La izquierda española lanza una cacería contra tres cosas que nos distinguen de una dictadura

Elentir EN Vie 26·4·2024 · 17:17 3

España no está viviendo los momentos previos a la posible dimisión del presidente del gobierno, sino a la instauración de un régimen autoritario.

La 'reflexión' de Sánchez da paso a una ola de presiones izquierdistas a jueces y medios
El discurso de Santiago Abascal atribuyendo lo de Sánchez a la 'desvergüenza' del socialismo

Ésa es la conclusión que se saca viendo las cosas que la izquierda española está haciendo y diciendo en las últimas horas, especialmente en las redes sociales y en sus medios afines, con ataques a tres cosas que precisamente distinguen a una democracia de una dictadura. Se trata de tres cosas que fueron señaladas por Pedro Sánchez en su carta del miércoles, dos de ellas de forma expresa y una de forma tácita, en una forma de poner en la diana a aquellas instituciones que no se pliegan a los dictados del gobierno.

La oposición política

Sánchez la puso expresamente en la diana en su carta, mencionando al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y al presidente de Vox, Santiago Abascal. Además, Sánchez utilizó una teoría de la conspiración para acusar a la oposición de ser "una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que se extiende a lo largo y ancho de las principales democracias occidentales". También dijo que PP y Vox "instrumentalizaron su mayoría conservadora en el Senado" al impulsar una comisión de investigación sobre la corrupción socialista, una afirmación con la que deja claro que no acepta el hecho de no tener el control de la cámara alta.

Un país sin oposición política es una dictadura. Y eso parece ser el sueño inconfesable de Sánchez, a juzgar por su cesarismo y por la forma que tiene de presentarse ante las dos cámaras del Parlamento español: en los seis años que lleva gobernando ha decidado todas sus intervenciones parlamentarias a atacar a la oposición, sin ofrecer nunca las explicaciones que se le piden, sin responder a las preguntas que se le hacen y exhibiendo una idea del parlamentarismo más parecida a la cámara legislativa de una dictadura comunista que a los parlamentos de países democráticos. Esto no es nada extraño, teniendo en cuenta que Sánchez gobierna con comunistas que apoyan a dictaduras como Cuba y Venezuela.

La Justicia independiente

El socialismo español nunca ha aceptado una Justicia independiente. Una de sus primeras leyes orgánicas tras llegar al poder en la década de 1980 fue la Ley Orgánica del Poder Judicial para someter a la Justicia al control del gobierno. Ésta ha sido una práctica habitual entre los socialistas, y no sólo en España. En 2004, el socialismo venezolano hizo lo mismo para otorgar a Hugo Chávez el control de los jueces. Fue así como se inició la actual dictadura socialista en ese país.

La carta de Sánchez es un rechazo tácito a esa Justicia independiente, porque en ella expresa toda su rabia contra el hecho de que el presidente del gobierno y su familia no estén por encima de las leyes y no gocen de impunidad absoluta para delinquir. La izquierda está lanzándose ahora a presionar al juez del caso, que se ha limitado a cumplir la ley y sus deberes como juez.

La Justicia independiente es uno de los pilares de la democracia. Sin ella no hay democracia, sino el control absoluto de la sociedad por parte del poder político, que es lo que comúnmente se califica con la palabra dictadura. El gobierno de Sánchez lleva años lanzando ataques a la independencia judicial. En 2021, ante esos ataques, más de 2.500 jueces alertaron a la UE de que España va "hacia el totalitarismo". La UE no les hizo caso, y como consecuencia de ello ahora la izquierda española pretende lanzar su asalto final a la Justicia para conseguir que Sánchez sea intocable.

Los medios libres

Sánchez ha descalificado las informaciones sobre su esposa con una falacia ad hominem, afirmando que son "medios de marcada orientación derechista y ultraderechista". Es una forma de desprestigiar a los medios críticos con su acción de gobierno, a los medios que todavía actúan de forma independiente y que no se han dejado comprar por las millonarias subvenciones del gobierno en forma de publicidad institucional para ganarse el favor de los medios y ofrecer ventajas a aquellos que se dejan comprar. La izquierda está ahora señalando a los medios libres e incluso proponiendo al gobierno que tome su control y que ordene su cierre. Es lo mismo que hizo el socialismo en Venezuela.

Sin medios libres no hay democracia. El periodismo independiente es una institución necesaria en todo país democrático para fiscalizar la acción del gobierno y denunciar sus abusos. Sánchez no quiere medios libres por el mismo motivo que detesta que haya jueces independientes y una oposición política: esas tres instituciones impiden que el gobierno ejerza un poder absoluto e ilimitado, y si algo ha demostrado Sánchez es que es un aspirante a autócrata, una persona que cree que tiene derecho a que sus deseos sean órdenes para todos los españoles, un déspota que considera que nuestras libertades son barreras odiosas a sus caprichos personales.

Estamos ante un asalto a la democracia

Teniendo en cuenta lo que acabamos de repasar, la duda no es si Sánchez seguirá en el cargo. Hoy se ha sabido que ya está movilizando recursos presidenciales para sus vacaciones de mayo, lo cual demuestra que toda esta supuesta "reflexión" de cinco días no es más que una farsa victimista hecha para ocultar las verdaderas intenciones de Sánchez.

Lo que la izquierda está exhibiendo estas últimas horas es un intento de convertir a España en una dictadura, en la que Sánchez esté por encima de las leyes y disfrute de plenos poderes para hacer todo lo que le plazca, sin rendir cuentas a la oposición, controlando a los jueces y silenciando a los medios libres. Los españoles debemos movilizarnos para impedir este asalto a la democracia. Si no lo hacemos, acabaremos igual que países en los que el socialismo ha impuesto sus dictaduras.

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Foto: Congreso de los Diputados.