1. Luna

   No puede ser de otra manera. El feminismo es una ideología de carácter instrumental, quiero decir que se acuña como algo útil para la persecución de unos logros e independientemente de la realidad que se evidencia en la naturaleza. Suele ocurrir con todas aquellas que no tienen una profunda base antropológica: El comunismo y el nazismo se encontraron desde su mismo principio como algo que se adaptaba constantemente (mejor dicho, relativistamente) a la defensa de los intereses y estrategias del momento. Lo mismo sucede en este caso.

   Pero se está dando desde hace poco una inercia sedicente y que alarma. Se trata de la característica huida hacia adelante de la idea que en el fondo está muerta, de la urgencia de radicalizarlo y absorberlo todo, convirtiéndose en la medida de lo justo o del bien. Es por esto que «todo aquél» que se encuentre «contrapuesto» a una mujer (P.Ej: esposo minusválido siendo apuñalado) es la viva imagen del mal. Toda óptica debe ser ya de «género»… a ver si me explico «antes que de justicia, para ser justa». Porque el «género» -eso que ahora escogemos siete veces cada uno y cada día- es lo absoluto, lo primordial y lo único que merece ser vivido cuando es femenino. El mérito está en lo femenino y a ellas corresponde la dignidad, no a lo humano… Eso comprende al varón, indigno por naturaleza (Que «no se nazca» hombre o mujer es una consideración de segundo rango, no doblepensemos.)

   «Sedicentes», sí. Ellas «dícense» ser el derecho, el bien la justicia, la dignidad y lo que les convenga y ya por eso es forzoso atribuirles verdad, que la realidad que se construye a sí misma no es ya una entelequia sino el principio del posmodernismo que orienta a lo políticamente correcto, eso que es completamente incorrecto en política.

   Y hemos llegado al contrasentido que no puede evitarse, en donde la «igualdad» es el detrimento de lo viril en una incesante comparación de sexos, a la vez que éstos no existen de forma biológica ni constante. Pero (Nunca entenderé por qué) no nos dejan «optar» por tener los dos sexos a la vez para evitar estas dicotomías y salir de la forma «más natural posible en la actualidad» de esta esquizofrenia sin solución matemática ni humana.

   Dicho de frente y sin ambages: Todo esto no tuvo nunca ningún sentido, como nunca lo tiene nada que por sistema contraponga en lo absoluto los privilegios de cualquier colectivo humano de forma sitemática. Ha intentado bordar los límites y cuando lo ha conseguido hacer por un lado, se ha encontrado con que tenía que sortear el otro y ha inventado un nuevo subterfugio. Hoy día no es más que un laberinto en que Ariadna tiende un hilo de chollos de mercadillo. No hay mejores guías que ir tirando de él o ver la realidad y saltarlo por encima, que no es muy alto.

   Sólo he tomado Fluimicil 300, no se vayan ustedes a pensar otra cosa. Sigo en mis cabales.

   12:17 | 21/11/18

2. Luna

   Al parecer uno de los efectos secundarios del fluimucil es que la lengua se desata y no para uno de hablar. Pido perdón, pero he de controlar la mucoviscidosis y es lo que hay.

   Ideología instrumental. Como es un término que me he sacado de la manga, tendré que intentar explicarme. En este gobierno, si uno ha sido astronauta sale nombrado Ministro de Ciencia y Molinillos de viento para Decelerar el Cambio Climático. Tiene entonces una teórica prohibición por parte de su partido de valerse de una sociedad instrumental y el irreprimible impulso de hacerlo, o de ocultar que lleva años con ella.

   Las sociedades instrumentales sirven para pagar menos impuestos, se crean con esta intención y (dicho sea de paso) no siempre son ilegales porque desgravar en lo legal es un derecho mientras se haga con la debida contabilidad. Otro tema es que la Fuerza tenga un lado luminoso y otro oscuro, ustedes ya me entienden… Ministro tras ministro, sociata tras sociata, van saliendo sociedades instrumentales que han «evitado» millones de euros, cuyo legal proceder está todavía por esclarecer.

   La cacofonía es otro efecto secundario del Fluimucil, tomo nota.

   Esta gente que nos gobierna no ha inventado nada. Se dedica a prometer 800.000 puestos de trabajo como otro que todos sabemos, y se queda tan ancha. Da lo mismo si copia tesis, besamanos o promesas electorales, es que no sirve para mucho más, ni sabe hacer otra cosa. Así que sigue en pactos con los socios de siempre, esos que en su día se sacaron la licencia -o patente de corso- de ideólogos instrumentales y consiguieron con ella codearse con los multiplexadores. Cada uno tiene una «escala» de un sólo valor absoluto. Es un taburete ridículo pero se pinta como el podio más alto, que lleva a lo más excelso.

   El multiplexador va dejando pasar «ahora tú», «ahora tú»… pequeños retazos de cada cosa única importante en exclusiva para todo el género humano, pequeñas píldoras de progresismo con que nos alienan. (El Fluimucil eso no lo hace, mira por dónde). Portada: Feminismo, cambio climático y antifascismo. Editorial: Menoscabo de los derechos de la mujer en el cobro del IVA en compresas, que debe pasarse a útiles de afeitado. Opinión: Cortina de humo ecologista, para que no vean que Gibraltar está al otro lado, chiste sobre todo menos sobre Cataluña…

   De vez en cuando sufre una embolia el multiplexador y se queda todo atascado en una de estas posologías, empieza a caer una sobredosis de feminismo en estos momentos porque sirve para coaccionar a los tibios y conseguir que salgan de teloneros, agitando una pancarta (que nada dice de la subida de la RETA o del gasoil)y que vayan contra su propia virilidad -que al fin y al cabo, está en su esencia- intentando no ser atropellados por el monstruo. Y si no se aprueban los presupuestos generales del estado, es que estaban en una lucha de mayor importancia para el «género humano» (Que a veces también emerge para que nos entre la risa.)

   No os preocupéis por mi salud. Es la bronquitis de cada año, que me viene bien para «vaciar» los pulmones. Cuando termina salgo mejor de lo que estaba antes.

   12:49 | 21/11/18

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