Su redacción actual no permitiría la libertad lingüística en ninguna región

La Ley Wert y la educación en español: una reforma que conseguirá que todo siga igual

Hoy Libertad Digital explica la letra pequeña de la reforma que prepara el gobierno en materia lingüística. En ella podemos ver que la única posibilidad de libertad de elección de los padres se limitaría a comunidades que no hayan diseñado ninguna política lingüística cuyo fin teórico sea el domino de las dos lenguas cooficiales de la comunidad correspondiente, aunque en la práctica ese diseño discrimine a los hablantes de una de las dos lenguas.

Con la redacción actual, no habría libertad lingüística escolar en ninguna comunidad

De hecho, el texto de la reforma señala esto: "las Administraciones educativas podrán otorgar, en función del estado de normalización lingüística en sus territorios, un trato diferenciado a la lengua cooficial respecto del castellano en proporción razonable, sin que en ningún caso pueda suponer de hecho la exclusión del castellano". No se concreta en qué consistiría una "proporción razonable", más allá de poner el límite de la no exclusión del castellano. De esto se deduce que, dada la situación actual, todo seguiría como hasta ahora y no entraría en vigor esa libertad lingüística en ninguna comunidad. A la vista de esta letra pequeña se entienden aún menos las quejas de los partidarios de la imposición lingüística, tanto los nacionalistas como sus portamaletas de la izquierda, pues con el último borrador de esta ley todo seguiría igual, con millones de españoles tratados como extranjeros en su propio país. La posibilidad que apunté ayer aquí de que esta ley amenazase la dictadura lingüística promovida por el nacionalismo catalán se esfuma cada vez más, tanto en el terreno teórico -pues la ley no prevé garantizar siquiera un trato equitativo entre el español y las lenguas cooficiales, sino que abre la puerta a un trato privilegiado para éstas- como en el plano práctico, pues parece poco probable que el gobierno, que no ha movido un dedo ante la insumisión de la Generalidad a sucesivas sentencias judiciales en favor del bilingüismo, vaya a actuar si CiU se niega a aplicar -como ya ha anunciado- esta nueva ley.

La tibieza del PP lleva al nacionalismo y a la izquierda hacia una dictadura lingüística

Por una parte da la sensación de que el gobierno no tiene intención de implantar un sistema que prime la libertad de los padres para elegir la lengua en la que desean escolarizar a sus hijos, un sistema de libre elección que ya existe en otros países y territorios con dos lenguas cooficiales, pero que en España no se implanta por miedo a las pataletas liberticidas de los nacionalistas. Por otra parte, parece cada vez más claro que los nacionalistas y la izquierda ya no se conforman con discriminar a los niños que tienen por lengua materna el español. Crecido ante la acomplejada actitud del PP, el nacionalismo se ha marcado como meta el monolingüismo escolar con los ojos puestos en desterrar el español de ciertas partes de España. A eso se dirige la propaganda separatista que presenta al español como una lengua extraña e incluso invasora, aunque millones de vascos, gallegos y catalanes la lleven hablando durante muchas generaciones. Como otras veces, ciega a la pérdida de votos que le está suponiendo su servil seguidismo de los nacionalistas -votos que están captando partidos como UPyD y Ciutadans-, la izquierda se sube al carro separatista para desgastar a la derecha aunque eso dañe la convivencia entre españoles, una actitud cainita que el PSOE viene manteniendo desde la primera mitad del siglo XX.

Despotrican contra la educación franquista pero copian su imposición lingüística

Lo que van a lograr tanto unos como otros es que se mantenga, de hecho, una situación indigna de una democracia. Esa situación se resume con facilidad: en algunas partes de España se nos cobran impuestos a todos por igual, pero en la escuela se discrimina a los que hablan la lengua común, bajo la tesis identitaria de que ser catalán, gallego o vasco y hablar en español es algo incorrecto que hay que rectificar a base de "normalización", es decir, de imposición. La paradoja es que mientras unos y otros despotrican contra la enseñanza franquista, en la práctica defienden su modelo lingüístico pero sustituyendo la imposición del español por la imposición de una lengua regional, disfrazándola de "normalización" o "inmersión". Y es que tanto el modelo escolar franquista como el modelo lingüístico que se nos impone en la actualidad se basan en un mismo principio: para la dictadura era más importante un idioma que la libertad de las personas, que es lo mismo que defienden algunos que hoy en día presumen de demócratas.

