación de poderes, la igualdad ante la ley y la seguridasd jurídica. Es, como dije ayer, el mayor escándalo de corrupción de la historia de la democracia en España, con un gobierno que otorga privilegios penales a cambio de apoyos para su reelección, violando la Constitución, para que después venga el TC, controlado por los socialistas, a bendecir esa violación.

Esto es una herida letal para el Estado de Derecho en España. Este gobierno de corruptos, convertido en una mera mafia que abusa de su poder con un total descaro, está transmitiendo el mensaje de que los socialistas y sus aliados pueden hacer lo que quieran, incluso violar la ley, porque tienen los suficientes resortes de poder para garantizarse una impunidad absoluta. Esto destruye el principio de responsabilidad sobre los propios actos, que está en la base de nuestra convivencia. Nos están diciendo a la cara que algunos españoles gozan de privilegios por ser socialistas o sus aliados, ¿y quieren que nos quedemos con los brazos cruzados? Por supuesto que no.

En vista de la situación que se acaba de crear, los españoles debemos elevar nuestra respuesta a la la mafia socialista. No voy a deciros aquí que vulneréis la ley, porque yo no soy como los miembros de esa mafia: amo a España y defiendo el bien común, y eso conlleva hacer todo lo posible para que los españoles de bien no se vean empujados a situaciones insostenibles. Pero la ley ofrece mucho margen de actuación y debemos aprovecharlo al máximo.

En primer lugar, si el golpe a la legalidad constitucional perpetrado en 2017 en Cataluña queda impune, borrando unos graves delitos cometidos con el propósito de romper nuestra unidad nacional y enfrentar a los españoles, entonces los demás españoles tienen el derecho de dejar de hacer ciertos favores a la convivencia que esa mafia ya no merece. La mafia socialista y sus aliados pretenden pisotear nuestro pacto constitucional y nuestras normas de convivencia y que eso no tenga consecuencias para ellos. No podemos darles ese gusto: tienen que darse cuenta de que en una democracia la vileza y el desprecio por el bien común deben tener consecuencias, y no sólo en el plano jurídico.

Debemos hacer que los socialistas noten esas consecuencias en su vida diaria, que reciban el rechazo de la gente allá a donde vayan, que no tengan ni un minuto de respiro en esta sociedad a la que han despreciado a cambio de siete míseros escaños de los separatistas. Por supuesto, no hablo de acosar a nadie: me limito a invitaros a que expreséis vuestra opinión de forma democrática, legal y pacífica, pero también enérgica, a todos los dirigentes socialistas que os encontréis, y también a los periodistas y a los votantes que les apoyan.

Por otra parte, os recuerdo que hay muchas formas de acabar con una mafia. Lo que hace falta es determinación para conseguir ese propósito. Recordemos que Al Capone era un criminal que se creía impune y al final fue pillado por evasión de impuestos. Cuando una mafia se dedica a corromper las instituciones para garantizarse impunidad a la hora de violar la ley, los defensores de la ley y el orden no deben dejar pasar ni un resquicio legal para perseguir a esa mafia, por nimio que sea. La parte sana del Estado debe revolverse contra esos corruptos que utilizan recursos pagados por todos para su beneficio personal.

Además, repito lo que ya dije aquí hace unas semanas: debemos aislar a esa mafia socialista y a sus cómplices, en las instituciones democráticas, en los medios de comunicación, en las redes sociales, en todos los ámbitos. No puede haber diálogo, entendimiento ni pacto alguno con quienes están destruyendo la democracia en España, porque con ello estaríamos normalizando un comportamiento que es inadmisible en una sociedad democrática. Esto implica romper todo acuerdo con ellos en Bruselas, y esto lo digo por el Partido Popular. No se puede gobernar en la Unión Europea con quienes están desvalijando el Estado de Derecho en España. Debería darles vergüenza aún no haber roto ese pacto, después de todo lo que viene haciendo este gobierno.

También quiero lanzar un mensaje de esperanza y de confianza en España. Nuestra Nación ha atravesado pruebas mucho más difíciles que ésta y salió victoriosa de ellas. En España sigue habiendo políticos, policías, guardias civiles, jueces, periodistas y ciudadanos normales y corrientes que son honrados y cumplen su deber. Les debemos un especial agradecimiento en estos momentos, y también debemos apoyarles más que nunca, porque gracias a muchos de ellos la corrupción socialista está siendo investigada y está saliendo a la luz. Estoy convencido de que gracias a esa gente honrada, sean cuales sean sus opiniones o creencias, vamos a recuperar nuestra democracia y vamos a hacer que esa mafia pague por todo lo que ha hecho.

Para terminar, quiero recordar que en 1919, el entonces Rey Alfonso XIII consagró España al Sagrado Corazón de Jesús, inaugurando un monumento, el Cerro de los Ángeles, que la izquierda dinamitó en 1936. Después de la cruenta Guerra Civil Española, ese monumento fue reconstruido. Hoy, 27 de junio, los católicos celebramos el día del Sagrado Corazón de Jesús. A los que seáis creyentes, por favor, os ruego que recéis por España. En momentos así, los cristianos españoles no sólo debemos reafirmar nuestra confianza en la Patria, sino también nuestra confianza en Dios. Él todo lo puede y nunca nos abandona.

¡Viva España!

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Foto: Elentir.