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Comentarios:

  1. pacococo

    No esperaba menos del gobierno.

    Los idiomas son una riqueza más en esas regiones, pero tenemos que entendernos todos.

    La idea de los nazionalistas es conseguir que en sus regiones sean minoría los que conozcan el español, entonces la gente sentirá que nada les une al resto.

    Y para conseguir esto todo vale, con el apoyo incondicional del gobierno, por supuesto.

  2. Es precisamente eso que tú apuntas lo que me cabrea: ni siquiera pisotean nuestras libertades en beneficio de una lengua. Eso no es más que un pretexto. Lo hacen para construir su proyecto nacionalista, un proyecto en el que no cabe el bilingüismo, porque para esos totalitarios de pacotilla, un catalán que habla en español no es un verdadero catalán. Y lo mismo piensan los nacionalistas vascos y gallegos en relación con sus lenguas regionales.

    Lo más alucinante es que los gobiernos centrales, tanto del PSOE como del PP, estén cediendo ante esa estrategia nacionalista de erradicación del español y de violación de las libertades constitucionales. Lo que ocurre en España ya es de locos, en fin…

  3. Alfonso

    Elentir, lo más grotesco de todo el asunto de la inmersión linguistica es que los talibanes que la defienden no la quieren para sus hijos pero si para los hijos de los habitantes de los barrios obreros de Barcelona. Entre los políticos y cleptocratas catalanes hay una actitud hipócrita en relación con la lengua: parece que se les saque el corazón, pero por la espalda envían sus hijos a supermegacolegios superpijos y ultraplurilingüísticos, con el estudio obligatorio de la lengua común.

    La clase dirigente política o empresarial catalana NO TIENE VERGUENZA: mientras sus hijos van a la privada multilingüística, a la ciudadanía la envía a la escuela casi monolingüística de baja calidad pedagógica.
    Doble moral.

    ARTUR MAS
    «La Escuela Aula: los hijos de Artur Mas no sufren su imposición del catalán

    El presidente de la Generalitat lleva a sus hijos a un colegio que incluye el uso del castellano, inglés, francés como lenguas vehiculares.» (lavozlibre)

    JOSÉ MONTILLA
    «El portavoz del PPC en el Parlament de Cataluña, Enric Millo, ha recordado que el expresidente de la Generalitat, José Montilla, lleva a los hijos al Colegio Alemán, durante una valoración sobre la sentencia de la inmersión lingüística.

    «Hay escuelas donde la educación es trilingüe y destacados dirigentes políticos de estos país llevan a sus hijos a estas escuelas, no debe ser tan malo este sistema, ¿no? Ni debe perjudicar a Cataluña ni al catalán», ha explicado.» (e-noticies)

  4. Chácaras

    ¿Porque que tiene miedo el Sr. wert de poner en la ley de educación la obligatoriedad de que sea el español obligatorio en todo el territorio nacional como lengua oficial, según dice la constitución de nuestro país, seguido de los demás idiomas que existan en España como segundo termino?. Creo que en este tema que afecta a la unión y el entendimiento entre todos los españoles no puede haber parches, sino una enérgica ley que proteja nuestro idioma nacional, ya recogido en la constitución. El gobierno del PP tiene que ser consciente que hay términos, idiomas,leyes,normativas, etc. que no tienen discusión alguna en su obligado cumplimiento, y una de ellas es la utilización de nuestro idioma nacional, que por cierto se habla en medio mundo. Los independentismos Sres. del PP, son el cancer de la democracia, separando a la ciudadanía y creando reino de taifas como sucedió antaño, cosa que es intolerable, pues conduce a España a la división y al caos.

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